domingo, 10 de julio de 2022

TAMBIÉN LOS BEATLES EMPEZARON POBRES


Año 1957, aun eran The Quarrymen y no tenían ni un chavo, pero poseían ilusión y talento

Todo comienzo conlleva dificultades y estrecheces, sobre todo si se es el primero en adentrarse por caminos totalmente desconocidos e inexplorados. Cuando aparecieron Los Beatles no había modelos de grupos de pop-rock, es decir, tuvieron que ir inventando soluciones según se presentaban los problemas, siempre nuevos. Y como es lógico, la falta de medios y recursos fue constante en sus primeros años, pues todos pertenecían a la clase trabajadora

No tardaron demasiado en convertirse en Los Beatles, pero antes de conseguirlo tuvieron que lidiar con la escasez a tirando de imaginación y una determinación que los llevó, incluso, a ofrecerse para tocar sin recibir nada a cambio. Como es sabido, George Harrison entró en The Quarrymen, que pasaron a llamarse Johnny and the Moondogs; según el libro de Joshua Greene ‘Here comes the sun’, el grupo tenía tales ganas de actuar que aceptaba cualquier actuación que se les propusiera, aunque no hubiera ni contrato ni paga: “Si el organizador se quejaba por la ausencia de batería, ellos alegaban que el ritmo estaba en las guitarras. Sólo querían tocar y estaban dispuesto a todo, aceptaban ir donde fuera y cuando fuera, pubs y pequeños clubes o locales improvisados”.  

 

Aún en su prehistoria, se fueron a una pequeña gira por Escocia, de la que volvieron con malas experiencias, pero experiencia al fin; entonces John rebautizó el grupo como The Silver Beetles. Allan Williams, propietario de un club, les dio una oportunidad: “La noche de su primera actuación George se me acercó y me preguntó si tenía un par de escobas; le contesté que el suelo ya estaba barrido…, se las dimos y esa noche descubrí para qué querían las escobas, y es que estaban tan escasos de dinero que no podían ni comprar los pies de micro, de modo que sus novias y amigos ataban los micrófonos a los palos de las escobas, se colocaban en primera fila y se los ponían a la altura para que cantaran…, y así estaban toda la noche”.

También fue Allan Williams quien los contrató para sus ya legendarias  actuaciones en Hamburgo, donde ganaban la ‘importante’ suma de 15 libras a la semana, pero la cosa se torció cuando la poli descubrió que George era menor de edad y tuvieron que volver a Inglaterra.

Una vez en Liverpool siguieron aceptando tocar donde fuera y a cambio de lo que se les diera. Y un buen día Brian Epstein se cruzó en su camino y cambió la historia de la música popular. Pero en aquel 1962, cuando planeaban sus primeras grabaciones, Brian vio que el grupo estaba muy falto de material e instrumentos. Dice la leyenda que en otoño del 62 George y John fueron juntos a una tienda de música de su ciudad llamada ‘Rushworth's Music House’, donde ambos quedaron enamorados de unas preciosas Gibson J-160 E, que costaban 161 libras cada una, un precio muy por encima de sus posibilidades. Brian se hizo cargo del pago como una especie de préstamo, aunque seguramente Epstein nunca les exigió que se lo devolvieran… George y John usaron esas guitarras hasta que a finales de 1963 algún indeseable robó la de Lennon, quien unos meses después se compró otra idéntica, esta vez sin que nadie le ayudara a pagarla.

Nunca más necesitaron financiación ni pasaron estrecheces, pero en sus inicios fueron tan pobres como casi todos los grupos que empiezan. Y es que la falta de medios no es problema si hay ilusión, constancia y talento.    

CARLOS DEL RIEGO

No hay comentarios:

Publicar un comentario