Ya no queda ninguno vivo, ninguno de aquellos chavales que en los primeros años cincuenta se lanzaron enloquecidamente a una novísima pasión, el rock & roll. Tan nueva era que ellos tuvieron que encargarse de darle forma, marcar esquemas y estructuras, señalar el ritmo, los acordes y ‘riffs’ y, en fin, todo lo que configura el rock & roll. El último de sus padres, el inimitable Jerry Lee Lewis, deja este mundo dejando al mundo del rock huérfano de pioneros
Sí, Jerry Lee Lewis era el último superviviente de aquellos años en que el rock no existía y todo estaba por hacer, todo estaba por inventar, todo estaba por imaginar y materializar. Elvis murió en 1977, Little Richard en 2020 y Chuck Berry en 2017, Buddy Holly en 1959, Eddie Cochran en 1960, Gene Vincent en 1971 y Bill Halley en 1981, y pueden añadirse otros pioneros tal vez menos conocidos pero no con menos mérito, como Fats Domino, Roy Orbison o Bo Diddley… Todos están muertos, todos los que vivieron en primera persona el nacimiento de la nación rock & roll viven ya en la memoria y, evidentemente, en sus canciones (acaba de fallecer también uno de los revitalizadores del r&r y el rockabilly de los años setenta, Robert Gordon, que también merece ser recordado).
Jerry Lee Lewis vivió una vida de auténtico ‘rockero’: en perpetua compañía del escándalo, con subidas y bajadas vertiginosas, con la ruina económica llamando continuamente a su puerta y con hacienda hurgando para llevarse su parte. Y, como corresponde a los profesionales de este negocio, con el rock & roll omnipresente. Ese rock & roll que surgió cuando el niño Jerry Lee se escapaba para ir a los tugurios más ‘pecadores’ y se extasiara con las actuaciones de los bluesmen negros que, sin saberlo, estaban siendo gasolina para un nuevo motor. Impulsado por su espíritu rebelde y provocador y la música en las venas, Jerry terminó por entrar en la ‘fábrica’ que había montado Sam Phillips en Memphis, Sun Records, en la que compartió estudio con otros nombres que, con el tiempo, comparten con él el sello de la leyenda: Elvis, Carl Perkins, Roy Orbison, BB King, Johnny Cash… El ‘National Endowment for Humanities’, o sea, El Fondo Nacional para las Humanidades (organización de apoyo a las iniciativas culturales, artísticas, educativas… de EE UU) ha señalado que si hubiera que señalar el lugar de nacimiento del rock & roll, sin duda sería Sun Records.
Cada uno de aquellos fundadores aportó lo suyo, es decir, cualquier aficionado al rock podría enumerar fácilmente algunas de las características de cada uno de ellos sin forzar la memoria. Jerry Lee Lewis es el piano desbocado e impetuoso (tocado incluso con los pies), la melena rubia, los dobles sentidos o el sexo casi explícito (¿qué son las grandes bolas de fuego?), las mujeres (siete veces se casó), la tensión de cada una de sus canciones, el nervio en sus conciertos y el afán por mostrar de qué era capaz (como cuando quemó el piano)…, es muy fácil imaginar y describir a Jerry Lee Lewis. Por todo ello, bien puede decirse que ha muerto el hombre para que perviva para siempre la leyenda.
Con Jerry Lee Lewis desaparece el último representante de una época mágica, aquella que imaginó y materializó la música rock. Desde entonces el mundo cuenta con un aliciente más, con una forma de vida más.
CARLOS DEL RIEGO
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