'El pilar de la vergüenza', que rinde homenaje a los muertos de la plaza de Tianamen, ha sido retirada por el gobierno chino
No se cansa la dictadura fascista china
de demostrar su condición. A la desaparición constante de opositores y la
muerte sospechosa del médico que alarmó de la pandemia meses antes de que fuera
noticia mundial, se suma el secuestro de la tenista Peng Suai o la retirada de
la estatua que rendía homenaje a los muertos de la plaza de Tianamen. Todo son
métodos cien por cien fascistas
China es una dictadura. Ayer era comunista
pero hoy es perfectamente fascista. Es una dictadura porque nadie ha elegido
libremente a sus gobernantes, sino que estos se han colocado a sí mismos por la
fuerza. Y de comunista sólo le queda el nombre del partido único, puesto que
hace ya mucho tiempo que ya no hay economía planificada en la que el estado es
el dueño absoluto de los medios de producción, sino que es ya una economía de
libre mercado; China, en fin, vive en una economía plenamente capitalista,
tanto que puede afirmarse que el chino es un capitalismo salvaje y sin freno.
Por tanto, China, que hasta hace unos años era una dictadura comunista, con
economía planificada, es hoy una dictadura fascista, con economía capitalista.
Por otro lado, las dictaduras, tanto las
comunistas como las capitalistas, utilizan exactamente los mismos medios para
imponerse violentamente, de modo que bien puede decirse que la una es la imagen
en el espejo de la otra, y lo único que las diferencia es que lo que a un lado
del espejo es derecha al otro es izquierda y viceversa. Nada más.
Lo que más asombro causa es que, a pesar
de todo, aun hay criaturas que siguen defendiendo a la dictadura china porque
aún la identifican con el comunismo. Además, nadie en este planeta pone en duda
que, intecionada o accidentalmente, China puso en circulación el virus Covid
19.
El caso de la tenista Suai Peng es una
muestra perfecta de los métodos del gobierno-partido único que tiraniza al
gigante asiático. Después de sus acusaciones la jugadora desapareció, para
reaparecer en un vídeo dando explicaciones que nadie puede creerse. En la
última grabación le preguntan si fue realmente violada, ella calla, baja la
vista y luego de unos segundos sonríe; ¿es esa la actitud lógica ante tal
pregunta? Una activista china que fue perseguida hasta que consiguió huir
explica qué han hecho con la deportista. La detienen y la aíslan del mundo
exterior, de modo que ella no se entere de lo que se habla y opina en otros
países sobre su situación, vive entre amenazas contra ella y su familia, y
llegado el momento se monta un vídeo para tratar de demostrar que es libre y
está bien. Pero no lo es, pues si lo fuera hubiera dado entrevistas a medios
extranjeros, hubiera aparecido en público, saldría del país… Nada de eso. Y si
no la hacen desaparecer es porque, de momento, la necesitan para mostrarla de vez
en cuando.
Puede compararse su situación con la de
la mujer que acusó a Trump. No desapareció, no fue perseguida, no renegó
posteriormente de sus propias palabras…, aunque seguramente fuera sobornada
para que no metiera mucho ruido y dejara de señalar a Trump, pero nunca perdió
su libertad. Hay diferencia.
Entre las más recientes evidencias del
fascismo que dirige China hoy es la retirada de la estatua de homenaje a los
muertos de la plaza de Tianamen, que estaba situada en la Universidad de Hong
Kong; o el continuo cierre de periódicos y detención de periodistas críticos.
Como todo régimen totalitario (comunista, con economía planificada, o fascista,
con economía capitalista) no soporta las críticas ni las discrepancias. La
estatua representaba la resistencia a la dictadura, y la prensa libre la
libertad.
Resumiendo, China tiene un gobierno
totalitario con economía de mercado, es decir, China es una dictadura plenamente
fascista.
CARLOS DEL RIEGO.
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