Con este disco comenzó la locura Beatles en USA. |
Según cuenta Paul, su amigo John estuvo casi toda su vida pidiendo ayuda. |
Una
obra de arte puede gustar desde el primer encuentro, pero cuando se sabe por
qué el pintor plasmó esa escena, qué le sucedió al escritor para contar eso, o
cómo consiguió el músico finalizar su partitura, sin duda el disfrute de esa
pieza artística será muy superior. Concretando en el terreno del rock &
roll, casi todas las canciones tienen sus anécdotas, sus por qué, su sentido…,
en fin, lo que se suele decir su ‘intrahistoria’. Si además del deleite que
produce el arte por el arte el espectador conoce sus pormenores, habrá
establecido una complicidad con el autor, con lo que el disfrute será más
profundo, más intenso. Por otro lado, puede asegurarse que The Beatles es el
grupo más importante desde que se puso en marcha esto del rock & roll, con
lo que siempre resulta estimulante descubrir los detalles, anécdotas y pequeñas
historias que acompañan a sus canciones, la mayoría de las cuales son éxitos
que han superado barreras temporales y generacionales. A lo largo del tiempo,
Paul ha contado muchas cosas…
Desde
finales de 1962 el cuarteto iba rompiendo límites en Inglaterra, pero en USA la
cosa no fue tan fácil, pues de entrada no gustaban sus peinados (decían que
eran afeminados). Brian Epstein ansiaba una gira por Estados Unidos, pero Paul
le frenaba diciendo que hasta que no hubieran logrado un número 1 allí, de gira
ni hablar (“no queremos regresar, como otros, decepcionados”). Al parecer,
Epstein maniobró para convencer a los productores de que The Beatles salieran
en el programa de Tv de Ed Sullivan; en cuanto los directivos de la
discográfica se enteraron, decidieron hacer coincidir el lanzamiento de ‘I want
to hold your hand’ con la emisión televisiva. Sin embargo, un locutor de radio empezó
a emitirla por su cuenta, y claro, el éxito fue rotundo y todo se aceleró.
Cuenta Paul que estaban tocando en París cuando les llegó un telegrama (sí, eso
existía) que decía: “Ya sois número 1 en USA”. Esa canción y el pinchadiscos
que la pinchó porque le gustó iniciaron la locura en Estados Unidos.
‘Love
me do’ es el primer single. Simple (un par de acordes) y con melodía repetitiva,
no predice las complejidad que tendrán futuras canciones de Beatles. Macca
recordaba lo sencillísimas que fueron sus primeras composiciones, pero “esa es
una de las mejores cosas de los primeros Beatles”, y ésta en concreto “era muy
simple, y como todas las de entonces, se basa en el yo y en el tú”. Todo
‘beatlemaníaco’ sabe que en ‘Love me do" Ringo sólo toca la pandereta, pues
George Martin (acostumbrado a trabajar con fantásticos músicos de estudio) lo
reemplazó por un veterano percusionista, ya que “George Martin nunca había
trabajado con tipos que no sabían música, como nosotros, pero no nos quedó más
remedio que hacer caso a los adultos, aunque a Ringo le dolió mucho y al resto
no nos gustó nada que no se confiara en nosotros”.
‘Eight
days a week’ es otro tema emblemático de los primeros Beatles. McCarteny
reflexionaba: “No es la más ingeniosa que hemos escrito, pero tiene esa alegría
de vivir que los Beatles encarnaron”. Y explicó que le habían quitado su carnet
de conducir un año debido a una multa por exceso de velocidad; un amigo le
llevó a casa de John, y Paul le preguntó si estaba muy ocupado, si trabajaba
mucho, a lo que el amigo contestó “ocho días a la semana; yo corrí a la casa y
le grité a John, ¡ya tenemos título!; en una hora estaba hecha la canción”. También
desveló la intención de frases como “Abrázame, ámame”, que escondían los
‘deseos carnales’ de aquellos jovenzuelos; “nos habían educado con bastante
represión, pero claro, en Londres nos desatamos, y además había muchas chicas…
guapas, que encendían a unos chavales como nosotros”.
Cuando
escribieron ‘Help’, John estaba acosado por preocupaciones (matrimonio
fracasado, drogas…). Cuando
empezó a escribir para la película del mismo título no era lo que se dice un
tipo sonriente. Paul contó que una vez llegó a casa de John para escribir algo,
“yo ya tenía idea de una melodía, de modo que en poco tiempo la terminamos; la
letra es un reflejo del estado de John en aquellos momentos, que solía repetir
que estaba gordo y que se sentía un miserable. En realidad John siempre estaba
buscando ayuda; tenía la paranoia de que sus seres queridos se iban cuando se
le acercaban: su padre lo abandonó cuando tenía 3 años, el tío que lo acogió
murió al poco, y luego también su madre”.
McCartney
explica que ‘We can work it out’ es “una canción de novia”. Había discutido con
su novia Jane Asher, así que el verso ‘Intenta verlo a mi manera, porque
obviamente tengo razón’ parece una frase típica de discusión de pareja.
Asimismo Paul recuerda que tardaron 12 horas en grabarla (mucho para lo
acostumbrado), “no fue una canción complicada, pero estaba molesto porque era mi
canción, me había hecho una idea de cómo deberían sonar y si no sonaba así me
frustraba”.
Respecto
a ‘Paperback writer’, Paul dijo que esta canción es “un guiño a los Beach Boys
(con esas armonías vocales), y una de las primeras que hicimos que no son de
amor, que no dice cosas como me dejaste, te amo o ven a mí”. Se inspiró en un
artículo periodístico acerca de un aspirante a novelista, y asegura que es “una
divertida canción de ambición y frustración”. Paul la concibió como una carta y
John le dijo que no la cambiara.
‘Penny
Lane’ es un lugar de Liverpool que frecuentaron
desde niños y del que hablan con nostalgia: “todas las cosas en la
canción son ciertas, había un barbero, un banco, una estación de bomberos, una
vez vimos una enfermera vendiendo amapolas…”. Respecto al carismático sonido,
Paul explica: “Escuché los Conciertos de Brandenburgo de Bach y pregunté a
George Martin qué era esa trompeta alta, él me dijo que una trompeta de piccolo, así que conseguimos el mejor
trompetista de piccolo de la ciudad,
y le escribí el arreglo en la sesión de grabación. Todo fue muy mágico,
realmente”. ¡Seguro!
Ah!,
y todas fueron número uno entre 1964 y 1967, claro que son pocas las que estos
tipos hicieron que no lo fueran.
CARLOS
DEL RIEGO
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