Más de cuarenta años separan a Sharona Alperin de 'My Sharona'
¡Cuántas veces se canta apasionadamente una canción sin saber realmente de qué va o de quién habla! Y es que en algunas ocasiones las letras se refieren a personas concretas, como sucede con algunas de las piezas más recordadas, tarareadas y escuchadas. Por ejemplo, ‘Billie Jean’, ‘My Sharona’ o ‘Layla’ (no es necesario decir de quién son), cuyas melodías forman parte de la cultura del siglo XX y cuyas letras se inspiraron en personas concretas
Uno de los títulos más vendidos, difundidos y escuchados de la historia de la música es, sin duda, el ‘Billie Jean’ de Michael Jackson. El talento del malogrado artista produjo muchos más temas de éxito, canciones que permanecerán y sonarán durante muchos años. En 1982 publicó el memorable ‘Thriller’ con, entre otras, la irresistible ‘Billie Jean’. Para entonces sus fans estaban más que entregados, llegando algunas veces a un fanatismo peligroso. Así, según biógrafos y expertos, Jackson escribió ‘Billie Jean’ a raíz del acoso de uno de sus fans. Su biógrafo Randy Taraborrelli siempre ha afirmado que una fan empezó a escribir cartas al músico en 1981, señalándolo como el padre de su hijo; las misivas llegaban a diario a casa de Jackson, hasta que una vez en lugar de carta lo que le llegó fue un paquete con una pistola, cosa que (siempre según Taraborrelli) dejó al cantante muy preocupado. El productor Quincy Jones corroboró el origen de esa canción: “Michael Jackson me dijo que un día, al despertar, vio a la acosadora (que había saltado la valla de su casa) tumbada tranquilamente al lado de la piscina”. Sin embargo, el propio Jackson dejó escrito que ‘Billie Jean’ es “una combinación de personas, más relacionadas con mis hermanos que conmigo”; aunque es posible que dijera tal cosa tratando de no dar publicidad a la acosadora y deseando olvidar cuanto antes el acoso. Sea como sea, los versos del tema son muy explícitos.
¿Quién no ha cantado a voz en grito aquello de ‘My Sharona’? Aunque el nombrecito es raro hasta para EE UU, la inmortal canción con la que The Knack rompió las listas en 1979 se refería concretamente a una chica así llamada, Sharona Alperin, que durante unos tres años fue la novia de Doug Fieger, autor, cantante y guitarrista. De hecho es ella quien sale en la portada del disco. Según Sharona, “la sesión de fotos duró menos de diez minutos, y la foto elegida nos pareció entonces bastante provocativa porque se me ven los pezones a través de la camiseta; hoy eso no merecería ni comentarios”. Número uno en medio mundo aquel año, periódicamente reaparece y vuelve a funcionar tanto entre los añosos como entre los recién llegados. La protagonista declaró que hubo un tiempo en que sonaba tanto por la radio que al comenzar los primeros compases apagaba su receptor, pero “ya no me molesta aunque suene sin parar, además, ¿a cuántas personas les han escrito una canción tan emblemática y tocada por el éxito?”. Sharona Alperin también relata divertidas anécdotas: “Cuando alguien me presenta diciendo ‘esta es Sharona’, tres de cada cuatro dicen al momento, ‘My Sharona’, y el cuarto se nota que lo está pensando. Es muy divertido”. Hoy, la señora Alperin tiene una agencia inmobiliaria en California cuya web es, claro, mysharona.com.
Todo buen conocedor del rock y sus entresijos sabe que Eric Clapton escribió el inmortal ‘Layla’ (1970) pensando en la novia de George Harrison, Pattie Boyd, de la que estaba perdidamente enamorado. El riff que preside todo el tema pone firme a todo amante del rock, pero es en la letra donde Clapton se desnuda: “Layla, me tienes de rodillas, Layla te lo ruego, Layla ¿no aliviarás mi mente dolorida?” Patty Boyd era una modelo de la que se enamoraron Harrison y Clapton, amigos íntimos que, a pesar de todo, nunca dejaron de serlo. Y eso que las intenciones de Clapton siempre fueron muy claras, como indica la canción. La propia Pattie declaró: “Cuando comprendí que había inspirado tanta pasión y tal caudal de creatividad, no pude resistir más…, la canción me superó”. Y tuvo una aventura con el guitarrista, breve pero aventura. Luego, en el 74, Pattie se separó del ex Beatle, muy mujeriego, y cinco años después, en el 79, se casó finalmente con Clapton, para divorciarse (drogas, infidelidades) diez años después. Asombrosamente, a pesar de todo, George y Eric siempre fueron como hermanos: “Nunca pude entender cómo fueron siempre tan amigos y cariñosos el uno con el otro”. Claro que Harrison no iba a ser menos que Clapton, así que le escribió a Pattie otra canción inolvidable, ‘Something’.
Hoy se han ido a un plano más discreto, pero en 1982 Dexys Midnight Runners convirtieron en gran éxito su tema ‘Come on Eileen’, una trepidante pieza que combinaba folk celta, pop e incluso soul; escrita por el solista Kevin Rowland, nuevamente la canción se refiere a un chica, llamada Eileen claro, amiga de la infancia, compañera de iglesia y luego novia de Rowland. El caso es que ambos crecieron en una rígida comunidad católica, algo que se refleja en la letra, ya que habla de los sentimientos encontrados del adolescente que enfrenta su nacida sexualidad a unas creencias religiosas con muchas exigencias y culpas... El propio Kevin Rowland explicó: “Manteníamos una relación muy pura, pero cuando cumplimos los 14 ó 15 años el idilio empezó a ‘ensuciarse’…, y es lo que quise expresar en la canción, de eso trata”.
Hay algunas más que fueron enormes éxitos y que surgieron a partir de una persona concreta. Por ejemplo, ‘Donna’ (1958) de Ritchie Valens, hecha explícitamente para su novia adolescente, Donna Ludwig; tres meses después de su publicación, Ritchie Valens murió en aquel accidente de aviación (‘el día que murió la música), con sólo 17 años, sin ver el éxito que logró su ‘Donna’. Y es sabido que la deliciosa y eternamente atractiva ‘Hey Jude’ (1968) de los Beatles la escribió Paul para animar y dar esperanzas a Jules Lennon (inicialmente se iba a titular ‘Hey Jules), puesto que sus padres John y Cynthia Powel acababan de separarse.
CARLOS DEL RIEGO
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