domingo, 5 de febrero de 2023

EL ROCK ESPAÑOL SE CONJURA CONTRA EL DISIDENTE, CONTRA SHERPA

 


 Sherpa, has sido cancelado, señalado, aislado como los leprosos en la antigüedad

Desde hace unos meses (años)nla esfera del heavy rock en España mantiene una polémica de carácter ideológico que enfrenta a un ex Barón Rojo, Sherpa, contra los integrantes de Obús, representados por su cantante, Fortu, y todo un colectivo que se ha unido bajo el nombre de ‘Rock contra el fascismo’. La raíz del problema fueron unas declaraciones de Sherpa a contracorriente de la ideología imperante. Así, Sherpa se ha convertido en disidente perseguido

El rock siempre ha supuesto rebeldía, desafío a la autoridad, protesta contra el pensamiento y la corriente dominante, inconformismo, desobediencia, gritos contra el poder político y contra lo establecido. Actualmente sin embargo, abundan los grupos de rock que repiten las consignas de los que mandan, las cuales coinciden con las que se han impuesto en gran parte de las sociedades occidentales. De este modo, el músico de rock que se atreva a discrepar del pensamiento único será tachado de lo típico: fascista, facha, ultra, carca, retrógrado… En fin, el rock (o gran parte de él) claudica ante el pensamiento mayoritario y ante el poder político. 

Eso es lo que ha pasado con el bajista, cantante y compositor José Luis Campuzano, el Sherpa. Se ha atrevido a expresar un pensamiento contrario a la corriente mayoritaria (como muchos hicieran otras veces) y rápidamente los esclavos de su ideología se han lanzado contra él, y en manada, uniéndose wn torno a una asociación de alrededor de mil músicos que se intitulan ‘Rock contra el fascismo’, aunque sería mucho más preciso ‘Rock contra Sherpa’. El problema es que se acusa de fascista con mucha facilidad, basta con que no se esté de acuerdo con la corriente de pensamiento que dicta cómo hay que pensar. No es que un músico o cualquiera esté en contra de los derechos humanos evidentes (Sherpa nunca ha dicho nada contra ellos), sino que basta con que se critiquen los métodos, leyes o acciones para hacerlos valer (Sherpa sí que ha criticado estos), y entonces ya se puede decir que este o aquel es un facha. 

Por eso Campuzano Sherpa es actualmente el enemigo número uno del rock español, por haberse rebelado contra las ideas mayoritarias coincidentes con el poder político, algo que siempre fue característico del rock. Se puede estar de acuerdo o no con el músico (de hecho lo lógico es estar en contra de algunas de sus manifestaciones), pero de lo que no cabe duda es que se ha convertido en el disidente, el resistente, el heterodoxo, el que levanta la voz para oponerse… Sorprende que muchos de sus colegas se unan contra él por contrariar sus ideas, incluso amigos con los que compartió todo durante muchos años de repente lo insultan, lo desprecian, lo condenan…, esto sin duda duele porque no deja de ser una traición. En realidad este es el problema de fondo: muchísimas personas están tan ciegamente convencidas de su idea que no se dan cuenta de que se han convertido en esclavos de esa ideología (que les dicta cómo pensar, cómo hablar, cómo actuar), y por ello no soportan que haya voces que discrepen, y por ello reaccionan con la ira del fanático. Así lo hacían los falangistas y los franquistas en los 70. Porque, realmente, el por qué de la ‘cancelación’ de Sherpa es pura ideología: él está en contra de la ideología que profesa la mayoría de sus colegas, los cuales se revuelven contra el disidente que critica la que ellos creen única verdad posible y aceptable. Hubo unos raperos que animaban a matar, y contra ellos nada dijeron los que hoy repudian a Sherpa; a éste no lo acoge la libertad de expresión, a aquellos sí. 

Sherpa va camino de los 73 años, pero por lo que se ve aun tiene ganas de rebelarse, de hacer lo que siempre hicieron los músicos de rock. 

CARLOS DEL RIEGO

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