Sin duda, el país más retrasado económica, social y
políticamente del planeta es Corea del Norte. Coto privado de caza de la
dinastía Kim, la última barbaridad procedente de aquel lejano lugar ha sido
ejecutar a la que fuera novia de Kim Jong Un por hacer pornografía; sin
embargo, cualquiera que haya visto el vídeo que ‘demuestra’ la acusación estará
de acuerdo en que es de lo más recatado y, evidentemente, nada que ver con, por
ejemplo, el de la reciente actuación de Miley Cyrus. Además, también se acusó a
la ex de Un de tener una Biblia, terrible delito que la convirtió en enemigo
del sistema. Sea como sea, junto a ella fueron ejecutados todos los integrantes
del grupo de baile de la peligrosa danzarina mientras sus familiares eran
obligados a mirar; y como remate del proceso, toda esa parentela fue llevada a
los campos de trabajo y reeducación tan abundantes en la Corea que está al
norte del paralelo 38. De todos modos, hay que estar cercano al fanatismo más
ciego (o tener menos cerebro que Dennis Rodman) para creer cualquier cosa que
proclame esa especie de Paquirrín con ojos rasgados (con disculpas al hijo de
la Pantoja por comparar su aspecto con el de este prehomínido). Por cierto, y
dicho sea de paso, Japón ahorcó a un reo hace unos días, la sexta ejecución en
lo que va de año.
Esto ha trascendido, pero es apenas una gota en el mar del
estalinismo en que vive ese desdichado país, donde se repiten las prácticas más
aterradoras que ya pusieran en práctica los que se disputan el Guinnes de la
matanza: Hitler, Stalin y Mao. Hace unos meses un juez australiano informó a la
ONU de algunas de las atrocidades que se cometen en nombre de la República
Popular Democrática (¿) de Corea. Erizan el vello. Un hombre fue encarcelado en
el mismo momento de su nacimiento, y cuando pudo valerse se vio obligado a
subsistir comiendo ratones, lagartijas, hierba…, permitiéndosele vivir para, en
cuanto tuvo uso de razón, llevarlo a que viera cómo se ejecutaba a su madre y a
su hermano. Una mujer declaró entre lágrimas cómo había visto a los soldados
del régimen obligar a una madre a ahogar en un caldero lleno de agua a su bebé.
Una mujer fue violada hasta su muerte por confesar creencias religiosas. Un
joven fue torturado y condenado a reeducación por ser sorprendido viendo una serie
de televisión extranjera... Todos estos son casos concretos, con nombres,
lugares y fechas concretos, pues todas esas aberraciones se suelen producir en
presencia de familiares y allegados ‘para que aprendan’. Y así se podría seguir
enumerando otras crudelísimas salvajadas, cotidianas en aquella república
democrática (¿). Asimismo se ha constatado que todo esto no es cosa aislada,
sino que se producen violaciones sistemáticas, masivas y violentas de todos los
Derechos Humanos. Y ello sin mencionar la hambruna aterradora que golpea desde
hace décadas a la población, un elevado porcentaje de la cual padece
malnutrición severa.
Así las cosas, parecen cosa de chiste otros atentados contra
la libertad, como el hecho de que esté restringido y controlado el acceso a la
información, que exista la más férrea censura jamás puesta en práctica o que el
95% de los libros a que tienen acceso los norcoreanos estén firmados por los
Kim. Ni que decir tiene que no hay medios de comunicación más allá de los
oficiales, que hay que adorar pública y ostentosamente al omnipresente líder
(una mujer afirma que sólo se quedó embarazada cuando, tras diez años casada,
Un le puso una mano en el hombro), que está prohibido salir o entrar del país,
que cualquiera puede ser acusado de cualquier cosa y que la justicia es un
concepto desconocido.
Dado que el pisoteo de Derechos Humanos en Corea del Norte
es cotidiano, mortal, espeluznante, ¿hay motivo para un ataque por parte de USA
o la Otan?, ¿no era el objetivo del ataque a Siria castigar a sus gobernantes
por asesinar vilmente a miles de civiles? Pues lo que ocurrió y ocurre en Siria
o en cualquier país de la conflictiva zona es una cabalgata comparado con lo
que viene sucediendo en Corea del Norte desde hace…
Como no podía ser de
otro modo, los portavoces norcoreanos dicen que esto es un complot, una
confabulación de todo el mundo en contra de su país y su líder…, palabrería
típica de todos los tiranos, sátrapas y dictadores que en el mundo han sido sin
importar ideología.
CARLOS DEL RIEGO
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