OPINIÓN

HISTORIA

martes, 26 de septiembre de 2023

LOS CASOS MÁS CURIOSOS Y CHOCANTES DE CLÁSICOS DEL ROCK ACUSADOS DEL PLAGIO

 


Incluso consumados compositores como Chuck Berry o Bob Dylan fueron acusados, con razón, de haber sisado ideas

 Ya los músicos de clásica tomaban, para escribir sus partituras, de aquí y de allá, de tonadas populares, de melodías tradicionales, de una secuencia melódica de otro autor…, es decir, eso de basarse en una idea previa para crear algo nuevo no es cosa nueva. En el universo rock, descarada o furtivamente, algunos tomaron de obras que, a su vez, habían copiado de otras anteriores. Otro fue acusado de copiarse a sí mismo. El asunto da mucho de sí

 

Todo el interesado en el tema podría señalar algunos casos de plagio descarado, de artistas que se apropiaron de ideas ajenas, tanto que a veces un tribunal califica el asunto de verdadero robo. Hay ocasiones en que la cosa se describe como ‘homenaje’ al original, como una coincidencia o como un plagio inconsciente. Siempre se dijo que todo compositor de música se basa en algo anteriormente escuchado. Por eso, alguien tan significado como Paul McCartney dijo en 1990: “Un buen artista pide prestado, un gran artista roba. Esto convierte a Beatles en grandes artistas porque robamos muchos detalles, arreglos, gritos…, muchas cosas”.

 

Una de las primeras denuncias de plagio se produjo con el ‘Surfin´ USA’ (1963) de Beach Boys. El gran Brian Wilson señaló que no era plagio, sino que se trataba de una especie de ‘variación’ del ‘Sweet little sixteen’ que Chuck Berry publicó en 1958; un tributo que los abogados de Berry vieron de otro modo, pues el autor homenajeado no aparecía en los créditos. Al final los abogados llegaron a un acuerdo, los Beach Boys cedieron derechos a Berry y éste empezó a aparecer como autor. También se ha atribuido a Dennis Wilson el tema ‘Never learn not to love’ (1969), que en realidad es una ligera modificación del original de Charles Manson (sí, el asesino, que quería ser cantautor) ‘Cease to exist’: la explicación es que Wilson y Manson compartieron una breve amistad antes de que el muy bestia ejecutara a sus víctimas.

 

Por su parte el gran Chuck tiene también sus secretitos: tomó la entrada de una pieza de Louis Jordan de 1946, ‘Ain't that just like a woman’, y lo trasplantó, nota a nota, a su ‘Johnny B Goode’ para construir el famoso riff de guitarra. Y seguro que también se dejó inspirar por muchas otras.

 

Los Beatles, como casi todos los que abren nuevos caminos artísticos, no dejaron de reutilizar, readaptar, reacondicionar recursos, propuestas, técnicas, novedades…, aunque nunca se les pudo acusar de plagiar canciones, melodías o estribillos. Por ejemplo, el inconfundible riff de ‘I feel fine’ (1964) es una adecuación del que da entrada al tema ‘Watch your step’ del guitarrista de rythm & blues de Luisiana Bobby Parker; realmente uno recuerda al otro, de hecho, anteriormente los Beatles habían tenido el tema de Parker en su repertorio, pero Lennon y Macca le dieron una vuelta y a partir de ahí construyeron un original. Evidentemente también copiaron o imitaron mucho gritito, mucho “uuuuuu” de pioneros como Little Richard e incluso de los Isley Brothers. E igualmente algunos versos; así, el ‘Run for your life’ (1965) repite un verso del tema ‘Baby, let´s play house’ (1954) de Arthur Gunter; y el famoso ‘Come together’ (1969) comenzaba con la frase ‘Here come old flat top’, que también está hacia la mitad de la letra del ‘You can´t catch me’ (1956) de Chuck Berry, quien al llegar el éxito de ‘Come together’ exigió su parte.

 

Un cantante folk irlandés, Dominic Behan, acusó a Bob Dylan de haberle copiado su melodía para el tema ‘With God on our side’ que Dylan sacó en  1964. Lo bueno es que sí, que la partitura es igual, pero lo que no dijo el irlandés es que él la había tomado de una canción tradicional irlandesa…

 

Los abanderados del heavy Deep Purple también metieron mano en lo de otros. Su extenso ‘Child in time’ (1970) tiene evidentes y diversos parecidos (la entrada es idéntica) con el tema ‘Bombay calling’ (1969) de los súper-sicodélicos It´s a Beautiful Day; lo sorprendente es que a éstos no les pareció mal, e incluso les devolvieron ‘el favor’ en su siguiente disco. El propio John Lord admitió haber sisado el potentísimo riff de su ‘Black night’ (1970) del single ‘Summertime’ (1962) de Ricky Nelson, el cual la había compuesto trincando dos compases de una de Georges Gershwin. Es más, el inconfundible comienzo de ‘Smoke on the water’ (1972) calca  una secuencia de piano del tema ‘Maria Quiet’ (1966) de Astrud Gilberto y Gil Evans.

