Lennon y Harrison, jóvenes, Paul y Ringo, octogenarios. La 'nueva' canción es tan anacrónica como la foto
Todos los que gustan de escuchar canciones de los Beatles, es decir, miles de millones, están sorprendidos, maravillados o no, con la canción que se ha lanzado como ‘la última de los Beatles’. Sin embargo, no sólo técnicamente sino artísticamente no hay tal canción de los Beatles
No cabe duda de que se trata de un
interesante experimento, un proyecto que ilusionó a sus protagonistas desde que
se encontró esa canción, ‘Now & then’, en una cinta de casete que Ono dio a
Paul entre otras cosas de John. Al parecer, cuando se intentó por vez primera
(en 1995) no hubo forma de separar la voz de un piano casi indetectable, por lo
que se abandonó el proyecto; hoy, con la inteligencia artificial, ha sido
posible separar ambos sonidos, con lo que se ha podido mejorar todo hasta el
punto de construir una canción completa, con todos sus arreglos, producción y
mejoras.
Bien, pero decir que eso es una
canción de los Beatles es simplemente falso, y por varias razones. Primero, no
puede haber Beatles si la mitad ya no están en este mundo, de modo que no hay
posibilidad de que la banda, que lleva más de medio siglo desbandada, vuelva a
la vida. Por otro lado, tomar una grabación casera y cocinarla y recocinarla
una y otra vez en los estudios de grabación y con los últimos adelantos
técnicos tampoco equivale a la resurrección de la banda.
Desde el punto de vista artístico, la
canción es bastante característica del Lennon post-beatles y, por tanto,
alejada de lo que firmó hasta 1970; de hecho es evidente su cercanía a otras
del Lennon solista como ‘Jelous guy’, ‘Starting over’ e incluso ‘Imagine’. Y
además, le falta el punto de magia y encanto que sólo proporcionaba el contacto
con los otros tres y con George Martin. Por último, sus compañeros
supervivientes (y el productor Gilles Martin, hijo de George), han añadido
letra y melodía totalmente ajenas a John, algo que, tal vez, no le hubiera
gustado.
Cierto que ‘Now & then’ se escucha
con interés, incluso con avidez, puesto que eso de ‘una nueva de los Beatles’, aunque finalmente no lo sea, desencadena la
fascinación por todo lo que representaron y representan, pero fríamente la cosa
es un producto de la tecnología, mucho más que una pieza artística y en
absoluto una canción de los Beatles.
Es, en fin, una curiosidad, un logro
técnico, una llamada a la nostalgia, pero poco más. Lo que sí estaría bien es
que fuera una excepción; piénsese que se cogen las cintas con infinitos
trocitos de canción o melodía que haya en los estudios y se empiezan a
construir y grabar canciones ‘nuevas’ con la inteligencia artificial como
principal herramienta. La de discos de Beatles, Elvis o Janis ‘nuevos’ que
saldrían cada año. Y ya puestos, la IA puede componer una sinfonía con el
estilo de Behetoven y lanzarse como una ‘nueva’ sinfonía de Behetoven.
CARLOS DEL RIEGO
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