Una de las piezas más valiosas del
rock (histórica y económicamente) es el bajo Höfner 500/1 de Paul McCartney,
que desapareció hace 52 años y que ha sido hallado hace unas semanas. El señalado
como “el bajo más importante de la historia” (de la del rock seguro) es el que
Paul usó en algunos de los álbumes de los Beatles y también en vivo
McCartney compró el Höfner (con la
icónica forma de violín) en Hamburgo en 1961, cuando el cuarteto ‘hacía la
mili’ en Alemania. El propio Paul contaba no hace mucho: “Compré el bajo-violín
por unas treinta libras. Me gustó porque como yo soy zurdo y era simétrico daba
igual por dónde lo tocabas. Pero al poco de comprarlo, al poco de empezar a
tocarlo me enamoré perdidamente”. Desde los primeros álbumes de los Beatles
hasta las sesiones de ‘Let it be’ el bajo aparece en infinidad de fotos.
Pero a finales de 1972 alguien
aprovechó la noche londinense para reventar una furgoneta con equipo y se llevó
el inconfundible instrumento. El encargado del equipo de sonido de Wings, Ian
Home, explicó: “Habíamos puesto un gran candado en las puertas de atrás de la
furgoneta…, pero a la mañana siguiente vi el candado roto y tirado, miré en el
furgón y rápidamente eché en falta el bajo…, además de una guitarra y dos
amplificadores”.
Hace unos años se formó la asociación
‘Lost bass projet’ para rastrear las huellas del instrumentos perdido tanto
tiempo. Tras mucho indagar, preguntar, investigar y contrastar respuestas durante
años, llegaron a la conclusión de que el Höfner había sido vendido al
propietario de un bar cercano al lugar del robo; siguieron esa pista y tras un
artículo en el diario ‘Sunday Telegraph’ (en el que aportaban todo lo que
sabían), alguien respondió. Un estudiante que vivía en el sur de Inglaterra
contestó que tenía un bajo parecido, que había recibido en herencia, en el
desván de su casa.
En el momento en que los buscadores lo
vieron supieron que la búsqueda había terminado. La pieza fue autentificada por
el fabricante y por el propio Paul, quien dio las gracias a todos los que
contribuyeron al hallazgo. Y una vez analizado, los expertos concluyeron que
estaba en buenas condiciones y con su estuche original, de modo que apenas
requiere una par de retoques para volver a conectarlo al ampli.
Según uno de los ejecutivos de la casa
Höfner, “se trata de una pieza tan valiosa como un Van Gogh o un Picasso, es
más que un simple instrumento, puesto que, dejando aparte el piano de Beethoven,
no hay ningún instrumento tan valioso como el bajo violín Höfner 500/1 de 1961
de Paul McCartney. E históricamente es aun más valioso, ya que es el que tocó
en Hamburgo, en el Cavern Club, en varios de los discos más importantes del
siglo XX. Por todo ello era imprescindible recuperarlo”.
En cuanto a su valor económico,
aseguran los expertos en ‘memorabilia’ del rock que, tirando por lo bajo, si
saliera a subasta tendría un precio mínimo de diez millones de libras (más de
doce millones de euros), aunque es más que probable que alcanzara un valor muy
superior.
Más de medio siglo después de su
desaparición se ha recuperado uno de los grandes iconos de la historia del
rock. Sólo falta que vuelva a sonar en las manos de Paul McCartney en un
escenario. Será un momento único.
CARLOS DEL RIEGO
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