domingo, 16 de diciembre de 2018

MASCULINIDAD, MACHISMO Y ROCK Se trata de uno de los temas de permanente actualidad en cualquier parte del mundo. Expresiones que hasta hace unos años pasaban desapercibidas, hoy son motivo de indignación para gran parte de la población, que se siente ofendida y denuncia lo que cree que son palabras machistas, misóginas. El rock & roll no se libra de esta circunstancia, de modo que hay ya muchos títulos significados que están señalados. Y también hay canciones en las que se manifiestan dudas sobre cómo ser hombre

The Cure planteó las dudas de lo masculino en su 'Boys don´t cry' en 1979.


Es una de las corrientes más potentes del momento: se buscan y se encuentran indicios, huellas o ‘evidencias’ de machismo, o lo que llaman ‘micromachismos’, en cualquier ámbito. Evidentemente el planeta del rock también se ve afectado por esta forma de entender las cosas. De este modo, hay títulos fácilmente reconocibles en los que ya se ha ‘detectado el crimen’, con lo que inmediatamente se denuncia y se exige su rectificación. Y por otra parte, también existe alguna canción en la que se plantean dudas y desconciertos acerca de lo que significa hoy pertenecer al sexo masculino.

Una de las grandes del country, la malograda Tammy Wynette, publicó en 1968 el gran éxito ‘Stand by your man’ (inolvidable la versión de los Blues Brothers en la película). La letra aconseja a las chicas que se queden con su hombre pase lo que pase. Tammy contó que la escribió en quince minutos y se pasó el resto de su vida (murió en 1998) explicándola y defendiéndola. El caso es que varias asociaciones denunciaron que esa canción presenta e idealiza a una esposa sumisa, obediente y dispuesta a pasar por todo, aunque ella alegó que es “sólo una bonita canción  de amor”. Pero como las ofendidas organizaciones insistían en su protesta, Tammy se veía obligada a contestar: “Es evidente que hombres y mujeres tenemos los mismos derechos pero no somos iguales; yo preferiría no verme obligada a cavar zanjas, sino hacer algo más femenino. Y me gustan las pequeñas cortesías, como que te enciendan el cigarrillo o te abran la puerta. Lo disfruto, supongo que así disfruto siendo mujer”. Da igual la solidez del razonamiento, pues canción y autora ya tienen el estigma. Ya lo dice el primer verso: “A veces es difícil ser mujer”.

Incluso todo un Premio Nobel, Bob Dylan, es diana del dedo acusador a causa de un par de versos de su ‘Just like a woman’ (1966). Los cargos se basan en las frases “Ella aguanta como una mujer pero se echa a llorar como una niña (…) engañas como una mujer, haces el amor como una mujer (…) pero lloras como una niña”. Eso es todo. Dicen que esa comparación es un menosprecio para las niñas…, claro que si dijera ‘como un niño’ también protestarían por olvidar a las niñas. Cuando se quiere ver algo, se ve.

Los Roling Stones han tenido que lidiar muchas veces con las exigencias de la corrección política de cada momento. En 1966 publicaron su ‘Under my thumb’, que literalmente es ‘bajo mi pulgar’, pero se entiende como ‘bajo mi control’. Varias organizaciones encontraron una posición de dominio del hombre sobre la mujer en frases como: “La chica que me dominaba (…) que me fastidiaba (…) está bajo mi control” (…) la forma en que ella habla es cosa mía”. Cuando llegaron las protestas, Jagger salió al paso: “La idea central del tema es que yo estaba debajo de ella, que ella me estaba pateando, así que lo único que hice fue cambiar las tornas. No entiendo que haya mujeres que tomen eso como algo en contra de la feminidad”. Si tuviera que dar explicaciones de sus letras según el sentir de cada época, el eterno Mick no haría otra cosa.

Los tejanos ZZ Top han sido tachados de misóginos y machistas varias veces. Por ejemplo por su ‘Legs’ (1983), piernas. El autor, Bill Gibons, contó que conducía su coche en medio de un aguacero cuando vio a una chica muy guapa caminando, siguió y al poco dio la vuelta para recogerla, pero ya no estaba: “sus piernas fue en lo primero que me fijé”, recordó Gibbons, quien al no verla pensó “tiene piernas y sabe cómo usarlas”. Esta frase es la idea de la canción y su primer verso, y luego dice “es una especie de jet, intenta quitarse los pantis”. Eso es todo. Varios  grupos protestaron por esos versos y por el vídeo, acusándolos de mostrar a la mujer como un objeto. 

Ninguno de los autores de estas presuntas muestras de machismo o misoginia pensó en ello a la hora de escribirlas, ya que cuando fueron hechas apenas se pensaba en tales conceptos. Sin embargo, llegó un momento en que, planteadas estas cuestiones, algunos autores empezaron a preguntarse cuál debía ser en adelante el rol del hombre, de lo masculino. Un par de canciones presentan estas dudas, estas incertidumbres sobre cómo ser hombre ante las nuevas circunstancias.   

El gran Joe Jackson publicó la magnífica ‘Real men’ en 1982. Es una lúcida reflexión sobre lo que significa ser hombre en el final del siglo XX. Él mismo explicó: “El hombre se ve amenazado en su masculinidad, desconcertado hasta el punto de no saber qué debe hacer. Muchos de los papeles asignados desde siempre al hombre lo asumen ahora las mujeres; muchos conductas típicas del hombre las ejercen las mujeres, con lo que para el hombre todo eso deja de tener sentido”. En la canción Jackson plantea las dudas e incertidumbres que hoy asaltan al hombre: “¿Qué es un hombre ahora?, ¿qué significa ser hombre? (…) ahora todo cambia y tiene que cambiar más. Creemos que todo irá a mejor, pero nadie está seguro”. Incluso va más allá: “Es la hora de tener miedo, de cambiar los planes. No saben cómo tratar a una mujer ni cómo ser un hombre”. Todo el texto es titubeo, desconfianza, temor, dudas acerca de la sexualidad del hombre, de sus relaciones con las mujeres y con otros hombres, de los papeles que hombre y mujer deben asumir, de su posición en una sociedad que cambia constantemente…, de nada está seguro. Más que una canción, parece una profunda reflexión filosófica ante la nueva realidad.

También The Cure en ‘Boys don´t cry’ (1979) consideraron el asunto masculino. Eso de ‘los chicos no lloran’ indica por dónde va la cosa: los hombres no deben mostrar emociones, sobre todo aquellas que puedan ser entendidas como síntoma de debilidad. El protagonista del texto trata de esconder su tristeza cuando la chica se va: “Intento reírme de ello, cubrirlo todo con mentiras (…) esconder las lágrimas, porque los chicos no lloran (…) Rompería a llorar, suplicaría perdón, rogaría (…) pero los chicos no lloran”. El hombre se siente coaccionado por lo que se espera de un hombre y no es capaz de dejar salir sus sentimientos.

CARLOS DEL RIEGO

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