miércoles, 1 de febrero de 2023

LA CENSURA ISLAMISTA VENCE A LA LIBERTAD EN UNA UNIVERSIDAD DE EE UU

 


La doctora López.

Así habrá que mostrar las ilustraciones de este libro
 

Una profesora de la universidad de Hamline ha sido despedida, tras denuncia de alumnos musulmanes, por haber mostrado en clase de Arte (en realidad en una actividad de debate) unas láminas de un libro escrito en el siglo XIV en las que se representaba una imagen del profeta Mahoma. Ella avisó varias veces de que iba a mostrar esa imagen y que quien quisiera podría retirarse. Pero claro, si esos musulmanes no se hubieran quedado no podrían haberse sentido ofendidos y tampoco protestado. Esa universidad se rindió ante la censura

La Universidad Hamline ha sido derrotada por una minoría que se ha impuesto a la libertad de cátedra, de enseñanza, de aprendizaje y, en fin, a la libertad de quienes sí quieren aprender. Así, ante la protesta de unos pocos alumnos musulmanes, esa Universidad estadounidense ha considerado que todo es sacrificable para mantener contentos a unos pocos alumnos que profesan la religión que más atenta contra los Derechos Humanos, tengan o no razón. Se sabe que muchos de los estudiantes de dicha Universidad, incluyendo musulmanes, están totalmente en contra de la decisión del centro y a favor de la profesora, Erika López Prater, pero no se atreven a levantar la voz, pues la inquisición se les echaría encima y se verían perseguidos como lo fueron los herejes hace siglos, exactamente igual. 

Sorprende que la religión haya sido expulsada de los centros docentes en EE UU y, sin embargo, se arrodillen ante otra religión. Y tampoco resulta fácil de entender cómo se escandalizan por mostrar una imagen de la Edad Media y no montan un monumental escándalo por lo que sucede con las mujeres en Irán y en otros países islámicos, donde son habituales las ejecuciones, la homosexfobia, el racismo…  

El caso es que la doctora López daba un curso que incluía un debate ‘on line’ sobre esa obra de arte que incluye un dibujo de Mahoma recibiendo la Revelación; esta pieza literaria (una obra de arte según los especialistas) ha sido estudiada y utilizada habitualmente en estudios de Historia del Arte, Historia Musulmana, Historia del Arte Musulmán. Como la docente se barruntara problemas, avisó varias veces, en conjunto y uno por uno, a los alumnos musulmanes para decirles que no era obligatorio asistir al debate ni mirar las imágenes. En fin, que si vieron las ilustraciones fue porque así lo desearon, o sea, que si se ofenden al ver un dibujo del Profeta ¿por qué hicieron todo lo posible para ver ese dibujo? La respuesta es fácil: para así poder presentarse ofendidísimos, para ser protagonistas y aparecer en las redes, para presumir de haber hecho que una universidad hincara la rodilla ante las ideas islámicas. De hecho, el periódico estudiantil del centro sentenció que enseñar esa imagen constituye un “incidente de odio, discriminación, irrespetuoso e islamófobo”. Y la directora de Hamline declaró: “El respeto por los estudiantes musulmanes debería haber reemplazado a la libertad académica”. 

Es difícil ser más servil, más entregado y sometido al ‘qué pensarán si no me pongo de parte de la minoría aunque no tenga razón’. Y es que el racista, el verdadero racista está tratando continuamente de demostrar que no lo es, y para ello nada mejor que denunciar situaciones, actos o personas que puedan interpretarse racistas; igual que hacían los conversos para hacer méritos ante la inquisición: denunciar, denunciar con o sin pruebas. Igualmente, el que lleva dentro el racismo siempre claudicará ante el ofendido para no parecerlo.   

Es una bajada de pantalones, como la que escenificaron en una universidad de Alemania en la que dieron un título a uno de los musulmanes que se estrelló contra las torres gemelas; el título se lo iba a entregar una mujer, pero él no tocaría ni recibiría nada de un ser impuro, así que los rectores de la uni germana claudicaron y se lo entregó un maromo. Como en aquella otra universidad de EE UU donde prohibieron que tocara un grupo de música funk porque algunos de sus miembros no eran negros… De hecho, otros profes de ese país ya habían sido despedidos por asuntos parecidos. El totalitarismo, fanatismo, prejuicio e intolerancia se han adueñado de no pocas universidades, precisamente donde debería reinar todo lo contrario. 

Si la cosa sigue por ese camino, pronto pedirán que no se muestren imágenes de mujeres, ese ser impuro, ni de símbolos cristianos en clase de Historia del Arte porque no es la religión verdadera, ni de Buda por lo mismo, ni de los dioses griegos o romanos... Sólo hacen falta estudiantes y directores como los de la Universidad de Hamline, donde la libertad se supedita al deseo de unos pocos que hicieron todo lo posible por provocar el incidente. 

CARLOS DEL RIEGO

2 comentarios:

  1. Guillermo Del riego gordon18 de febrero de 2023, 7:03

    Universidad de Amelin?. tendrán flautista?.o perro flauta.estoy muy ofendido por muchas cosas que no me gustan y me tengo que hacer musulman, para que me "obedezcan"?.
    Serán flautistas ?, que dominan tanto a niños como a ratas

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    1. Buena reflexión, para que me hagan caso y hagan lo que quiero, lo mejor es hacerse musulmán

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