 

Chocante es el caso de Neil Young y su tema ‘Borrowed tune’ (‘Melodía prestada’, de 1975). El viejo Young no sólo no se cortó a la hora de cortar y pegar una de los Rolling Stones, el ‘Lady Jane’ (1966), sino que lo admite abiertamente en la propia letra: “Estoy cantando esta canción prestada que tomé de los Rolling Stones”, dice y añade: “Solo en esta habitación vacía, demasiado borracho para escribir la mía”. Eso es reconocer la culpa.

 

Springsteen tampoco se libró de ser señalado. Su ‘Radio nowhere’ (2007) tiene mucho del ‘867-5309/Jenny’ que el ‘new wave’ Tommy Tutone editó en 1985, sin embargo, no quiso denunciar, al contrario, dijo: “Me siento verdaderamente honrado de tener parecidos con Springsteen”.

 

Pero lo más insólito que se ha dado en el capítulo de plagios lo protagonizó John Fogerty. Resulta que la casa de discos con la que consiguió sus innumerables éxitos con los Creedence Clearwater Revival seguía siendo propietaria de los derechos de los mismos cuando Fogerty publicó el tema ‘Old man on the road’ en 1985; los dueños del catálogo de Creedence lo denunciaron porque esa canción se parecía mucho a ‘Run through the jungle’, escrita por el propio Fogerty para los Creedence en 1970. En el juicio, el músico se presentó con su guitarra e hizo una demostración de cómo había compuesto una y otra canción, además de mostrar su forma de idear y desarrollar sus ideas musicales. El jurado dio la razón a Fogerty al poco de terminar éste su ‘actuación’. ¡Quién hubiera estado en aquella sala!

 

CARLOS DEL RIEGO

 

viernes, 22 de septiembre de 2023

EL ETERNO DEBATE SOBRE LA EXISTENCIA DE VIDA TECNOLÓGICA EXTRATERRESTRE Y SI YA NOS HAN VISITADO

 


 Asombra que haya quien se trague trolas como esta

Se trata de un tema fascinante, atractivo, misterioso y que nunca pierde actualidad. Y como quiera que jamás se ha vislumbrado el mínimo indicio razonable acerca de la existencia de inteligencia extraterrestre, la cosa da para mucho debate, especulación e imaginación, y para mucho vaticinio y fantasía

 

Desde hace años no hay día que los medios de comunicación no publiquen noticias ‘sensacionales’ (aparentemente) sobre el hallazgo de nuevas ‘pruebas’ que ‘demuestran’ la existencia de extraterrestres y, por tanto, la de vida inteligente lejos de la Tierra. Recientemente en el Parlamento Mexicano se mostraron las momias de dos extraterrestres (parecidas al Sr. Burns de Los Simpsons); cabe preguntarse por qué se presentaron ahí en lugar de en un laboratorio o universidad y por qué no fueron científicos o astrónomos los que lo explicaron. Se habla de señales y ondas que llegan del espacio, planetas que podrían albergar vida y otros ‘datos’ que, en manos de charlatanes como el tal Avi Loeb, se dan por pruebas aunque no pasan de suposiciones, conjeturas o profecías. Y en éstas están embarcados profanos y científicos. Eso sí, llama la atención la cantidad de especialistas en el Cosmos (y de la población en general) que creen en la existencia de vida e incluso de inteligencia en incontables planetas aun sin pruebas. Así, expertos en la materia exigen pruebas concluyentes en otras cuestiones, mientras en esta se conforman con posibilidades estadísticas, supuestos teóricos o conclusiones que parten de hipótesis indemostradas y, de momento, indemostrables.

 

Según varios estudios, se estima que la Vía Láctea podría albergar 78 millones de civilizaciones inteligentes; es más, afirman que antes de 1.500 años algunas de ellas se habrán puesto en contacto con nosotros…, claro que para entonces no quedará ninguno de los presentes para comprobarlo; en fin, estos no predecirían a las 5,30 horas que dentro de media hora serán las 6. No pocos cosmólogos sostienen con rotundidad que es totalmente imposible que no haya más planetas que alberguen vida superior, o sea, inteligencia tecnológica. Incluso el famoso Stephen Hawking (de quien algunos de sus colegas dicen que su enfermedad le dio mucha más proyección que a otros mucho más capacitados) se atrevió a dar por cierta la existencia de vida racional fuera del sistema solar sin contar con el menor atisbo de huella de indicio de prueba.

