Desmond Dekker, uno de los inventores del ska y el reggae. |
El paso del tiempo suele ir dejando en el olvido a
no pocos artistas que, a pesar de dejar excelentes ideas y contribuciones,
quedan finalmente sólo para los especialistas. Sí, algunos pueden tener la
suerte de que sus canciones suenen en alguna película, en la sintonía de este
spot publicitario o en aquella serie de televisión, con lo que tal vez tengan
una segunda oportunidad. Sin embargo, la mayoría de los nombres que los años y las
décadas han dejado en la sombra jamás volverán a asomarse a algo parecido a la
popularidad…, aunque ésta apenas dure unos instantes. Aquí van tres casos de
grandes artistas que, dotados de potentísima personalidad y talento, apenas
son, en el mejor de los casos, un pálido recuerdo en un rincón de la memoria de
los más iniciados: Desmond Dekker, Tom Robinson (Band) y Steve Forbert.
En Jamaica, a finales de los cincuenta y primeros
sesenta del siglo pasado, la música servía para que la terrible pobreza de la
población fuera un poco más llevadera. Las emisoras de radio programaban soul,
blues y otros estilos negros procedentes de USA; por su parte, los jóvenes
jamaicanos tomaban esos ritmos y los combinaban con el folclore local, es
decir, con géneros como el calypso, el mento o incluso el merengue, dando lugar
así a lo que se llamará ska. Luego, cuando los grupos tocaban en vivo, solían
desacelerar el ritmo a causa del asfixiante calor, con lo que se dio origen al
reggae (previo paso por lo que se conoce como rocksteady, que es lo mismo pero
sin trompetas). Desmond Dekker estaba allí en aquel momento, dando forma al
nuevo estilo al lado de otros nombres de leyenda, como el impagable e
insuperable Laurel Aitken (‘El padrino del ska’, que era cubano y se llamaba
Lorenzo) o el prolífico e inspirado Prince Buster (en realidad su apellido era
Bustamante). Así, ya en 1963, Desmond Dekker publicó el seminal e irresistible
ska ‘Honor your mother & father’, al que siguieron muchos otros clásicos
como ‘King of ska’ (títulos imprescindibles para quien quiera descubrir cómo
nacieron el ska y el reggae) o su emblemático ‘Israelites’, todo un éxito
internacional que, a finales de los sesenta, se convirtió en el primer reggae
que alcanzaba lo alto de las listas británicas, estadounidenses y de muchos
otros países; la voz sincopada y casi entrecortada, el reconocible toque reggae
de la guitarra, los coros, la repetición obsesiva de la melodía…, todo ello
resulta irresistible, contagioso y muy pegadizo…, características que mantiene
a pesar del medio siglo transcurrido.
A diferencia de Desmond, que estuvo en escena hasta
su muerte en 2006, Tom Robinson Band tuvo mucho
menos recorrido, pues sólo se mantuvo activo tres años, del 77 al 79, días
de efervescencia punk en Inglaterra, aunque lo suyo ya apuntaba a la ‘nueva
ola’. Pero además de músico, Tom Robinson era un activista por los derechos de
los homosexuales, todo un líder en la comunidad homo londinense, una postura
verdaderamente valiente, ya que había que ser muy fuerte, estar muy convencido
y tener una poderosa personalidad para proclamarse abiertamente marica, echarse
a la calle y exigir la igualdad en los años setenta en la pacata y puritana
Inglaterra, donde tal cosa era considerada crimen y estaba penada con la cárcel
(sí, Tom los debía tener muy bien puestos). Sea como fuera, hizo mucho ruido y
sin duda aceleró el cambio de pensamiento de la sociedad a la vez que facilitó
el avance de los derechos de los que optaban por una sexualidad distinta. Entre
las (pocas) canciones que la TRB regaló destacan la evidente ‘Glad to be gay’ o
la excelente ‘2-4-6-8 Motorway’, todo un clásico de la primerísima ‘new wave’
que engancha por su melodía apasionada y su estribillo cantarín; al parecer, la
cosa va de un camionero ‘gay’ e incluye otros guiños reivindicativos. Trabajó
con Elton Jhon, vivió en Berlín e incluso se casó y tuvo hijos…
Steve Forbert es un brillante compositor, cantante y
guitarrista estadounidense al que alguna vez compararon con Dylan. Criado entre
campos de maíz, tocó con grupos escolares y luego se lo montó en solitario,
siempre con el country, el rock, el rythm & blues como principales
directrices; se cuenta que tocaba por las noches en los garitos de su pueblo y
de día conducía un camión. En su dilatada carrera (iniciada en 1978 y en la que
siempre se negó a plegarse a la exigencia de la industria) ha vivido muy arriba
y muy abajo, pero para la posteridad dejó un álbum de gran categoría
(‘Jackrabbit Slim’, 1979) y la preciosa, la brillante melodía ‘Romeo´s tune’,
una canción por la que muchos darían un brazo. Forbert explicó que ésta estaba
dedicada a la desdichada Florence Ballard (de The Supremes, muerta en 1976 con
32 años), pero también a una chica de su pueblo… Lo mejor es escucharla y quedarse
para siempre con una de las combinaciones de notas más inspiradas de toda la
historia del rock. ¡Ay, ese piano!
Canciones olvidadas pero inolvidables.
CARLOS DEL RIEGO
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