Metallica convirtieron en rock un cuento de Hoffman dedicado a una especie de hombre del saco a la alemana en 'Enter Sandman' |
Nadie
es perfecto, cierto, todo homo sapiens se vuelve vil, cruel, dañino muchas
veces a lo largo de su vida; ocasionalmente, pero así es. Sin embargo, por
suerte, son menos quienes ejercer la maldad con gusto y con total desprecio
hacia sus víctimas. La historia contiene una amplia lista de seres
despreciables que se llevaron la vida de sus semejantes sin el mínimo
remordimiento. Últimamente se han producido en España dos sucesos sangrientos y
cobardes protagonizados por dos sujetos sanguinarios y cobardes (el que reventó
la cabeza por la espalda a otro y el que en su huida iba matando a todo el que
se le ponía delante); son dos ejemplares de mamíferos bípedos con todo su ser
invadido por la maldad absoluta. El rock & roll, como reflejo de todo lo
que al individuo se refiere, no podía dejar de tratar este asunto de la
perversidad, dando como resultado algunas excelentes canciones; de hecho, hay
cientos de títulos y letras que dan vueltas en torno a tan humano defecto.
El
malvado por excelencia es, claro, el jefe de las calderas de Pedro Botero, a
quien no pocos grupos de metal suelen mencionar. Además, Rolling Stones
regalaron en 1968 su hipnótica ‘Sympathy fort he Devil’ (lástima, compasión,
piedad por el Diablo). Esta pieza extensa, complicada y con letra larga y
explícita molestó a muchos por hablar abiertamente de malos y de maldad;
inspirada en poetas y autores de oscura biografía y obra (Baudelaire), se
refiere al Diablo, que es el maestro de ceremonias que narra y que se pasa la
vida “robando almas”; así, asegura que acompaña a Cristo cuando Pilatos se lava
y lo condena, y señala a las guerras y revoluciones como generadoras de maldad,
a los asesinatos y magnicidios como efectos de la condición humana (todo ello
con datos para identificar cada hecho)…; y siempre, en todos esos actos de
vileza, él, el demonio siempre está presente. La atmósfera que se respira a lo
largo de todo el tema es tribal, primitiva, con gritos, cambios de voz y
sonidos inquietantes. Sí, el viejo Jagger se presenta aquí más diabólico que
nunca…, aunque sin perder su elegancia británica: “llámame Lucifer (…) si me
encuentras sé cortés, clemente y educado (…) o haré que se te pudra el alma”.
¿Está claro?
Malo
malísimo es el personaje que Metallica insinúa en su ‘Enter Sandman’ (1991). El
tema está basado en el cuento ‘Der Sandman’ (El hombre de arena), del autor
romántico alemán E.T.A. Hoffman; el personaje al que se refiere es un
equivalente al hombre del saco, aunque este ‘sacamantecas’ germano arroja arena
a los ojos de los niños y se los lleva de comida a sus hijos. Metallica hizo la
canción como el que da consejos al niño a la hora de acostarse “reza tus
oraciones (…) mantente libre de pecado hasta que venga el Hombre de Arena”; a
continuación señala la pura maldad: “no soñarás con Bancanieves, sino tendrás
sueños de guerra, de mentirosos, de fuego”, y termina con un inquietante “no te
preocupes por el ruido, sólo es el monstruo bajo tu cama”…, como queriendo
decir que la perversión y la inmoralidad siempre están cerca de la persona.
Como cabe esperar, las gruesas y poderosas guitarras, el ritmo y las voces
encajan a la perfección con la intención del texto.
‘Career
of evil’ (1974) de los fabulosos Blue Öyster Cult también tira del heavy metal más
sólido para hablar del mal. La letra es de Patti Smith y trata de un tío endiablado,
perfectamente perverso y sin ningún límite ético o moral, como queda claro en
los versos: “quiero que tu mujer sea mía esta noche (…) quiero robar y no me
disculparé (…) es mi carrera de maldad (…) me gustaría tomar tu cerebro (…) me
gustaría tomar a tu hija en un camino de tierra”. Evocador y muy a la clásica
es el ambiente que crean, sobre todo la guitarra y el órgano, que hoy parecen
casi de terciopelo pero que, entonces, resultaban demoledores. Siempre es
gratificante recordar a esta banda.
Los
terroríficamente divertidos The Cramps cantaron varias veces a estos asuntos de
la malicia, aunque jamás abandonaron el tono humorístico y sarcástico. Entre
sus títulos más recordados está el ‘Goo goo muck’ (1981), que aunque no sea de
cosecha propia, ya se asocia a la singular banda californiana. Sus frases dan
impresión de ser una seria amenaza: “Cuando se pone el sol me convierto en porquería
pegajosa, (…) soy un cazador de cabezas que busca en la noche (…) sí, la ciudad
es una selva y yo soy una bestia”, sin embargo, la bestia de la que habla es un
adolescente en busca de ligues…, o sea, la cosa no va más allá del exceso de
hormonas juveniles y poco tiene que ver verdaderas ganas de hacer daño. Su
instrumentación esquemática (sin bajo) y la voz profunda e inquietante de Lux
Interior redondean una canción que, sin duda, es sólo rock & roll.
No
dejaron los imprescindibles Ramones de reflejar la maldad en temas como ‘Chainsaw’
(1976). El cuarteto se inspiró más de una vez en películas de terror y serie B,
en este caso en la aquí se tituló ‘La matanza de Texas’, una peli en la que la
maldad y el sadismo alcanzan cimas delirantes. El chirriante y aterrador sonido
de la sierra de cadena se mezcla con la chisporroteante guitarra para conseguir
un efecto devastador…, como si el horroroso ‘Cara de cuero’ te persiguiera con
la motosierra pidiendo sangre. El texto, como habitualmente en Ramones, no da
mucho de sí, y apenas hay insinuaciones, todo lo más: “tú nunca te irás de aquí
(…) la matanza de la sierra de cadena de Texas (…) se llevaron a mi chica, pero
tú nunca te irás de aquí”. No tiene gran cosa, cierto, pero su fuerte era el
todo final, y no se paraban mucho en las letras, al menos al comienzo (hay que
tener en cuenta que todo el álbum se grabó en una semana y costó unos seis mil
pavos). La canción va de malísimos, sin embargo, los neoyorquinos lo presentan
como una maldad en clave punk, simplona e irreverente, pero también ingenua.
Hay
veces que hay que poner un poco de distancia para no dejarse llevar. Para eso,
el R & R es ideal.
CARLOS
DEL RIEGO
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