 

Y tampoco faltan ‘sabios’ que afirman que se sabe con gran aproximación el número de estrellas que hay en el universo…, a pesar de que los mejores telescopios no han visto más allá de unos 13.500 millones de años luz, lo que quiere decir que no saben qué hay más allá. Se acepta la teoría del Big Bang a pesar de su indemostrabilidad; de hecho, no hay nada más acientífico que el Big Bang (modelo propuesto por un cura), el cual afirma que todos los objetos del universo salieron de la nada…, algo absolutamente incompatible con la esencia de la ciencia (salvo que ésta acepte la existencia de milagros). Es decir, hay astrónomos que especulan mucho pero prueban nada.

 

Lo que es una evidencia es que, de momento, no hay ninguna certeza irrefutable de la existencia de seres inteligentes si no es en el tercer planeta del sistema solar. Y por ello, hablar de millones de civilizaciones en esta galaxia y afirmar que antes de milenio y medio tendremos noticias de ellos sin la mínima prueba se acerca bastante a la adivinación y la futurología; de hecho, cuando un científico lanza predicciones y profecías, o sea, oficia de futurólogo, se  convierte en charlatán de feria. También se dice que, estadísticamente, tiene que haber más vida inteligente en el universo; es posible e incluso probable, pero ¿quién sabe?, tal vez la especie humana esté destinada a ir colonizando planetas, sistemas y galaxias a lo largo de miles de millones de años…, algo parecido a lo que hizo el homo sapiens, que desde el este de África alcanzó todos los rincones del planeta.

 

Y otra cosa que llama poderosamente la atención. Gran parte de la comunidad científica y de la población mundial están convencidos de que nos visitan y nos han visitado naves y seres de lejanas galaxias. Sin embargo, cabe preguntarse, ¿han venido de tan lejos para jugar al escondite?; todos los ‘avistamientos’ han sido fugaces y las fotos e imágenes muy borrosas e imprecisas, lo cual quiere decir que los aliens se dejan ver un instante y desaparecen, se muestran un poquito y se van, ahora me ves y ahora desaparezco…, o sea, ¿han recorrido distancias inimaginables para dejarse ver un segundo y rápidamente volverse invisibles? Si hicieran ese viaje habría dos posibilidades: una, que se mostraran en son de paz o en son de guerra, pero haciéndose visibles; y dos, que solo pretendieran observarnos sin que nos enteráramos, en cuyo caso seguro que tendrían tecnología suficiente para estar a nuestro lado sin que tuviéramos la más leve sospecha. Por eso se antojan ridículos los avistamientos, fotos o grabaciones en las que se atisba fugazmente un objeto en el cielo y se concluye que es una nave extraterrestre…, la cual ha venido a jugar al escondite, pues se deja ver un instante y luego desaparece.

 

Es una certeza absoluta que a la luz de los conocimientos actuales es imposible afirmar con una base científica sólida que existan seres inteligentes lejos de aquí. Lo cual no quiere decir que no existan…    

 

CARLOS DEL RIEGO

 

lunes, 18 de septiembre de 2023

ABREN EN LAS VEGAS UN MUSEO DEL PUNK ROCK Y PROYECTAN OTRO DEL HEAVY

 


Los cascos-tiesto de Devo pueden verse en el museo

 

Esa camiseta está en el museo del punk

A comienzos del presente año se inauguró en Las Vegas el Museo del Punk Rock. La cosa tiene dos lecturas. Por un lado no deja de ser un reconocimiento a su poder de atracción y su capacidad de influencia, pero por otra parte resulta chocante que un estilo tan ruidoso y agresivo se haya convertido ya en ‘pieza de museo’. En todo caso, las legiones de seguidores de los grupos adscritos a este género ya tienen su lugar de peregrinación

 

Insisten sus promotores (en su página web) que su intención es documentar exhaustivamente todo lo que tenga que ver con el punk, proceda del lugar que proceda. Además, el museo estará abierto tanto a las bandas legendarias y triunfadoras como a los grupos de menor envergadura y repercusión. No es museo para todos, pero seguro que es algo curioso, divertido y digno de ver.

