Los desplantes e insultos al ministro Wert son la moda del momento.j |
Está
levantando ampollas la nueva ley de educación del ministro Wert, quien se ha
convertido en diana de casi todos, hasta el punto que bien podría decirse que
se ha puesto de moda abuchear, insultar, negar el saludo y, en fin, realizar
todo tipo de desplantes y gestos de menosprecio al susodicho. Contiene dicha
ley no pocos elementos de discusión, pero el que más encendidos debates
promueve es el asunto de la nota mínima para acceder a una beca, que se
establecerá en unos discretos 6,5. Los contrarios a esa exigencia afirman que
será perjudicial para los estudiantes con menos recursos económicos, puesto que
si el aspirante a licenciado tiene posibles y saca sólo un 5 seguirá estudiando,
mientras que si no los tiene y no cuenta con la ayuda del estado tendrá que
dejar de estudiar (nada de eso, sólo tiene que esforzarse un poco más). Se
puede comparar la cosa con, por ejemplo, las becas Erasmus; si uno saca la nota
exigida disfrutará del privilegio, sin embargo, si el mal estudiante goza de
posición acomodada podrá ir de todos modos, mientras que si el mal estudiante
es de familia humilde tendrá que renunciar al viaje. Más aún, si un universitario
suspende una y otra vez en primero de carrera y su familia vive justo al día
tendrá que pensar en otra cosa distinta de la Universidad, pero si el cateador
tiene un padre sobrado de pasta puede continuar cateando de carrera en carrera.
El
asunto, más que de dinero y subvenciones, es un asunto académico, de esfuerzo,
de notas; es decir, si el estudiante se esfuerza contará siempre con la beca,
independientemente de su poder económico, sobre todo teniendo en cuenta que no se
exige un brillante 9, sino un moderado 6,5. Afirman los contrarios a la ley
propulsada por Wert que las becas han de ser para la gente sin recursos, no
para los mejores, y es aquí precisamente donde radica el quid de la cuestión.
Para empezar, no parece que quien saca un 6,5 pueda ser integrado al grupo de
los mejores. La cosa es que hay quien exige pagar los estudios a quienes no son
capaces de hacer el esfuerzo suficiente para obtener un mínimo tan corto, o
sea, se clama por pagar la carrera no a quien más trabaja, sino a todos por
igual, independientemente de su sacrificio, empeño, valía…, se pide pagar los
estudios a los que se instalan en la mediocridad por vagancia y desidia, pues
quien accede a estudios superiores tiene capacidad suficiente y demostrada para
superar un listón tan bajo.
Los
que rechazan la exigencia de una nota tan mediana para acceder a la subvención
lo que están haciendo en realidad es animar a no esforzarse, de forma que
transmiten la idea de que es mejor trabajar lo justo, sin molestarse demasiado;
en otras palabras, quienes pretenden que
se premie con dinero de todos al que se conforma con un aprobado raspado están
alentando el conformismo más vulgar y mezquino que, al estar siempre en la
frontera, es fácil que muchas veces ni siquiera alcance para ese simple 5. No
hay que olvidar que el estado paga alrededor del 70% de los estudios
universitarios a cambio de ir aprobando sin más, y que la beca es algo así como
un premio a quien más ha estudiado, a quien más horas ha sacrificado ante los libros.
Y
eso es, en fin, lo preocupante, que al pedir beca para el que se conforma con
lo mínimo se está recompensando, estimulando la mediocridad. Con la actual ley
de educación (esa que quiere reformar el denostado y vilipendiado ministro) se
están produciendo casos verdaderamente increíbles; por ejemplo, actualmente se
puede pasar de ESO a Bachiller con dos asignaturas suspensas siempre que no
sean Mates y Lengua, o sea, con una de estas y otra sin aprobar se pasa a
Bachiller, pero no con la vista puesta en examinarse de las cateadas, sino
sabiendo que no va a haber examen, sabiendo el interfecto que aunque no sepa
dividir nadie le va a pedir que aprenda y lo demuestre en un examen, nada de
eso, se las dan por aprobadas sin más... Y aun se producen casos más
sangrantes. Hay alumnos que están ocupando plaza en institutos a los que se les
paga por ir aunque no aprueben ni una, aunque estén todo el día de bronca con
sus compañeros, aunque causen destrozos en el centro (esto sí que es una
discriminación, una injusticia para quienes se comportan y estudian); contaba un
bedel que se avisó a ‘estudiantes’ de esos que acuden a clase acompañados por
la policía de que tenían que recoger unas fotocopias, a lo que respondieron los
muchachos que no tenían dinero y no las pagarían; el mencionado conserje les
explicó que daba igual, que el propio instituto se las regalaba, pero los
susodichos sorprendieron al buen ordenanza espetándole que daba igual, que para
qué se molestaban en hacer las copias si ellos no iban ni siquiera a mirarlas…
Estos alumnos están quitando plazas a otros que quieren estudiar de verdad
(además, la enseñanza obligatoria termina en la ESO, pues el Bachiller no es
obligatorio). Curiosamente, esos supuestos estudiantes reciben dinero por ir a
clase, e incluso sin acudir exigen que el director les firme los correspondientes
certificados de asistencia para cobrar…
En
fin, que aquí se exige financiar la mediocridad y se gasta dinero público en
obligar a acudir a clase a adolescentes que no quieren estudiar y que lo único
que harán es pelearse, romper, amenazar…, y no sólo a sus compañeros. No puede
extrañar que personajes sin mérito, virtud o valía estén siempre en los medios
y gocen de admiración y consideración, como la Preysler, la Esteban o los del
Gran Hermano.
Los
mediocres exigen que nadie sobresalga, pues entonces se notaría más su
medianía.
CARLOS
DEL RIEGO
Si quiere fomentar la excelencia que suba el aprobado a 6,5 para todos, independientemente de si tiene becas o no. Pero que no exiga más a los más desfavorecidos.
ResponderEliminarPuedo estar de acuerdo en lo del aprobado en el 6,5, pero imagínate que ese aprobado equivale a beca..., estaríamos en las mismas; Wert no exige más a los desfavorecidos, exige la misma nota para todos los estudiantes que deseen beca; lo que tiene que hacer el que menos recursos tiene es estudiar más para no perder la beca, sin preocuparse qué pasa con los estudiantes que tienen dinero.
EliminarGracias. Saludos