Más de sesenta años llevan Status Quo en escena
Mantener unido un grupo de rock a lo largo de décadas a pesar de altibajos, enfrentamientos, bajas... es sin duda un gran mérito, sobre todo si se mantiene una cierta altura artística. Por eso, formar parte de una banda siempre con los mismos compañeros (o con mínimos cambios) es toda una proeza que va más allá de la propia músicaEs tiempo de usar y tirar, de escaso compromiso, de romper a la mínima contrariedad, y es así tanto en lo material como en lo personal. A pesar de ello, aun quedan algunos grupos de rock formados en la añorada e imitada década de los sesenta del siglo pasado que mantienen parte de su formación original. De un modo u otro han sabido superar los infinitos encontronazos profesionales y personales (incluyendo proyectos en solitario) que, seguro, han vivido en todo ese tiempo.
Al hablar del grupo más longevo todo el interesado dirá los Rolling Stones, puesto que la banda existe desde 1962, nada menos que seis décadas largas. El grupo mantiene su núcleo desde entonces, Mick Jagger y Keith Richards, quienes han sabido pelearse, reconciliarse, aguantarse y continuar con el proyecto sin que se atisbe su fin. Claro que, con total seguridad, los roces y enfrentamientos entre ambos han dado lugar a grandísimas canciones. En fin, hace más de sesenta años empezaron y aun no han acabado. Y que duren.
De la misma quinta son los ya entrañables Status Quo. No adoptaron su nombre en 1962 (se llamaron Paladins, Spectres, Traffic Jam…) sino en 1968, aunque era casi la misma formación. Hoy, tanto tiempo después, sólo permanece el guitarrista y cantante Francis Rossi, empeñado en no perder jamás su Status pase lo que pase. Apenas tuvieron unos meses de pausa en 1984, pero al año siguiente cogieron las guitarras y ¡a menear la melena a la vez! Ha sufrido varias bajas, la más reciente la de Rick Parfitt, que entró en el 67 y no dejó el grupo hasta unos meses antes de su muerte, en 2016. Su boogie-rock sigue siendo tan contagioso como siempre.
Los alemanes Scorpions vienen funcionando desde 1965, con sus potentes baladas y sus mensajes pacifistas. Lo curioso es que anunciaron una gira de despedida en 2012, pero poco después decidieron que no había nada mejor en el mundo que ser Scorpions y demostrarlo…, aunque fuera con un calendario más ligero y razonable que hasta entonces. Cuando en 2015 el grupo cumplió los cincuenta, el solista Klaus Meine dijo que Scorpions había borrado la palabra adiós de su vocabulario. Él y Rudolf Shenker mantienen el espíritu Scorpions desde su fundación.
El estadounidense Steve Miller formó su primera banda cuando tenía 12 años. Algo lógico teniendo en cuenta que sus padres eran músicos de jazz profesionales , y nada menos que el inventor de la Gibson, Les Paul, y su esposa Mary Ford fueron sus padrinos y habituales en su casa. Formó la Steve Miller Band 1966 y logró gran éxito durante las siguientes décadas, manteniendo siempre su reconocible estilo, basado en todo lo que aprendió de Les Paul y su mujer (aun hoy sigue tirando de las técnicas y maneras que le enseñaron). Tipo íntegro, Steve Miller ha mantenido una ética de trabajo férrea en su grupo, y tal vez por ello siga llenando estadios.
Woodstock, 1969, se presenta un nuevo grupo con aires nuevos, con espíritu mestizo y una guitarra inconfundible: Santana. Pero la cosa venía de antes, puesto que en 1966 el guitarrista Carlos Santana, nacido en Jalisco, ya tocaba en San Francisco en un grupo al que llamó Santana Blues Band, con el que sorprendió a todos con su explosiva combinación de rock y música hispanoamericana. Para el 69 ya había reorganizado el grupo (con José ‘Chepito’ Areas y demás prodigios del ritmo) y deslumbrado en el icónico festival. Aun hoy, tantísimos años después, estremece aquella actuación.
Poco se ha ponderado siempre el rock sólido y profundo de los neoyorquinos Blue Oyster Cult, que nacieron en 1967 con el nombre de Soft White Underbelly, el cual cambiaron por el definitivo en el 71. El núcleo duro del grupo, Eric Bloom y Buck Dharma, están ahí desde el principio (excepto unos meses en 1986), dando caña ‘sin temor a la muerte’ (‘Don´t fear the Reaper’).
Otros clásicos eternos son Chicago. La excelente macrobanda de rock-jazz comenzó en 1967 bajo el nombre de Big Thing, pero muy poco después se quedan con el definitivo Chicago Transit Authority, y luego, para abreviar, sólo Chicago. Entre sus bajas está la del guitarrista Terry Kath, muerto trágicamente en 1978. Y a pesar de la marcha de Peter Cetera en 1985, Chicago sigue grabando (el último, el año pasado) y girando.
Las barbas del rock son las tejanas de ZZ Top. Formado en 1969, el poderoso trío mantuvo su formación original, Billy Gibbons, Frank Beard y Dusty Hill, hasta la muerte de éste en 2021. Más de medio siglo sin separarse para tocar, viajar, grabar, componer…, siempre ellos tres solos, sin cambios. Sólo se tomaron un merecido descanso de sí mismos a finales de los setenta, pero un par de años después volvieron, y ahí han estado hasta la muerte de Hill, aunque ya han encontrado suplente (el técnico y bajista Elwood Francis) y van a continuar con su rock simple y convincente.
Otros nombres surgidos en los sesenta y que aun rebullen son REO Speedwagon (formado en 1966), Nazareth ( 68), Judas Priest (69), Uriah Heep (69), Aerosmith (70) o America (70). Esto del rock & roll debe ser algo así como un reconstituyente, una especie de auto-cura, un impulso vital que impide a muchos renunciar, retirarse y pasar a ser un jubilado más (y a mucha honra). Si no, ¿por qué siguen trabajando a pesar de ser octogenarios y millonarios?
CARLOS DEL RIEGO
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