Kirsty y Shane en el vídeo de este clásico folk-punk de The Pogues. Un día borrarán de él el alcohol y el tabaco. |
Resulta que, de repente, alguien (un periodista sin mucho que hacer) cayó en la cuenta de que esta canción, ‘Cuento de hadas en Nueva York’, contenía la palabra ‘faggot’, que en inglés no se refiere al instrumento musical, sino, de modo despectivo, a los homosexuales; en fin, más o menos equivale a maricón. Es curioso que sea ahora cuando se ‘denuncia’ el contenido de esta pieza, ya que apareció hace nada menos que treinta años.
Dicho periodista (un tal Thomas Haynes) exigió
que se eliminara esa palabra de la canción por ser un “insulto homófobo” (sería
más correcto decir ‘homosexófobo’), es más, juzgó que, en general, toda la
letra es “muy mala”; como era predecible, una tropa de irritados retroactivos
(con tres décadas de retraso) se han sumado a la indignada legión en las redes
sociales; incluso uno de estos centinelas de la corrección clamó contra la
canción porque ninguno de los dos cantantes, Shane McGowan y Kirsty MacColl son
homosexuales (ella murió hace años), es decir, si alguno de los dos vocalistas
fuera homosexual la palabra en cuestión perdería su insultante significado y,
por tanto, tendría justificación su uso. ¡Sorprendente modo de pensar!
En la polémica han terciado miles. Unos
rasgándose las vestiduras y otros diciendo que no es para tanto. Uno, que se
confesaba homosexual, explicaba que no se siente ofendido al escucharla y que
el tema ya le aburre. Incluso alguno explicó que ‘faggot’, en jerga irlandesa,
significa algo así como holgazán, manirroto.
Llama la atención que los jueces de la
corrección sólo se fijen en ese término, pues la letra es ciertamente
malhablada, agresiva, insultona. El tema va de un borracho (inmigrante
irlandés) que es arrojado a una celda mientras duerme la cogorza, entonces otro
empieza a entonar una vieja canción irlandesa y él sueña, evoca, recuerda…, y
en su delirio cree escuchar: “Eres un vago, eres basura, eres una vieja zorra
enganchada a la droga (…) saco de mierda, gusano, eres un maricón (faggot) de
mierda. ¿Feliz Navidad? ¡Para tu culo!. Rezo a Dios para que sea la última para
nosotros”. Como puede deducirse, se trata de la canción de navidad menos
navideña de todos los tiempos; en realidad es una canción etílica, de sueños
rotos, de marginación.
El cantante y coautor de este
deslenguado ‘cuento de hadas navideño’, Shane McGowan, entró al trapo y explicó
que “utilicé esa palabra porque encaja a la perfección en el personaje, con su
forma de hablar, su situación y su carácter; no se supone que tiene que ser una
buena persona”; es decir, lo que el borrazhuzo cree escuchar son las palabras
que entiende, y serían así, malsonantes, groseras. McGowan se veía obligado a
explicar la lógica: “muchas veces los personajes de historias o canciones
tienen que ser malvados y desagradables, porque si no, no sería posible contar
nada. Jamás pensé en homosexuales ni en insultarlos”. Además, resulta curioso
que los inquisidores se sientan ofendidos con el supuesto insulto homosexfóbico
pero no con el machista (‘slut’, furcia).
Como este asunto no es
nuevo, habrá que preguntare ¿cuántas canciones, cuentos infantiles, novelas,
películas, obras de teatro, óperas, cuadros, esculturas…, habría que modificar
para evitar palabras o referencias que alguien pueda considerar insultantes!?¿Será
necesario recordar que en las historias y narraciones siempre hay un malo que
insulta? ¿Y que en el terreno del rock las palabras ofensivas abundan más que
las elogiosas?
CARLOS DEL RIEGO
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