El clásico 'Hey Joe', que lanzó Hendrix en 1967, contiene una letra que hoy se ve como ejemplo de violencia machista |
Pocas bromas, chistes o segundas
intenciones se permiten a día de hoy con asuntos que puedan asociarse al
machismo. Sin embargo, no pocos clásicos del rock & roll tienen letras que,
en los últimos años, han adquirido un componente de perversión para gran parte
de la sociedad; en su momento esas letras no fueron tan mal vistas, pero en la
segunda década del siglo XXI se han convertido en auténticas herejías fácilmente
denunciables
Vistas esas canciones con parámetros,
valores y mentalidad de hoy se antojan intolerables, pero entonces no
parecieron tanto. Es como fumar en recintos públicos, que hoy parece algo
imposible de ver, mientras que en los cincuenta y sesenta se fumaba en el
hospital, en el juzgado, en la universidad, en el bar… El cambio de mentalidad
conlleva un cambio de valores: escenas de sexo que hoy aparecen en horario
infantil en la tele hubieran sido imposibles en los cines de los 50, mientras
que canciones que entonces parecían pícaras pero ingenuas se entienden como
maldades sacrílegas en 2019.
Un caso atípico es el ‘He hit me (and It
felt like a kiss)’ que lanzaron The Crystals en 1962. Producido por el
indeseable y genial Phil Spector, esa letra disgustó incluso a las componentes
del grupo, ya que el título dice “Él me pegó y fue como un beso”; sin embargo,
ellas no dijeron nada entonces, sino que mostraron su disgusto mucho después.
El texto lo escribió Gerry Goffin, que se basó en una niñera que lo cuidaba
cuyo novio le pegaba, pero se casó con él de todos modos; la música la hizo
Carole King (pareja de Goffin), quien también se sintió mal por haber
‘colaborado’: “Soy cómplice de esa canción, ojalá nunca la hubiera hecho”.
Ningún autor escribiría hoy cosas como
el ‘Sweet little sixteen’ que Chuck Berry publicó en 1958 o el ‘You´re sixteen’
(1960) de Johnny Burnette. Cuando ya entonces se planteó la cuestión de
relaciones con menores de 18 años, se explicó que el rock & roll estaba
destinado a adolescentes, por lo que había que ponerse en la piel de un chaval
de eso, de 16 años, al hacer la letra. De todos modos, Chuck ya tenía más de 30
cuando escribió sobre “los vestidos ajustados y el lápiz de labios”; y en el
tema de Johnny Burnette (de los hermanos Sherman en realidad) el protagonista
conduce un coche y bebe vino, es decir, su adolescencia había quedado muy
atrás.
No se salvan Los Beatles de la sospecha.
Su excelente tema ‘I saw her standing there’ (1963) también ha sido mirado con
lupa. El autor de la letra, Paul McCartney, explicó una vez que en principio
los dos primeros versos iban a ser “Bueno, ella solo tenía 17 años / nunca
había sido una reina de belleza", pero él y John pensaron que esa segunda
frase resultaba “degradante”, así que la cambiaron por "sabes a lo que me
refiero", una insinuación que puede resultar mucho peor. También el ‘Run
for your life’ (1965) contiene versos que, hoy, pueden herir sensibilidades:
“Prefiero verte muerta, nena, que con otro hombre”. En su descargo puede
alegarse que ellos sí tenían veinte años.
Sus supuestos antagonistas, Los Rolling
Stones, no iban a ser menos, al revés, tienen muchos más temas susceptibles de
denuncia. Así el ‘Stupid girl’, el ‘Brown sugar’ o el humillante ‘Under my
thumb’ (1966) que podría traducirse como ‘Bajo el dedo gordo de mi pie’, que va
de una chica que era una fiera y que termina siendo obediente y servil…
El blues es un género cuyos textos caen
en la violencia machista con frecuencia (según el pensamiento de hoy). El
clásico ‘Hey Joe’ es un buen ejemplo, siendo imprescindible la versión que Jimi
Hendrix, grabó en 1967. “¿Dónde vas con la pistola Joe? Voy a disparar a mi
mujer, porque descubrí que iba con otro hombre”, y sigue “Hey Joe, oí que
disparaste y mataste a tu mujer. Sí, lo hice”. Terrible historia (el asesino
tratará de huir a México) tantas veces repetida.
Incluso canciones aparentemente
intrascendentes pueden esconder mensajes fácilmente interpretables como
machistas, como el ‘In the summertime’ que llevó a Mungo Jerry al número uno en
media Europa en 1970. La letra, hoy, es casi intolerable: “Si su padre es rico
llévala a comer. Si su padre es pobre simplemente haz lo que sientas”, versos
que menosprecian a la chica.
En España hay no pocos ejemplos de
canciones que en su día no llamaron excesivamente la atención por unas letras
que actualmente resultan pecaminosas y heréticas. Baste recordar el ‘Quince
años tiene mi amor’ (1961) del Dúo Dinámico, y aunque en realidad toda la
‘perversión’ esté en ese verso, bien podrían haber cambiado el ‘quince’ por
‘veinte’, que suena igual. Ya en los años ochenta del siglo pasado se
encuentran muchos otros temas de texto controvertido. En ‘Atrapados en el
ascensor’ (1988), de Un Pingüino en mi Ascensor, se incluyen versos como “No
trates de alcanzar el timbre de alarma (…) deja de llamar a la portera (…) yo
que puse toda mi ilusión en esta violación”; tal cosa, a día de hoy, estaría
denunciada, seguro. Tampoco se pusieron pegas cuando en 1983 Polanski y el
Ardor publicó ‘Negra’, tema que decía jocoso: “Hoy por fin lo conseguí, tengo
una negra sólo para mí”; serían acusados de machistas esclavistas. Y pueden
añadirse otras que ya han sido señaladas, como ‘La mataré’ de Loquillo o el más
desagradable ‘Sí sí’ de Los Ronaldos. En su día no causaron escándalo, pero el
paso del tiempo las acusa.
Nunca deben juzgarse hechos, ideas y
personas de otro tiempo con la mentalidad actual, pues los valores que imperan
hoy no tienen nada que ver con los que había ayer; o sea, los que hoy se escandalizan
con ciertas canciones ni siquiera se hubieran planteado cuestiones como esas de
haber estado allí entonces. Rasgarse las vestiduras con el pasado no sólo es
absurdo, sino totalmente estéril.
CARLOS DEL RIEGO
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