Canned Heat en aquellos años sesenta. |
Así, en la conocida como la ‘década prodigiosa’,
casi todos los subgéneros del R&R que pasarán a formar parte de la cultura
del planeta inician su andadura; es decir, es en aquel decenio cuando el
muestrario se abre. El pop melódico, el rock sicodélico, el progresivo y el
hard, el soul-funk, el folk-rock y todas las combinaciones que entre ellos se
puedan hacer se presentan en aquellos años; incluso los primeros sintetizadores
aparecen en discos de entonces, lo que significa que hasta el techno está
radicado allí.
Además de los nombres de leyenda y de los grandes
prodigios que salieron de su talento, además de bandas que todo el mundo tiene
en mente cuando se menciona aquella época (Beatles, Stones, Who, Kinks, Faces…,
y Doors, Hendrix, Creedence, Velvet, Dylan…), muchos otros hicieron historia,
algunos con un par de temas y otros con reconocida trayectoria; y desde luego,
merece la pena volver a escuchar algunas muy señaladas canciones de entonces.
Unas nunca han dejado de sonar, mientras que otras resultan de difícil asignación.
Podría hacerse un pequeño programa de radio de clásicos de los sesenta con
estas cinco maravillas.
Por ejemplo, ¿quién recuerda aquella cima de la
sicodelia titulada ‘Incense & peppermints’ (1967) de los angelinos
Strawberry Alarm Clock? Pocas melodías, arreglos y recursos tienen tanta
capacidad evocadora de los años del ‘hipismo psicodélico y ácido’. Habla, claro
está, de alucinógenos y de humos: “lo enciendes, lo afinas y tus ojos dan
vueltas”; además, se dice que en aquellos años se usaba el incienso y la menta
para disimular el olor a ‘maría’. ¿Quién sabe en qué pensaban aquellos?
El insuperable ‘Black night’ de Deep Purple apareció
en 1970 (último año de los sesenta), y si se escucha bien se pueden encontrar
todos los tics y todos los recursos que luego serán moneda común en el heavy
metal: los solos de guitarra y órgano, los alaridos del solista, las
exhibiciones del batería, la estructura de la canción, el perfecto
funcionamiento del dueto bajo-batería para obtener ritmo y densidad… La pieza
se escucha y sigue estremeciendo tanto tiempo después; además, cuando a
principio de los setenta una discoteca pretendía ser rockera, esta ‘Noche
negra’ era imprescindible, ¡y hay que ver cómo la celebraba el personal!
Los Canned Heat también dejaron emblemas del
blues-boogie-rock que se escuchan con agrado e incluso emoción. Desgraciadamente
sus años dorados fueron cortos, debido a la muerte prematura de alguno de sus
fundadores: El Búho Ciego palmó en 1970 (también dejaron este mundo El Oso y El
Girasol). Entre sus joyas imperecederas puede destacarse el maravillosos ‘On
the road again’ (1967). Fina, delicada, exquisita melodía que no ha perdido
encanto a pesar del tiempo transcurrido. La tensión instrumental, el ritmo
irresistible, la voz alta y casi tímida de Allan ‘Blind Owl’ Wilson le dan un
carácter, un estilo, una clase que se nota aun tanto tiempo después.
De los Four Tops (una de las joyas de la Motown) se
pueden rememorar unas cuantas, aunque su tema es el siempre bien recibido
‘Reach out (I´ll be there’), de 1966, escrita por el fabuloso equipo de
compositores Holland-Dozier-Holland. Cientos de versiones en innumerables
idiomas dan cuenta de la popularidad mundial de esta tonada. Algún crítico
afirmó que se trata de una ‘sinfonía soul de proporciones épicas’.
De James Brown apenas se puede añadir nada, al igual
que de su extensa producción. Una de sus canciones más recordadas es el
‘Please, please, please’, título que, realmente, de por sí, tiene muy poca
chicha; sin embargo, la interpretación que El Padrino del Soul regaló en 1964
de ella es, sencillamente, antológica, hipnótica, delirante. Son seis minutos
que dejan boquiabierto a cualquiera.
¡Lo que aun pueden dar de sí aquellos diez años!
CARLOS DEL RIEGO
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