Roger Waters, enfadado con quien se atreve a llevarle la contraria
Recientemente se ha reavivado (si es
que alguna vez se enfrió) el duro enfrentamiento entre los artífices de los
grandes éxitos de Pink Floyd, Roger Waters y David Gilmour. Así, preguntado
éste si existía la posibilidad de volver a verlos juntos sobre un escenario, el
guitarrista sentenció tajantemente: “Absolutamente ninguna”. La enemistad, la
inquina mutua de dos leyendas del rock vive nuevos episodios
No hay que olvidar que el año pasado
las hostilidades entre ambos se volvieron abiertas, duras, acusatorias e
insultantes. La esposa y colaboradora de Gilmour, Polly Samson, escribió en las
redes que Waters era un “apologista de Putin, un megalómano mentiroso, ladrón e
hipócrita, un evasor de impuestos, un misógino y enfermo de envidia que,
además, hace playback”. Gilmour reenvió el mensaje y añadió que “Cada palabra
es demostrablemente cierta”.
Y no hace mucho el guitarrista y
cantante echó más leña a la hoguera: “Tiendo a alejarme de las personas que
apoyan activamente a dictadores genocidas y autocráticos como son Putin y
Maduro”. Por todo ello, sentencia Gilmour: “Nada, absolutamente nada me haría
compartir escenario con alguien que apoya y aplaude el trato que esos y otros
como esos dan a disidentes, a las mujeres, a los homosexuales. Con quien sí me
encantaría volver al escenario es con Rick Wright (teclista de Pink Floyd
fallecido en 2008), a quien Roger trató tan mal y que era una de las personas
más amables y con mayor talento musical que he conocido". No se deja nada,
no se corta nada el señor Gilmour .
Otro motivo de disputa, de guerra
abierta, es el grupo que compartieron, pero esto parece haberse solucionado. Pink
Floyd ha vendido no hace mucho su catálogo musical, su nombre y su imagen por
400 millones de dólares (no se incluyen los derechos de autor). El acuerdo, del
que se venía hablando desde hacía tiempo, supuso un alivio para Gilmour, que
había estado buscando distanciarse de su antigua banda y de quien se adueñó de
ella: “Mi sueño era quitarme de encima la toma de decisiones y las discusiones
que conlleva mantener la maquinaria en marcha. No me interesaba la venta desde
un punto de vista financiero. Sólo me interesaba salir del baño de barro en el
que he estado metido por culpa de alguien desde hace mucho tiempo”.
Waters siempre ha cargado contra todo
aquel que le lleva la contraria, contra todo el que se atreve a tener ideas
distintas a la suya (evidencia de mentalidad totalitaria y fascistoide de quien
se cree comunista siendo millonario). Sus iras se han vuelto contra el cantante
de U2, Bono. Se ha sabido que al comenzar la guerra de Israel contra Hamás e
Hizbolá, en una entrevista con el canal
islamista Al Jazeera TV (un medio fiable y veraz, claro), Roger Waters insultó
e incluso amenazó a Bono después de que éste se acordara en el escenario de las
víctimas de los ataques terroristas de Hamás en Israel en octubre de 2023. El
bajista echó sapos y culebras por la boca: “Cualquiera que conozca a Bono
debería engancharlo por los tobillos y sacudirlo hasta que deje de ser un enorme
trozo de mierda. Tenemos que empezar a hablar con esta gente y decirles que su
opinión es repugnante y degradante”.
Nadie es un santo, nadie es perfecto,
nadie tiene la razón absoluta. Pero es evidente que Roger Waters no es lo que
se dice un modelo de demócrata que acepta opiniones diferentes a la suya. No
puede extrañar que un ególatra de este calibre (dotado de gran talento) vaya
sembrando insultos, odio, cizaña.
CARLOS DEL RIEGO
Cuando un tipo como
ResponderEliminaresté está tan averiado de la cabeza, que puedes esperar
Jaja, sí, tiene la cabeza llena de ideología, lo que significa que apenas deja sitio para nada más. Por otra parte, tienes razón, desde hace décadas este tipo da muestras de desequilibrio mental. Gracias
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