Hace medio siglo las cosas eran muy
diferentes: la tecnología, las ideas, las modas, los coches, el cine, la tele…
y también el rock & roll. Quienes estaban entonces seguro que recuerdan
mucho de los primeros años setenta del siglo pasado, y quienes ya tuvieran en
la sangre el rock & roll también añorarán aquellos días de pantalones
campana y bandas de rock duro. El 74 fue un año inolvidable para los amantes
del rock clásico
Se necesita tener años para recordar
que en 1974 se sufría la crisis del petróleo que explotó el año anterior y que
provocó un aumento desmesurado del precio de los combustibles. Fue el año en
que dos periodistas consiguieron que el mismísimo presidente de EE UU, Richard
Nixon, dimitiera a causa del escándalo Watergate. Se celebró el Mundial de
Fútbol de Alemania, en el que triunfó la anfitriona capitaneada por Franz
Beckenbauer ante la Holanda de Johan Cruiff. El boxeo era un deporte
mayoritario, por lo que el combate entre Muhammad Alí (ex Cassius Clay) y George
Foreman en Zaire fue otro de los acontecimientos deportivos del año. En China
apareció el asombroso ejército de guerreros de terracota (8.000 soldados, casi
700 caballos y 130 carros), que fueron enterrados a finales del siglo III a de
C. En la Unión Soviética Alexander Solzhenitzyn es detenido por haber publicado
(a finales del año anterior) ‘Archipiélago Gulag’, lo que causó un enorme
revuelo en todo el mundo. La población mundial alcanzó los cuatro mil millones
de almas. Y los amantes del automovilismo quedaron fascinados ante el primer VW
Golf.
Fue un fantástico año para el universo
del rock & roll. Los grupos de rock duro, sinfónico y progresivo dominaban
la industria, aunque una sacudida estaba a punto de cambiar las cosas. Y es que
en 1974 tuvo lugar en Nueva York el primer concierto de Ramones, el 30 de
marzo, que muy pronto causarían sensación en su debut en la emblemática sala
neoyorquina CBGB; un par de años después salió su primer disco y la música punk
irrumpió en todo el mundo (dando lugar, luego, a la ‘new wave’). Formado el año
anterior, AC/DC encontró a su cantante, Bon Scott, quien al poco actuó por vez
primera con la banda, que publicó su primer disco el año siguiente. Murió de un
infarto Mama Cass Elliot, la inolvidable cantante de Mamas & The Papas a
los 32 años. Y también murió la viuda de Jim Morrison (quien había muerto a los
27 años en 1971), Pamela Courson, que también tenía 27.
Una mínima lista de elepés y canciones
que merecen ser recordadas sería casi interminable. De hecho, hay muchos
títulos que, medio siglo después, aun siguen sonando, como el elegante ‘The
Jocker’ de Steve Miller Band, como el estiloso y original ‘Rebel rebel’ de
David Bowie, o el pegajoso ‘Dreamer’ de Supertramp. A diario se escucha, aquí o allá,
el ‘Sweet home Alabama’ de Lynyrd Skynyrd, y se deja uno llevar por la
cadenciosa melodía del ‘No woman no cry’ de Bob Marley. El ‘Killer Queen’ de
Queen no pierde frescura y atractivo medio siglo después de que asombrara y
maravillara a millones en todo el mundo. Y el ‘Dark side of the moon’ the Pink
Floyd sigue produciendo singles para la eternidad, como ‘Money’.
Tal vez no sean tan recordadas, pero siempre
resultan apetecibles el ‘Band on the run’, primer single del tercero de Paul McCartney
en solitario; igual que la enorme versión del ‘Jambalaya’ de Hank Williams en
la voz de Karen Carpenter; el ‘Radar love’ de Golden Earring no deja de causar
sensación por más veces que suene; y lo mismo puede decirse del trepidante ‘You
ain´t seen nothing yet’ de los canadienses Buchman Turner Overdrive. De
Alemania llegó otra propuesta que abrió nuevos caminos: el ‘Autobahn’, cuarto
Lp de Kraftwerk y el primero que alcanza difusión mundial, hasta el punto de
ser calificado como el pionero absoluto de la música electrónica, el tecno e
incluso el electro-funk. Fue el año del ‘It´s only rock & roll’ de los
Stones, y también de otras maravillas casi olvidadas, como el ‘Cats in the cradle’
de Harry Chapin, la saltarina ‘Down down’ de Status Quo o la versión del ‘Train
kept a rolling’ de Aerosmith, la más bruta de su discografía.
En España se formaron ese año grupos
tan señalados como Ñu (con Rosendo) o Burning (que ya publican su primer single
‘Estoy ardiendo’); triunfaba Barrabás, la banda formada por Fernando Arbex tras
la disolución de Los Brincos y del efímero Alacrán, con una potente combinación
de funk y rock que logró éxito incluso fuera de España con temas como el ‘Hi
Jack’ de este 1974; el sonido etéreo de Módulos tenía mucho del rock progresivo
que invadía Europa. Desde Sevilla llegaba Storm, que publicaron su primer Lp y
telonearon a Queen en Barcelona. Y apareció Triana (que debutaría en disco el
año siguiente): era el nacimiento del rock andaluz.
Y seguro que los que estaban entonces
podrían añadir mucho más.
CARLOS DEL RIEGO
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