Pocos grupos glam alcanzaron tantos éxitos y tal grado de excentricidad como Slade
Decía una canción de Alaska y Dinarama de 1983: “Te has quedado en el 73 con Bowie y T Rex”. Habían pasado sólo diez años del momento dorado del glam-rock, hoy aquella moda disparatada ya tiene 50 años. Sin duda aquel año es uno de los mejores, artísticamente hablando, de la historia del rock: grupos, elepés y canciones eternas aparecieron entonces, e incluso un subgénero del rock que tenía sus particularidades en sonido y aspecto, el glam rock
Para muchos incondicionales del rock fue la década de los setenta del siglo pasado la más brillante de la corta historia de este género musical. Y aun hay quien concreta más, pues a veces se señala el 73 como el año en que se alcanzó la excelencia en esta categoría artística. Y aunque la cosa venía de atrás, fue este año cuando el glam rock se impone como de las variedades más extravagantes y divertidas.
Las formas del glam rock estaban muy definidas. El aspecto, la ropa y el peinado definían perfectamente: plataformas y botas altas, sombreros y peinados disparatados, estampados de leopardo, lentejuelas y brillos, purpurinas y capas y capas de maquillaje… Igualmente la parte musical: voces y coros atiplados con abundantes falsetes, guitarras muy potentes y ritmos cadenciosos y machacones para melodías simples y directas; los textos aparecían voluptuosos, sensuales, despreocupados y hedonistas. Y para completar el cuadro, los grupos siempre apostaban por ambientes exagerados, con puestas en escena cargadas de teatralidad y dramatismo y, por supuesto, exceso, siempre exceso.
Y a pesar de todo, el glam también exigía elegancia y sofisticación. Esas eran las directrices básicas de aquel subgénero del rock aparecido al comienzo de la prolífica década de los setenta del siglo pasado que sigue teniendo presencia significativa en numerosas bandas de todo el mundo. Puede afirmarse que el punk no hubiera existido sin el glam, que el hard rock tomó muchos de sus elementos o que rock gótico es su heredero natural.
Ese movimiento surgió como oposición a la doctrina hippy con su aura de trascendencia y sus proclamas de amor libre, de modo que la inquieta juventud de los setenta da un giro total y pone de moda la intrascendencia y la alegría de la vida disipada (en la Historia del Arte se produce algo parecido cuando el despreocupado rococó aparece tras el solemne barroco) y del mismo modo sustituye el amor libre, directo y cotidiano por la relación sofisticada y retorcida, pícara y cortesana. En fin que se cambió la meditación trascendental por la ‘dolce vita’. Esta intención se plasmó en la música con el glam rock, y a pesar de que también se decía ‘gay power’, no hay que olvidar que glam viene a significar glamour, encanto, seducción, fascinación.
David Bowie es evidentemente la imagen del glam rock (aunque él nunca se quedó sólo en un personaje), y si hubiera que señalar un ‘ayudante’ sería Marc Bolan. El primero aportó, además de su clase y su elegancia, varios discos verdaderamente imprescindibles, sobre todo el inigualable ‘The rise & fall of Ziggy Stardust & the Spiders from Mars’ (1972), un trabajo magistral en el que Bowie alcanza sus máximos de talento (el tema ‘Lady Stardust’ está dedicada al mencionado Marc Bolan). Éste, el líder de T. Rex, fue quien antes se vistió y grabó al estilo glam, pues su primer éxito, ‘Ride a white swan’, aparece a finales de 1970; después, el pequeño genio crea álbumes y canciones emblemáticos, llenos de gracia, elegancia y encanto: ‘Metal guru’, la evocadora ‘Get it on’, ‘Telegram Sam’, ‘Children of the revolution’… Marc Bolan murió cuando su novia, Gloria Jones, estrelló contra un árbol el coche en el que ambos viajaban en septiembre de 1977, ella sufrió graves heridas, él murió en el acto con 29 años.
Otros grupos representativos de aquella época loca y multicolor fueron Slade, que alcanzaron muchísimos éxitos con una propuesta más basta y ruidosa, con las chillonas voces de Noddy Holder, el aspecto esperpéntico, las faltas de ortografía de sus títulos y textos, la dureza de sus guitarras y sus contundentes e irresistibles estribillos; así, ‘Coz I love you’, ‘Mama we`re all crazee now’, ‘Cum on feel the noize’… The Sweet aportó temas como ‘Coco’, ‘Ballroom blitz’ o ‘Fox on the run’. Suzi Quatro era de Estados Unidos pero fue en aquella Inglaterra donde formó grupo y logró el éxito gracias a piezas como ‘Can the can’ o ’48 crash’; como era chica, adoptó un aspecto andrógino, encajando perfectamente en la esencia glam. Los más elegantes Smokie, que siempre tendrán en el parnaso del rock la deliciosa ‘Living next door to Alice’. Los disparatados Kiss nacieron en aquella época, y desde entonces han seguido manteniendo gran parte de los modos del Glam. Lógicamente la lista es más amplia, pero pocos más de los mencionados aportaron títulos que perduran.
También hubo muchos grupos y solistas que en aquel momento se subieron al carro, como Queen, Mott The Hopple, Elton John, Roxy Music o los estadounidenses Lou Reed, New York Dolls, Alice Cooper, Iggy Pop…, incluso Rod Stewart o Rolling Stones adoptaron poses glam cuando correspondía.
El glam rock dejó su espíritu divertido y sus ganas de disfrutar de los placeres de la vida, sus poses mundanas y artificiales, sus estribillos simples y sus actitudes melodramáticas, así como una estética y unas formas que se ven hoy en numerosos grupos de todo el mundo. Y también dejó una excelente e ilustrativa colección de canciones.
CARLOS DEL RIEGO
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