domingo, 13 de enero de 2019

GRANDES TEMAS QUE FUERON CENSURADOS POR CAUSAS RIDÍCULAS La censura (y la corrección política) siempre está vigilando, siendo la manifestación artística una de sus más apreciadas reservas de caza. El caso es que siempre hay quien escudriña y rebusca con el fin de encontrar algo con lo que escandalizarse. Desde que el rock & roll dio sus primeros pasos no son pocos los títulos que han provocado reacciones absurdas y desorbitadas, la mayoría de las cuales, vistas con perspectiva, resultan incomprensibles, risibles

El 'My generation' de The Who fue censurado en la BBC porque creyeron que se burlaba de las personas con tartamudez.


En realidad, en este negocio del rock viste mucho eso de que la censura se fije en alguno de tus temas. Proporciona un punto de rebeldía que siempre viene bien a quienes pululan por este negocio y, generalmente, muy bien de cara a la publicidad y la promoción. Casi desde sus balbuceos hubo quién se sintió ofendido, de hecho, no faltaron asociaciones, colectivos y gentes de todo pelaje protestando contra esa ‘música infernal’. Lo curioso es que los motivos de censura, prohibición, veto o investigación fueron verdaderamente ridículos.

Sí, desde los primeros momentos se pretendió criminalizar el rock & roll por una u otra razón. Por ejemplo, ya en 1957 los Everly Brothers tuvieron complicaciones con su clásico ‘Wake up little Suzie’. El tema es tan simple como una pareja de jovenzuelos que se quedan dormidos y no despiertan hasta las tantas…, pues la Iglesia de Boston clamó contra la canción, ya que, decían, se insinuaba que habían tenido ayuntamiento carnal sin estar casados. Al final todo se quedó en las quejas.  

El grupo estadounidense The Kingsmen logró un enorme éxito con su versión del ‘Louie Louie’  en 1963. Resulta incomprensible que el Fbi investigara la letra y redactara un informe de cientos de páginas, sobre todo porque no dice nada especial, es confusa y casi incomprensible; al parecer fue esa confusión lo que mosqueó a los ‘pensadores’ de la agencia, ya que dedujeron que lo embrollado del texto era ‘prueba’ de lenguaje grosero e inaceptable. Después de ¡dos años! de investigación la cosa quedó en anécdota.

El himno juvenil ‘My generation’ (1965) de The Who no podía escapar de una buena persecución. Todo comenzó cuando, al grabar por primera vez la voz, Roger Daltrey olvidó momentáneamente la letra y quedó registrado el verso con el clásico “f-f-f-fade away”; a Pete Townsend le encantó y le dijo que lo hiciera en alguna otra parte de la canción, y entonces Roger lo hizo en el “my g-g-g-generation”. Tanta f sentó mal a muchos, que tradujeron las efes como  ‘fuck’; la BBC, por su parte, entendió que se estaba burlando de las personas que se atascan al hablar y tartamudean, así que prohibió radiar de la canción… durante un tiempo. Asombra que semejante ‘gilimemez’ provocara tanto jaleo.
 
La maravillosa ‘Brown eyed girl’ (1967) de Van Morrison también estuvo en el ojo de los puritanos por la frase “hacer el amor en la verde hierba”, que fue demasiado para las emisoras estadounidenses, las cuales la boicotearon hasta que consiguieron una grabación alternativa en la que se sustituía tan pecaminoso verso por otro de la propia canción que decía “correr y saltar…”. El irlandés no tenía entonces tan mala leche y se la envainó.

The Beatles estuvieron siempre bajo el microscopio de la censura. Sus letras  fueron revolucionarias, pioneras, y varias veces la prohibición amenazó sus canciones. La magnífica y siempre estimulante ‘Happiness is a warm gun’ (1968) estuvo bajo amenaza por la BBC, cuyo departamento de censura  entendió que eso de ‘La felicidad es una pistola caliente’, escrita por Lennon, era una ‘clara’ referencia a su pene, a la felicidad que obtiene con su deseo sexual…, ¡hay que tener imaginación retorcida! Al final, nada: nadie compartió la visión de la emisora inglesa. Entre otras, también fue analizada ‘Lucy in the sky with diamonds’ (1967), cuyo sentido aun es objeto de debate. Lennon dijo inspirarse en dibujos de su hijo y que la confluencia de las iniciales LSD fue casual; pero la BBC (más papista que el papa) prohibió su difusión por su ‘evidente’ referencia a la droga. Décadas más tarde Paul confesó que la referencia a las drogas era ‘obvia’, tanto en la música como en la letra.

También The Kinks pueden ‘presumir’ de haber estado en el punto de mira de los censores gracias a su ‘Lola’ (1970). El texto cuenta una relación sentimental entre un chico y un travesti, argumento que ya provocó que algunas emisoras se negaran a radiarlo; sin embargo, el motivo por el que fue vetado terminantemente en la BBC es por incluir el nombre de una marca comercial, Cocacola, ya que la radio pública inglesa es alérgica a toda publicidad aunque lo exija el guión. Ray Davis tragó y cambió Cocacola por ‘cherrycola’. Sorprende que se ponga a la BBC como ejemplo. 

Los seminales MC5 pagaron peaje por su agresividad (pre-punk) y por lenguaje grosero. En su tema ‘Kick out the jams’ (1969) se atrevieron a decir un taco: ‘motherfucker’ (‘hijoputa’ o ‘gilipollas’ o así), y no sólo en la canción, sino que también lo escribieron en los créditos. Ante las protestas, amenazas y riesgo de prohibición, el álbum fue retirado y sustituido por otro sin palabrotas (aunque el original se siguió vendiendo de tapadillo). Aun así hubo almacenes y tiendas de discos que se negaron a vender no sólo el Lp, sino todas las referencias de su discográfica, por lo que ésta despidió a MC5. ¡Con todo lo que se vomita hoy ante un micrófono!    

El ‘God sabe the Queen’ (1977) de Sex Pistols estaba destinado al escándalo. En la portada se mofa de la Reina, compara la monarquía inglesa con un régimen fascista, lanza mensajes como “no hay futuro en el sueño de Inglaterra”… Parecía que buscaban provocar a la censura, y lo consiguieron, pues la pacata BBC prohibió su difusión. Aun así llegó al número 1. Como es sabido, las provocaciones les acarrearon enormes beneficios. 
   
Y la lista podría alargarse más y más. Por ejemplo, el ‘Walk like an Egyptian” (1986) las Bangles fue censurado y prohibido por la BBC (¡cómo no!) y otras cadenas porque, dijeron, podría ofender a los egipcios y provocar disturbios en Oriente Medio; desternillante. Los Rolling Stones han visto muchas veces las orejas del inquisidor: su ‘Let´s spend the night together’ (1967) porque eso de pasar la noche juntos se vio como algo impuro, obsceno; igual que el ‘Satisfaction’ (1965), pues lo de conseguir satisfacción fue visto como alusión sexual (claro) y, por tanto, algo a evitar; y el ‘Brown sugar’, y ‘Bitch’… 

En España la censura también actuó, por ejemplo con el ‘Heroin’ de Lou Reed (por la alusión explícita a la droga), el ‘Cortez the Killer’ de Neil Young (por tildar de asesino al conquistador)…

Seguro que, quien más quien menos, tiene en su memoria rock & roll censurado. Lo curioso es que cuanto más se prohíbe más interés se despierta.

CARLOS DEL RIEGO

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