Estado en que quedó el bus de Metallica tras el accidente en el que murió su bajista, Cliff Burton
La muerte de Ozzy Osbourne ha sido
primera página en todo el mundo, demostrando que un histórico músico de rock
puede convertirse en auténtico icono social. El ex Black Sabbath murió por
causas naturales, sin embargo, los músicos (en general) no suelen fallecer por
esas causas, sino por los excesos y la carretera. La lista de artistas de la
música que dejaron la piel en el viaje es interminable, incluso Ozzy estuvo a
punto de palmar en el camino
Si se piensa detenidamente, el músico
de rock pasa más tiempo de gira que en casa, es decir, echa más tiempo yendo de
un escenario a otro, de una ciudad a otra, que en cualquier otra cosa. Hay que
pensar que programan treinta, cuarenta, cien conciertos en unos cuantos meses,
lo que significa que casi siempre están en peligro de sufrir accidentes. No
será necesario recordar los
Siniestros mortales más famosos: el de
Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Boper o el de Lynyrd Skynyrd. Pero hay muchos
otros que afectaron (a veces de modo fatal) a muchos otros nombres propios de
la historia del rock.
El mencionado Ozzy pudo palmar cuando
mordió el murciélago que le lanzó el público y él se metió en la boca creyendo
que era de plástico… Y también cuando una avioneta se estrelló tras tocar el
autobús en el que Ozzy dormía de camino a otro concierto. A finales del 79 el
cantante había sido expulsado de su banda e inició su carrera en solitario.
Para ello contó con varios músicos, entre ellos el guitarrista Randy Rhoads
(fundador de Quiet Riot). En marzo de 1982 Ozzy y su grupo estaban de gira en
Florida. Iban en un autobús y el conductor (Andrew Aycock) paró en un área de
descanso al lado de un aeropuerto. Como tenía licencia (caducada) de piloto, y
en este aeropuerto había una avioneta de un amigo suyo, ofreció dar un paseo en
avión a varios de los músicos. Aceptaron Rhoads y la maquilladora del grupo,
Rachel Youngblood, mientras el resto de la expedición prefirió quedarse en el
bus a descansar. El caso es que Aycock pilotó la avioneta y, en cierto momento,
sobrevoló a muy baja altura el autobús (tal vez queriendo hacer una gracia)
hasta que con un ala lo rozó, perdió el control y se estrelló contra una casa
provocando una gran explosión y un gran incendio. Murieron los tres ocupantes
del avión, que ardieron hasta quedar irreconocibles (a Rhoads, de 25 años, lo
identificaron por sus joyas). Ozzy salió del autobús y sólo pudo presenciar las
tremendas llamas que devoraron aeronave y ocupantes, pero bien pudo el avión
chocar de pleno contra el bus y llevarse por delante a todos, incluyendo al
propio Osbourne.
Otros no tuvieron tanta suerte. Metallica
estaba de gira por Suecia promocionando
su último Lp, ‘Master of puppets’. En septiembre de 1986 iban en autobús a la
siguiente ciudad. Las heladas carreteras escandinavas traicionaron al
conductor, que se encontró con una placa de hielo, derrapó y perdió el control.
El autobús volcó y el bajista Cliff Burton salió despedido, con la malísima
suerte de que el vehículo le cayó encima, pereciendo en el acto (tenía 24
años). Todos salieron y gritaron aterrorizados al ver a su amigo aplastado. Al
parecer, en el autobús había literas para que durmieran, y Burton ganó a las
cartas una de arriba al guitarrista Kirk Hammett, que salió ileso…
Uno de los más reputados guitarristas
del universo del rock era Stevie Ray Vaughan. En agosto de 1990 montó en un
helicóptero al terminar un concierto en Wisconsin para ir al siguiente, en
Chicago. En realidad los músicos (entre los que estaba Eric Clapton, que
formaba parte de la gira) alquilaron cuatro aeronaves para el desplazamiento.
Al parecer, la densa niebla no permitió al piloto del helicóptero en el que iba
Vaughan ver una pequeña colina y se estrelló. Murieron todos, el piloto, tres
integrantes del personal de la gira y el propio Vaughan (de 35 años), con
tremendas lesiones por todo el cuerpo. No habían recorrido ni un kilómetro
desde el despegue.
Otis Redding ya era una gran estrella
del soul e incluso del pop en 1967. Tanto que se había comprado una avioneta
para ir de un concierto a otro junto a su grupo, The Bar-Kays (algunos de cuyos
integrantes eran menores de edad y viajaban con permiso de sus padres). Apenas
faltaban tres minutos para el aterrizaje cuando la avioneta se estrelló, en
medio de una densa niebla, en el lago Manona, cerca de Wisconsin¸era diciembre
de ese año. Sólo se salvó el trompetista Ben Cauley, quien salió despedido y se
mantuvo agarrado al cojín de un asiento en el agua helada hasta que llegó el
rescate; no sabía nadar y nada pudo hacer por sus compañeros. Tres días antes
Otis había grabado su icónico ‘Sittin' on the dock of the bay’, que al poco se
convirtió en un enorme éxito. Tenía 26 años.
Uno de los pioneros del rock fue el
recordado cantante, compositor y guitarrista Eddie Cochran, quien dio forma al
primer rock & roll y a muchos de los tics que luego fueron habituales en el
nuevo género musical, sin olvidar que algunos de su éxitos, como ‘Summertime
Blues’, ‘C'mon everybody’ o ‘Somethin' else’, son ya clásicos que siguen
sonando tantísimos años después. A comienzos de 1960 decidió irse de gira por
Inglaterra junto a su colega Gene Vincent y su novia, la cantante y letrista
Sharon Sheeley. El público llenaba los locales noche tras noche, así que decidieron
quedarse otros dos meses tocando por todo el Reino Unido. El 16 de abril de ese
año actuaron en Bristol y al acabar tomaron un taxi para ir al aeropuerto de
Londres. El taxista perdió el control y se estrelló contra una farola. Gene y
Sharon sobrevivieron, pero Eddie salió despedido y, horas después, murió en el
hospital a causa de las gravísimas heridas. Tenía 21 años.
Son sólo unos pocos de la larguísima
lista de músicos (incluyendo muchos españoles como Eduardo Benavente, Tino
Casal, el teclista y cantante de Triana Jesús de la Rosa, Cecilia, Nino Bravo
…) que dejaron la vida en la carretera, de concierto en concierto. El éxito
exige tributo.
CARLOS DEL RIEGO
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