La guitarra de cinco mástiles de Rick NIelsen, de Cheap Trick, se antoja pesada y muy difícil de manejar |
Esa 'Strato' que el propio Hendrix pintó y quemó en Monterrey es una de las guitarras icono del rock |
Gene Sommons exhibiendo su hacha |
Podría decirse que la
guitarra eléctrica es el instrumento-icono del rock. Todo guitarrista, ya sea
estrella o no tanto, siente pasión por la ‘seis cuerdas’, la busca, se enamora
de una o de varias, la consigue y, en muchas ocasiones, llega a sentir una
verdadera y total identificación con ella. A lo largo de la historia de este negocio
han sido muchas las guitarras que, por una u otra razón, adquieren
personalidad, nombre, y se quedan para siempre en el mundo de la leyenda.
Elegante o extravagante, la guitarra de rock se adapta a todo
Uno de los grandes
vicios de los que se dedican profesionalmente o como aficionados a esto del
rock es hacerse con más instrumentos; así, el batería no se conformará sólo con
una, sino que deseará tener varias con diversas características; igualmente el
teclista, que se hará con pianos, órganos, sintes… Y lo mismo pasa con el
guitarrista (y el bajista), que no podrá jamás resistir la tentación de comprar
otra y otra, cada una distinta, cada una única. Sin embargo, siempre hay una
favorita, a la que muchas veces pone nombre y que termina por convertirse en
parte de su figura. Algunas guitarras, en fin, ocupan ya su propio puesto en la
historia del rock.
Guitarra de pura
leyenda es la Fender Stratocaster que Jimi Hendrix quemó en su actuación del
Festival de Monterrey en 1967. Ya es conocida como la ‘Strato’ de Monterrey que
él mismo pintó específicamente para aquel iniciático festival. Como todo
aficionado a esto sabe, al final de su concierto la roció con gasolina y le
aplicó fuego mientras gesticulaba sobre la pira. Es una de las imágenes
inmortales de la corta historia del rock & roll. Claro que la que tocó en Woodstock
(1969) también es pieza única.
Inolvidable,
inconfundible es la rectangular de Bo Diddley, la ‘Twang Machine’. Cuenta la
historia que durante un concierto Bo se golpeó la ingle con su Gibson L5 tras
un salto, así que pensó en una con cuerpo más pequeño. El gran pionero diseñó
el mismo, junto a los expertos de la firma Gretsch en 1958, esta pieza única
inspirándose en las guitarras caseras que hacía la gente humilde usando cajas
de puros. Si se piensa en Bo Diddley se piensa en esta guitarra.
¡Cuánto asombro provocó
la aparición de las primeras guitarras con varios mástiles! Una de las más
emblemáticas es la Gibson EDS-1275 ‘Double Neck’ con la que Jimmy Page tocaba en
vivo el monumental ‘Stairway to heaven’. Uno de los mástiles es de doce cuerdas
y el otro de seis, pues como todo iniciado sabe, la canción precisa
alternativamente de una y otra posibilidad.
Claro que después de
la de dos mástiles aparecieron las de tres, cuatro…, hasta que hubo quien llegó
al extremo de fabricarse una de cinco. El guitarrista de Cheap Trick Rick
Nielsen dejó al personal boquiabierto cuando se presentó con una Hamer de cinco
mástiles. Lógicamente el cuerpo es enorme, muy pesado y difícilmente
practicable. Nielsen había pensado en una guitarra de cuerpo circular con los
cinco mástiles alrededor con el fin de cambiar de uno a otro con un simple
movimiento; sin embargo Hamer Guitars desechó el invento por imposible. La guitarra
ha sido restaurada varias veces, pues alguno de los mástiles se rompía
fácilmente cuando el fervor rockero alcanzaba su cénit.
Y ya que la cosa va
de extravagancias, imposible no mencionar a Kiss, cuyos instrumentos no son lo
que se dice discretos. Para ejemplo ahí está el bajo con forma de hacha de Gene
Simmons. Lo pensaron en 1978 como elemento complementario al personaje
demoníaco que él incorporaba en escena, el cual echaba fuego por la boca o
escupía sangre. El prototipo del bajo-hacha lo hizo un artesano (Steve Carr)
según la indicación de Simmons. Puro Kiss.
‘Lucille’ es el
nombre de la guitarra de BB King. La cosa tiene su historia. El ‘bluesman’
tocaba una noche en un club cuando se originó una pelea a causa de una mujer;
la gresca terminó en incendio, de modo que King salió por pies…, hasta que se
dio cuenta que había olvidado su Gibson a merced de las llamas, así que regresó
y logró rescatarla. Entonces le puso ese nombre, ‘Lucille’, que es el de la
mujer por cuya causa se originó el suceso. Luego tuvo muchas otras guitarras a
las que llamó así. Durante la década de los ochenta la casa Gibson diseñó una
guitarra según las indicaciones de BB King, una Gibson 335, que es la que se ha
quedado definitivamente el nombre.
Absolutamente inconfundible
es el bajo-violín de Paul McCartney. No es necesario recordar que cada uno de
los Beatles tiene maravillosos instrumentos
asociados a su figura. Pero tal vez sea ese bajo Höfner 500/1 el que se
reconoce al primer golpe de vista. Paul tocaba el piano en la prehistoria de la
banda, pero al marcharse el primer bajista, Stu, él se hizo cargo del puesto,
así que se compró ese modelo en una modesta tienda a principios de los sesenta;
le gustó que fuera tan simétrico, perfecto para las modificaciones de zurdo. Al
terminar esa década algún desaprensivo robó la pieza, así que tuvo que hacerse
con otro idéntico que es el que toca desde entonces.
Uno de los sonidos de
guitarra más fácilmente reconocibles es el de la de Brian May, ‘Red special’, que
dota a Queen de un algo especial, ya que a veces semeja mucho más que una
simple guitarra. Casi cada vez que la voz de Freddy cedía el protagonismo era
para prestárselo a esa guitarra. Ésta fue diseñada y construida por Brian y su
padre, Harold, de modo totalmente artesanal, en 1963; utilizaron la madera de
una vieja chimenea (por eso uno de sus nombres es ‘The fireplace’, la
chimenea). Cuenta que no tenía pasta suficiente para hacerse con una Gibson o
una Fender, así que la hicieron de modo barato (unas 18 libras) y al gusto
Tiene características de semi-acústica, interruptor para cada pastilla y otras
particularidades. Eso sí, ha precisado continua restauración, así que Brian se
ha hecho fabricar varias réplicas.
Al menos hay que
mencionar también la Jaydee SG roja de Angus Young (imposible imaginárselo sin
ella y a ella sin él). La Fender Telecaster ‘Micawber’ de Keith Richards de
1953, con afinación ‘G abierta’ en la sexta cuerda. La Gibson Les Paul ‘Old
Black’ de Neil Young, que lleva 40 años apareciendo en conciertos y discos… Y
tantas otras maravillas con distorsión que han dado tanto rock.
CARLOS DEL RIEGO
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