lunes, 20 de noviembre de 2023

AUNQUE PAREZCA INCREÍBLE, JIMI HENDRIX FUE TELONERO DE LOS MONKEES, Y LA COSA NO ACABÓ BIEN

 


Hendrix fue telonero de Monkees

 En la corta historia del rock & roll se han producido infinidad de anécdotas, curiosidad y hechos insólitos, como cuando uno de los gigantes del rock y el blues-rock, Jimi Hendrix, actuó como telonero de The Monkees. Lógicamente, el público de unos era muy diferente al del otro, por lo que el genial guitarrista abandonó en poco tiempo tras ser abucheado por los niños y adolescentes que sólo querían Monkees

 

Visto hoy parece una herejía: el inimitable Jimi Hendrix abriendo el concierto de The Monkees. Y además, soportando los chillidos y broncas de un público infantil. Pues tal cosa ocurrió. Hendrix había formado parte de los grupos de acompañamiento de Sam Cooke, Jackie Wilson, The Isley Brothers, Little Richard…, y a mediados de los sesenta ya vislumbraba su propia carrera.

 

Mikey Dolenz, batería y cantante de The Monkees, era un incondicional de Jimi Hendrix desde la primera vez que lo vio. El propio Dolenz recordaba años después que lo descubrió gracias a John Lennon y Eric Clapton, quienes le pusieron una casete de Hendrix  en un restaurante de Londres. Luego, en 1967 lo vio tocar en un local de Nueva York y “estuvo increíble, genial”, recordaba Dolenz, y entonces pensó que sería un buen telonero para The Monkees. No tardó en darse cuenta de su error.

 

A comienzos de julio de 1967, Jimi Hendrix aceptó ir de telonero de Monkees en una gira por EE UU. Pero la cosa fue mal desde el primer show, puesto que al poco de comenzar su actuación recibió unos incomprensibles abucheos. Así, tras el octavo concierto el guitarrista abandonó tan descabellada idea. Jimi dijo luego con amarga ironía: “Vaya, creo que desearían reemplazarme por Mickey Mouse”. Fue Chas Chandler, manager y productor, quien solicitó que Jimi dejara la gira, pero para que tal abandono no produjera vergüenza se inventó que había sido por culpa de la ultraconservadora asociación ‘Hijas de la revolución americana”, que habían denunciado que el show de Hendrix era excesivamente erótico para el público de The Monkees, que iba de los siete a los doce años. Una excusa muy buena que evitó muchos sonrojos.

 

Dick Clark, promotor de la gira, recordó: "Hendrix tenía un gran atractivo. Pero sólo para gente que tuviera un mínimo de conocimiento musical. Y esa no era, definitivamente, la audiencia de The Monkees”.

 

El guitarrista de Seattle comentó que The Monkees sonaban como “el agua de lavar la vajilla”. Mikey Dolenz recuerda que Hendrix era “tímido, muy tranquilo, experto en la calle pero muy ingenuo para los negocios”.

 

Lo que tuvo que soportar el guitarrista debió ser una tortura, y no sólo para él, sino también para los muchos seguidores que ya tenía y que leían las cónicas de los conciertos cada día. El batería y voz de los Monkees  rememora las actuaciones de Jimi: “Él y su grupo (Jimi Hendrix Experience) estaban tocando maravillas como ‘Purple haze’ o ‘Foxey lady’, con los dientes, con la guitarra detrás de la cabeza…, pero el público solo gritaba ‘queremos Monkees, queremos Monkees’, noche tras noche. Debió ser muy frustrante para Jimi”.

 

Lógico, Monkees fue un grupo ‘prefabricado’, ideado desde el departamento de marketing, mientras que Hendrix era lo más genuino, auténtico y pasional.

 

CARLOS DEL RIEGO

 

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