El rock siempre ha manifestado un
espíritu pacifista a pesar de las actitudes pretendidamente agresivas de muchas
de sus estrellas; puede haber excepción en algunos punk, pero con más ardor ingenuo
e infantiloide que otra cosa. Así, hay muchas canciones que hablan de la
guerra, casi todas centradas en las guerras del pasado siglo. Algunas se
convirtieron en iconos pacifistas
Uno de los temas más presentes en la
Historia del Arte es el conflicto, el enfrentamiento, la pelea, la guerra; y
los artistas lo han tenido fácil, puesto que en los últimos 5.300 años (cuando
la escritura empieza a dejar constancia) no hay período sin guerra. ¡Cuántos
cuadros, esculturas, novelas o piezas musicales encontraron en el choque de
sables su temática! Un estilo musical tan ardiente como el rock no podía ser
ajeno al campo de batalla, de modo que las guerras del siglo XX (las guerras
púnicas o la invasión de los hunos quedan algo lejos) fueron inspiración
inagotable para el rock, pop, soul, blues…
En primer lugar hay que dejar claro que
es raro, muy raro, el autor, grupo o solista que, en mayor o menor medida, no
ha mostrado su repulsa hacia la guerra. Una de las más evidentes referencias a
la indeseable guerra es el ‘War’, compuesta para Temptations y, con más éxito,
para Edwin Starr. En clave funk-soul y con un atractivo especial, repite un
diálogo que es toda una declaración: “Guerra, ¿pará que sirve?, absolutamente
para nada”.
John Lennon cantó mucho contra la
guerra; su ‘Imagine’ dice “Imagina (…) nada por lo que matar o morir (…)
imagina a toda la gente viviendo paz”; y aún más claro quedó con el coral ‘Dad
una oportunidad a la paz’ (‘Give peace a chance’). Por su parte, Paul, años
después publicó su Lp ‘Pipes of peace’.
‘All together now’, de los ingleses The
Farm, mira hacia la Primera Guerra Mundial, y cuenta un suceso que ocurrió en
las navidades de 1914 (y del que se ha hablado muchas veces): soldados
británicos y alemanes apartaron momentáneamente las armas y, en tierra de nadie
(“no man´s land”), jugaron un partido de fútbol “en las trincheras de Bélgica”.
La base musical es el célebre ‘Cannon’ de Pachelbel, sobre el que The Farm
construyó una canción aun con aires de los ochenta pero mirando a los noventa.
‘Masters of War’, de Bob Dylan, no
denuncia la guerra, sino a los que las provocan y se benefician de ellas, es
decir, acusa a todo el entramado industrial que pone en marcha una guerra: quienes
construyen las armas y “se esconden detrás de la mesa del escritorio”, quienes
“juegan con el mundo” y quienes “como Judas mienten y engañan”; a todos los maldice
con el concluyente “incluso Jesús nunca olvidará lo que hacéis”. Igualmente,
‘Dogs of War’, de Pink Floyd, señala la motivación económica de la guerra, urdida
por políticos e industriales de las armas, que usan “carne y hueso como
moneda”.
Con ‘Enola Gay’, Orchestral Maneuvres in
the Dark rememoran el horror de la bomba atómica que arrasó Hiroshima; a lo
largo del tema se pregunta si “estará orgullosa la madre de Little boy”, nombre
que se dio a la bomba, pero alude a la madre del piloto que la lanzó, Paul
Tibbets, el cual, al parecer, bautizó al avión ‘Enola Gay’ en honor a su madre.
Divertida es ‘Two tribes’, de Frankie
Goes to Holliwood, que escenifica la Guerra Fría y la amenaza nuclear. Las dos
tribus que pelean son los dos bloques separados por ‘El telón de acero’ hasta
1989. El desternillante vídeo es más que ilustrativo: dobles de Reagan y del
presidente soviético (Andropov o Chernenko) se zurran en la arena jaleados por
sus aliados. También el ‘Wind of change’, de Scorpions, se localiza en los
últimos momentos de la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín; habla de la
esperanza que traen estos ‘Vientos de cambio’, que danzan en una típica balada
heavy.
La más recordada en torno a la Guerra de
Vietnam (una obsesión para los estadounidenses) es el ‘Fortunate son’ de
Creedence Clearwater Revival, que denuncia toda iniciativa bélica a través de
la guerra del napalm. El propio John Fogerty explicaba que se le había ocurrido
al enterarse del matrimonio entre el nieto del ex presidente Dwight Eissenhower
y la hija del presidente Nixon, y que entonces pensó en que ninguno iría a
Vietnam, puesto que eran ‘Hijos afortunados’. Es ya un himno antimilitarista.
Los inolvidables Ramones, en su ‘Commando’, hablan de las guerras a través de
las películas, lanzando versos tan explícitos como “Ellos se preparan para
Vietnam” y luego “Desde Hanoi a Berlín Este”. También el ‘19’ de Paul Hardcasttle
peleaba en la jungla de Vietnam, señalando que la media de edad de los soldados
USA era de 19 años. Y el ‘21st Century schizoid man’, de King
Crimson, insinúa “la inocencia violada con fuego de napalm”; según desveló el
guitarrista Robert Fripp, está dedicada a Spiro Agnew, el vice de Nixon, “que
tan simpático nos caía”.
El ‘Brothers in arms’ de Dire Straits
está escrita como repulsa a la Guerra de las Malvinas. El título, ‘Hermanos de
armas’ o ‘Hermanos de guerra’, puede indicar
fraternidad tanto entre compañeros de trinchera como entre enemigos; en
todo caso, sentencia: “Somos tontos en hacer la guerra”.
Sobre el conflicto irlandés hay mucho.
‘Sunday, boody sunday’, de U2, mira hacia el suceso conocido como ‘Domingo
sangriento’: en enero de 1972 tropas inglesas dispararon contra una
manifestación pacífica con resultado de 14 manifestantes muertos. Elvis
Costello escribió el ‘Oliver´s Army’ tras un viaje a Belfast, pero además de
referirse al conflicto norirlandés, pensaba también en Palestina o Sudáfrica
(entonces, 1978, con régimen racista). Y ‘Zombie’, de The Cranberrys, denuncia la
barbarie del Ira, y habla de aquella
bomba que acabó con dos niños.
Greenday hizo su poderoso ‘American idiot’
cuando la Guerra del Golfo; denuncia el uso de la guerra en los medios de
comunicación, sobre todo la tele, que alternaba escenas de gran violencia con
los anuncios más frívolos.
‘Spanish bombs’, de The Clash, es acaso
el título más famoso de los pocos que se sitúan en la Guerra Civil Española; en
él se compara en tono crítico el enfrentamiento fraternal español con los
aviones llenos de turistas que viajan a España; hay mención especial a los
“negros coches de la Guardia Civil” y a Lorca; también se apuntó que esas
‘bombas españolas’ tenían una referencia a las bombas de la Eta en los últimos
años 70. Muchas frases en español (con mala pronunciación y escaso sentido) y
un ritmo endiablado la mantienen siempre fresca y lista para el combate.
Y también sobre la Guerra Civil escribió
el excelente grupo leonés Fundición Odessa, que grabó dos versiones de ‘España
en Guerra’, en 1988 y 1993. En sus versos se casi se escuchan los tiros: “Es tu
guerra, ¿no la ves? España en guerra en el 36”.
CARLOS DEL RIEGO
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