OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 9 de abril de 2023

LOS MÚSICOS DE ROCK QUE DETESTABAN A LOS BEATLES

 

Cara a cara todo son sonrisas y buen rollo, pero cuando no están delante...

Fue en marzo de 1963 cuando se publicó en Inglaterra el primer Lp de The Beatles, y durante los siguientes meses apareció en el resto del mundo. Hace de aquello sesenta años, toda una vida, y lo único que el tiempo ha hecho ha sido agrandar la leyenda y reconocer el talento (además de recaudar pasta); sin embargo, hay criaturas que, por una u otra razón, no se sienten cautivadas por esos títulos que nunca envejecen 

Los gustos personales son inexplicables, no obedecen a ninguna causa objetiva. A pesar de ello, desde que aparecieron Los Beatles (hace ya más de sesenta años) los gustos y preferencias musicales de millones de personas en todo el mundo coinciden obstinadamente en aquellas melodías de los cuatro chavales de Liverpool. Pero no gustan (ni tienen por qué) a todos, de hecho, no son pocos los músicos que discuten la calidad de las canciones del grupo por más que tengan que enfrentarse a las masas que los adora. Así, desde Elvis hasta Pete Townshend, hay grandes figuras que discrepan de la opinión dominante. 

En 1970, como consta en los Archivos Nacionales, Elvis Presley, el rey, escribió una carta al presidente Richard Nixon, se reunió con él en la Casa Blanca y se ofreció para combatir a los 'antiestadounidenses'. En aquella mítica conversación, Presley señaló a los Beatles como una influencia nefasta para la juventud estadounidense. Le dijo que "los Beatles habían sido una fuerza real y contraria al espíritu de nuestro país", y añadió que "Beatles vinieron a este país, ganaron mucho dinero y, al volver a Inglaterra, se dedicaron a fomentar un sentimiento claramente antiestadounidense”. En fin, Elvis no puso pegas a las canciones, sino a la supuesta intención del cuarteto, aunque es evidente que ya entonces las drogas y la inestabilidad hacían mella en su cerebro. 

Un tipo siempre malhumorado y colérico fue el batería de Cream, el gran Ginger Baker. En una entrevista de 2015 Baker voceó su desprecio hacia los músicos que no escriben ni leen notas y partituras, como “todos los del heavy metal. Incluso Paul McCartney necesita que alguien lo escriba por él. ¡Y se cree que eso es bueno y aceptable!". Y se burló de unas declaraciones en la que Paul decía que “si hubiera sabido leer música seguramente no hubiera podido escribir tan buenas canciones… ¡qué tontería!", explicó Baker. Realmente la inquina y desdén con que se refirió siempre a Beatles surgió desde los primeros momentos: “Solíamos decir sobre los Beatles en 1963 que no distinguían un ‘hatchet’ (hacha en inglés) de una ‘crotchet’ (la figura musical negra en inglés)”. El ansia por menospreciar al cuarteto le llevó a sentenciar que “Sin Georges Martin no habrían llegado a ninguna parte". Dado el carácter del personaje, difícilmente alguien le llevaría abiertamente la contraria. 

Otra gran figura del rock que se pensaba absolutamente superior al resto fue Lou Reed, a quien no le gustaba nada de lo que hacían otras bandas de rock de los años sesenta. Se ufanó de modo soberbio y narcisista cuando dijo en 1987: "Estaba convencido de que los otros grupos de aquellos años ni siquiera nos llegaban a los tobillos. No había nadie a nuestra altura, al revés, todos me parecían dolorosamente estúpidos y pretenciosos". Y cuando se refirió a los Beatles no escatimó mala baba: "Jamás me gustaron los Beatles. Lo suyo era basura. De hecho, cuando me preguntaban que quién me gustaba, yo siempre respondía que nadie, y menos los Beatles”. Soberbia en estado puro. 

Contemporáneo de Los Beatles es Ray Davis, de Kinks. En 1966 una revista musical le entregó una copia anticipada de ‘Revolver’, uno de los discos más aclamados por prensa y público desde que salió, para que les hiciera una crítica en la que reseñara cada tema. Davis manifestó sentirse decepcionado, y sin cortarse un pelo dijo: “El tema ‘Taxman’ es una mezcla del sonido de mi grupo, The Kinks, y el tema de la serie de televisión de los sesenta ‘Batman’. ‘And your bird can sing’ es absolutamente predecible. ‘I want to tell you’ no está a la altura, y ‘Yellow submarine’ es un montón de basura, y estoy seguro que ellos lo saben”. Tal vez haya rabiado desde entonces cada vez que Beatles volvían a vender millones año tras año. 

Por aquellos años Pete Townshend, The Who, también hablaba de lo mala que era la música del momento (¡qué fácil sería contradecirlo!), especialmente The Beatles, a los que acusaba de no tener ni idea de tecnología y manipulación del sonido de grabación. El guitarrista y compositor explicó sorprendido: “Las voces salen por un canal y el acompañamiento por el otro, lo que permite escuchar sólo las voces o sólo los instrumentos, de modo que entiendes que ni voces ni acompañamiento merecen la pena. Pero lo peor es escuchar sólo los instrumentos…, y resultan terribles”. Luego, con ellos delante, todo sonrisas… 

Por su parte, Michael Stipe, de REM, no es que odiara a los Beatles, sino que lo dejaban frío. En 1992 se atrevió a menospreciar al cuarteto diciendo que “Los Beatles siempre me parecieron música de ascensor…, de hecho, el clásico de pop comercial ‘Yummy Yummy’ (1968) de Ohio Express me impactó mucho más que cualquiera de los Beatles. Nunca he sido su fan aunque reconozco su talento, pero es que no crecí escuchándolos. Esta opinión me ha proporcionado muchas discusiones”. Y además es fácil de refutar. 

En casi todos los opinantes se nota un tanto de celos, de envidia, de disgusto por el éxito eterno. Y luego están los egos desbordados. Normal.

 CARLOS DEL RIEGO

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