Posters y pegatinas que incluía el disco original
Sin duda es un disco eterno aunque sólo haya cumplido medio siglo. ‘The dark side of the moon’ de Pink Floyd, publicado el 1 de marzo de 1973, se ha convertido no sólo en una referencia de la música rock, sino en un auténtico icono cultural. Aunque se trata de un trabajo conceptual, con un hilo conductor, el aspecto estrictamente musical es muy ambicioso, muy diverso, muy atrevido…, tal vez por eso perdura
Son menos de tres cuartos de hora de música en diez títulos, pero ahí hay una ambición sonora apabullante, con melodías inspiradísimas, una producción muy laboriosa y complicada, efectos de todo tipo, ambientes y paisajes desconocidos… Además de todo lo que es de dominio público en las esferas del rock, aun pueden encontrarse algunas jugosas anécdotas y curiosidades.
Según cuentan sus protagonistas, fue a finales de 1971 en la cocina de la casa del batería Nick Mason cuando el grupo empezó a pensar e incluso a trabajar en ‘The dark…’. El concepto de lo que iba a ser el álbum fue idea de Roger Waters, quien quiso trabajar sobre las cosas que vuelven loca a la persona, desde la ansiedad hasta la codicia, desde la preocupación por asuntos ecológicos hasta la codicia, la muerte, el lujo, el dinero, los viajes…
Allí mismo, en aquella cocina, decidieron que Waters se encargaría de todas las letras, de todas, mientras que David Gilmour y Richard Whrigt se centrarían en la música. Gilmour confesó años después que para él fue un alivio no tener que pergeñar texto, además “Roger nunca me tuvo por un buen letrista”.
Más de un año antes de publicar el disco, el cuarteto ya lo tenía muy avanzado, como se deduce del hecho de que ya lo tocaban entero en vivo; la primera vez que lo tocaron en su totalidad fue en enero de 1972, aunque aquella noche hubo problemas con el sonido (entonces era normal) y sólo pudieron hacer ‘Money’, pero la noche siguiente ya lo hicieron íntegro. Y debió ser impactante, ya que usaron todo el tonelaje de efectos y luces, además de cintas con innumerables efectos de sonido.
En febrero de aquel año lo interpretaron en Londres, donde un fulano avispado lo grabó y dos meses después lo puso a la venta como disco pirata, y se dice que vendió más de cien mil copias… Hay que tener en cuenta que en aquellos años la piratería daba sus primeros pasos y era casi desconocida.
‘The dark side of the moon’ (los astrónomos insisten en que no hay cara oscura en la luna, que todas reciben luz solar) ha despachado en estos 50 años más de 50 millones de copias en todo el mundo, y hasta el momento ha estado casi mil semanas en la lista Billboard 200, más que cualquier otro álbum.
Todo el disco, las diez canciones, se grabaron en el mismo carrete de cinta de magnetofón de 16 pistas, lo que permitió que el sonido fuera de un tema a otro de modo fluido y con sonido homogéneo a pesar de su complejidad.
Inolvidables y muy evocadores son los solos de saxo de ‘Money’ y ‘Us and them’, que fueron ejecutados por Dick Parry, un amigo de la infancia de Gilmour que también tocó en el siguiente Lp (en ‘Shine on you crazy diamond’).
‘Us and them’ la tenían compuesta Waters y Whrigt desde 1969 y fue una de las que el grupo presentó, con el título de ‘The violent sequence’, al director de cine Michelangelo Antonioni para su película ‘Zabriskie point’. Pero el director usó otras tres piezas de Pink Floyd y desechó esta.
Por sorprendente que parezca, los Beatles se pueden escuchar en este álbum. Si se presta la atención debida en el tema de apertura, ‘Speak to me’, se puede escuchar al fondo una versión instrumental del ‘Ticket to ride’ justo cuando Gerry Driscoll (portero de los estudios Abbey Road, donde se grabó) recita “Realmente no hay un lado oscuro de la luna. Todo está oscuro”. También al road manager Peter Watts (padre de la actriz Naomi Watts) se le puede escuchar en esa canción, pues suya es la risita que se oye.
Quienes compraran el vinilo en su momento recordarán que el Lp contenía posters y pegatinas. Seguro que hay quien las conserva.
Poco después de que se anunciara una edición 50 aniversario del disco, Roger Waters comunicó que había regrabado el disco por completo él solo, sin contar con sus compañeros. Siempre modesto y humilde, proclamó a los cuatro vientos: “Yo escribí ‘The dark side of the moon’, era y es mi proyecto, mi idea, es mío. Aunque los otros contribuyeron yo lo escribí”.
CARLOS DEL RIEGO
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