El Rolls de John Lennon usado en una de las pelis de Beatles. |
Guitarra que usó Jimi Hendrix en el Festival de Woodstock. |
Clapton con la guitarra de 1939. |
Así se hizo la famosa portada. |
La letra del 'A day in the life' de The Beatles escrita por John Lennon con las correspondientes correcciones. |
Guitarra 'Reach out for Asia' firmada por muchos de los grandes. |
En
principio no parece muy apetecible poseer una de las herramientas utilizadas
por un suicida para ejecutar su propio fin. Sin embargo, también en el mundillo
del rock & roll existe ese impulso por tener en casa piezas con un significado
especial, objetos que utilizaron algunas de sus figuras legendarias, por lo que
incluso cosas simplemente asociadas a grandes personajes llegan a ser deseadas
y muy cotizadas. Esa pieza, que tal vez utilizó el atormentado cantante de Joy
Division para ejecutar su acto final, fue vendida por una pequeña cantidad si
se pone al lado de las cifras astronómicas que han alcanzado otras. Así es,
también en este entorno, al igual que en el mercado del arte, hay
coleccionistas, apasionados e incluso especuladores que pujan muy fuerte por
algunos de esos objetos; es memorabilia’.
Una
de las guitarras que alcanzaron un precio más alto en subasta es la Fender Stratocster
conocida como ‘Reach out for Asia’, cuyo valor reside en el hecho de estar
firmada por auténticos iconos del rock & roll: Eric Clapton, Jimmy Page, Keith
Richards, Mick Jagger, Paul McCartney, Brian May, Jeff Beck, Pete Townsend,
Ray, Davis, David Gilmour, Mark Knopfler, Sting, Angus y Malcom Young y los
hermanos Gallagher, Esta pieza ‘sólo’ tiene de especial los autógrafos, es
decir, no la tocó un héroe de la guitarra en un concierto histórico. Fue una
idea para recaudar fondos para los damnificados por el maremoto sufrido en el
sur de Asia en 2004. Un millonario árabe pagó por ella 2.7 millones de dólares.
Otra
guitarra sumamente valiosa es la ‘Strato’ blanca con la que Jimi Hendrix tocó
su tremenda versión del himno de Estados Unidos en el festival de Woodstock en
el verano de 1969; alguien no dudó en desembolsar 2 millones de dólares por
ella. Menos cotizada pero igualmente histórica es la Fender con la que Eric
Clapton hizo sus vertiginosos solos desde 1970 hasta 1985, a la que llamó ‘Blackie’,
y por la que alguien pagó 875.000 dólares; otra de ‘Manolenta’, su Martin acústica
de 1939 que usó en muchos conciertos acústicos, alcanzó la cifra de 700.000
pavos. De todos modos, por mucha guitarra histórica que se tenga entre las
manos, nadie podría ni soñar hacerla sonar como ellos.
Evidentemente,
The Beatles siguen en primer plano, tanto en venta de música, presencia en
medios y, ¡cómo no!, en esto del coleccionismo. Entre las pertenencias del
cuarteto de Liverpool que han salido a la venta está el impresionante piano
Stenway blanco de John Lennon, con el que grabó su siempre recordada ‘Imagine’;
parece que lo compró el también fallecido Georges Michael por 2,1 millones de
dólares. Asimismo, la hojita de papel sobre la que ‘el gafitas’ de los Beatles escribió
la letra de la maravillosa ‘A day in the life’ se vendió por 1,3 millones. Y la
letra de su himno pacifista, ‘Give peace a chance’, manuscrita en un folio del
hotel Queen Elizabeth de Montreal, Canadá, alcanzó los 700.000 dólares en una
subasta en 2008. Un objeto emblemático, inmediatamente reconocible y que todo
‘beatlemaníaco’ desearía poseer es el famoso bombo que aparece en la portada
del ‘Sgt. Pepper´s’, que alguien compró por casi un millón de dólares. Pero el
objeto de los Beatles que más exigió al comprador ha sido, hasta el momento, el
fabuloso e inconfundible Rolls Royce Phantom V de John Lennon que aparece en la
película ‘Magical Mystery Tour’ protagonizada por los cuatro en 1967; pintado
con la evocadora estética sicodélica, este impresionante y goloso automóvil
costó 2,9 millones de dólares y puede admirarse en un museo canadiense.
Más
de dos millones de dólares se pagaron por
la letra manuscrita por Bob Dylan de su eterno ‘Like a rolling stone’,
original que incluye versos que no fueron utilizados en la grabación definitiva
que todo aficionado corea con pasión.
También
hay otras ‘cosillas’ no tan valiosas pero todavía inalcanzables para la
mayoría. Así, sorprende que el Rolls Royce Phantom V de Elvis Presley (modelo
idéntico al de Lennon antes mencionado) ‘sólo’ alcanzara los 182000 dólares;
claro que de aquella venta hace ya bastantes años. Más o menos, 200.000
dólares, fue lo que alguien desembolsó por los exagerados trajes de Kiss. Otro tanto fue la
cifra que alcanzó el diseño original del estupendo álbum ‘London calling’ de
The Clash.
Otro
capítulo es el de los discos de vinilo, esas entrañables rodajas de rock &
roll que, en algunos casos, también son muy apreciadas y valiosas. Los que han
alcanzado las cifras más altas son el single que Elvis grabó para su madre
cuando aun no era el rey, que llegó a los 300.000 dólares; o el de The Quarrymen
(el grupo pre-Beatles), por el que dieron 250.000. Pero el Lp más caro, hasta
el momento, es el llamado ‘Álbum Blanco’ de los Beatles numerado con el 0000001
(no todas las ediciones tenían numeración),que era propiedad de Ringo hasta que
lo vendió por la asombrosa cifra de 790.000 dólares en 2015.
En
cualquier caso, mucha pasta, sobre todo teniendo en cuenta que son objetos
contemporáneos. Claro que ¿cuánto valdría el piano de Mozart o la partitura de
la Novena de Beethoven de su puño y letra?
CARLOS
DEL RIEGO
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