domingo, 8 de noviembre de 2020

CUANDO LOS POLÍTICOS SE APROVECHAN DE CLÁSICOS DEL ROCK EN SUS CAMPAÑAS

 


Seguro que Neil Young, que prohibió a Trump usar sus canciones, desearía no haberse hecho esta foto

Cuando los políticos meten sus manos en algo es para ensuciarlo, desvirtuarlo, manipularlo. En muchísimas ocasiones los políticos estadounidenses han tratado de aprovecharse de melodías y letras de canciones rock para dar lustre y credibilidad a sus mítines y campañas electorales. Los autores se han negado por sistema y convencimiento, aunque hay alguna excepción

En Estados Unidos la música rock está tan incrustada en la cultura popular que muchos figurones de la política tratan de aprovecharse de canciones de éxito cuyas letras parecen coincidir con sus lemas, discursos y eslóganes. El autor casi siempre niega los permisos para ese uso partidista de sus temas, entre otras cosas para evitar que se le sitúe políticamente y se le asocie a un partido, lo cual mermaría su popularidad entre los del partido contrario. 

Uno de los presidentes más célebres de EEUU, aunque más por repulsa que por otra cosa, es Donald Trump, quien ha tenido varios encontronazos con músicos de rock por esta y otras causas. En 2016 utilizó el ‘Rockin´ in the free world’ de Neil Young para su campaña electoral a pesar de que el canadiense siempre será partidario del rival de Trump, así que rápida y públicamente lo desautorizó para usar su música. La oficina del candidato Trump respondió que “El Sr. Trump ha usado la canción del señor Young tras un acuerdo con la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Publicistas (ASCAP) de la que, tras el pago exigido, obtuvo el derecho legal para usar esa canción en su campaña. Hay muchas otras canciones que elegir. Y a pesar de las diferentes opiniones políticas del señor Young, al señor Trump le gusta mucho Neil Young”.  Es decir, Trump pagó y por tanto tenía derecho. Pero el bocazas del flequillo no puede callarse, así que publicó en las redes sociales una foto en la que se ve a Young estrechándole la mano y explicando que el canadiense le había solicitado financiación para un proyecto y lo invitó a un concierto, y terminaba calificando a Neil Young como un “hipócrita total”, y añadiendo que la canción fue una de las diez utilizadas y “no la mejor”.

También utilizó Trump el ‘We are the champions’ de Queen cuando se postuló como candidato republicano aquel mismo año. Brian May publicó un mensaje en su web: “Puedo confirmar que no se solicitó ni se otorgó permiso para usar la canción. Estamos estudiando las medidas que podemos tomar para garantizar que este uso no continúe. Independientemente de nuestra opinión del señor Trump, siempre nos hemos negado a permitir que la música de Queen se use como herramienta política. Nuestra música es para todos”. Pero los abogados de Trump lo tenían todo bien atado, es decir, May no tenía base legal para impedirles su uso y siguieron poniéndola en sus mítines.

El también republicano Ronald Reagan usó la letra del clásico ‘This land is your land’ de Woody Guthrie dentro de un discurso como parte de su campaña de reelección de 1984. El cantautor no respondió, pero solo porque había muerto hacía décadas, así que Bruce Springsteen tomó la pancarta y declaró que Reagan era “el colmo de la hipocresía”, y para contraatacar empezó a cantar la canción en sus conciertos explicando su auténtico mensaje.

Uno de los candidatos de 2008 a la codiciada presidencia, un tal Mike Huckabee, se aprovechó del gran clásico ‘More than a feeling’ de Boston en sus mítines. El autor, Tom Scholz, declaró rotundo: “Boston no ha respaldado a un candidato político jamás y, con el debido respeto, no comenzaría con un candidato que es lo opuesto a todo lo que Boston representa".

Más conocido es el caso del ‘Born in the Usa’ del mencionado Springsteen, un tema que mucha gente entiende como un himno patriótico, por lo que se usó en varias campañas. Sin embargo, a pesar de que el autor ha explicado mil veces lo que dice la letra (un reproche a la sociedad que no reconoció el sacrificio de los soldados en Vietnam), la pieza ha sonado y sigue sonando en muchas reuniones políticas, entre otras en las de Reagan, Bob Dole o Trump.

Joe Walsh, guitarrista, cantante y compositor de los Eagles, prohibió en 2010 que el congresista republicano por Illinois Joe Walsh usara su tema ‘Walk away’, que había publicado en 1971, cinco años antes de entrar en los Eagles. Sí, músico y político tenían el mismo nombre, por lo que la cosa pudo ser surrealista; además, el artista había protagonizado una paródica candidatura a la presidencia del país en 1980. Joe Walsh ‘Eagle’ logró que su homónimo dejara de usar la canción. Uno de sus abogados escribió al congresista: “Ya sé por qué se sirven de la música de Joe, porque ni usted ni nadie de su personal  serían capaces de escribir algo así (…). Y puesto que Joe sabe escribir mejores canciones que usted, la Ley de derechos de autor le permitirle decidir quién puede usar sus composiciones”. O sea, viene a decir que ningún político tiene ni cerebro ni talento suficientes para componer. Amén. 

Tom Petty se las vio con políticos varias veces. En 2012 la aspirante a la candidatura presidencial por los republicanos Michelle Bachman tiró de su fantástico ‘American girl’; Petty publicó un comunicado en el que prohibía  rotundamente usar ésta o cualquiera de sus canciones con fines políticos, pero la tal Bachman pasó de todo y siguió poniéndola; Petty no quiso líos legales y se tragó el sapo. Por el contrario, en 2000 George W. Bush empleó el ‘I wan´t back down’ en sus mítines, pero dejó de hacerlo cuando Tom Petty se lo pidió.   

La canción ‘The eye of the tiger’ de Survivor tiene mucho tirón y posibilidad de encajar en muchos ambientes, incluyendo el político. En 2012 el aspirante a candidato presidencial por los republicanos, Newt Gingrich, fue demandado por el autor, Frankie Sullivan, que se negaba a que el político hiciera suyo el tema; el candidato no se dio por enterado y siguió usándola hasta que se retiró de la campaña al ver que no tenía posibilidades ni con una canción tan alentadora.

Casi ningún músico de rock permite el uso político de sus composiciones. Casi. Paul Simon es la excepción, pues en 2016 permitió que Bernie Sanders usara su canción ‘America’ en un anuncio de campaña, cuando respaldaba la nominación demócrata de Hillary Clinton. El propio Simon dijo: “Este tipo viene de Brooklyn, tiene mi edad y votó en contra de la guerra de Irak. Está contra la Citizens United (ley que permite que las empresas financien a candidatos) y cree que debería revocarse. Y piensa que el cambio climático es una amenaza que hay que combatir. Me quito el sombrero ante ti. Puedes usar mi canción”.

Es saludable que el artista se separe de la política, porque la política separa a la gente y lo corrompe todo. Justo lo contrario que el rock  roll.

CARLOS DEL RIEGO

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