 

La idea partió de Mike ‘Fat Mike’ Burkett, líder de la veterana banda californiana NOFX, quien ha venido coleccionando dese hace décadas objetos raros relacionados con el punk, e incluso instaló una tienda dedicada al punk en la que exhibía sus piezas. A su proyecto se han ido sumando entusiásticamente otros nombres importantes de la escena punk, como el fundador de Epitaph Records y también fundador de Bad Religion, Brett Guerwitz, el guitarrista de Germs, Nirvana y Foo Fighters Pat Smear, Mark Hoppus de los californianos Blink-182, Tim Armstrong, fundador, compositor y guitarrista de Rancid…, incluso la leyenda del ‘skate’ Tony Hawk se sumó al proyecto.

 

El Museo del Punk Rock de Las Vegas exhibe un enorme catálogo de todo tipo de artefactos relacionados: pósters de anuncio, volantes, fotos, ropa, instrumentos de toda clase, papeles con letras de canciones famosas escritas a mano por su autor, obras de arte de cualquier procedencia…, todo donado por grupos, músicos y fans. Entre otros muchísimos elementos pueden verse

la destrozada camiseta ‘Vulture’ que lució la cantante de Blondie, Debbie Harry, o los cascos-tiesto con los que Devo se presentaba en sus primeros años, la guitarra acústica que utilizaron Rise Against (banda hard de Chicago) para componer sus primeros temas o la motosierra verde elegida por los Sum 41 para iniciar los shows durante una gira… Y pronto añadirán objetos de grupos pioneros del género. Asimismo, además de ‘memorabilia’, el visitante dispondrá de espacios interactivos en los que, por ejemplo, uno podrá verse tocando la guitarra del guitarrista punk más salvaje. También documentarán la historia de los grupos, y se dedicarán a investigar y analizar el impacto del punk en la cultura global desde que surgió, hace casi medio siglo.

 

El fundador, ‘Fat Mike’, declaró que sólo hay un criterio para integrarse en el museo: “Si eres una banda punk, estás jodidamente dentro, es así de simple”. Según él y los otros fundadores, esto es algo así como “La Iglesia del punk rock”. Otro de los socios, Vinnie Fiorello (de Less Than Jake), es más apasionado: “Esta es una verdadera carta de amor a este estilo. Y queremos enseñar la pasión por esta forma de música que siente tanta gente, tantas personas en todo el mundo”

 

Pero no se conforman con lo conseguido y ya tienen previsto su siguiente paso: montar un museo del heavy metal también allí, en Las Vegas. Los ideólogos de la nueva iniciativa museística explicaban que “Motörhead representa el punto exacto en el que los punks y los heavys se dan la mano. A principios de los ochenta los punks pensábamos que nuestros enemigos eran los metaleros…, pero si un tipo heavy venía con una camiseta o un cuero con la marca Motörhead, ya era de los nuestros”. Por todo ello, afirman rotundamente que “sería fantástico construir un museo del heavy metal (y todas sus ramificaciones) justo al lado del Museo del Punk Rock”.

 

¿El rock, sea el que sea, en un museo? Bueno, sería un modo de conservar piezas con historia.

 

CARLOS DEL RIEGO

 

sábado, 9 de septiembre de 2023

TRES EJEMPLOS DE INGRATITUD PERPETRADOS POR POLÍTICOS E INSTITUCIONES

 


En contra de lo que se cree, Jesse Owens fue tratado con admiración y cortesía en Alemania en 1936, y con desprecio y racismo a su regreso a EEUU

 
Irena Sendler salvó miles de niños judíos de las garras de los nazis, pero eso no tuvo el agradecimiento que merecía

Todo humano peca o sufre de ingratitud antes o después. Sin embargo, se han dado en la historia reciente escandalosos actos de ingratitud perpetrados por instituciones legítimas (y con inmerecido prestigio) contra personajes que lucharon y consiguieron grandes beneficios para el género humano. Lógicamente, la ingratitud de la institución política, la ingratitud de un gobierno, es mucho más sangrante, pues es premeditada y busca fines políticos

Dice el refrán ‘De biennacido es ser agradecido’, cuyo significado permite que pueda formularse al revés, o sea, ‘De malnacido…’. La ingratitud es una de las constantes en el hombre desde que éste pisa la Tierra. Hay ejemplos cotidianos y de  alcance, y con consecuencias más limitados, y la historia ofrece una interminable lista de ingratitudes. Hablando sólo del siglo XX existen algunos casos verdaderamente sangrantes, tanto por el acto en sí como por el hecho de que el desagradecimiento haya llegado desde organismos legítimos, gobiernos e instituciones de prestigio.

 

En mayo de 1948 Palestina era un volcán: la guerra entre árabes e israelíes era inminente. La ONU nombró al sueco Folke Bernadotte como mediador para tratar de evitar lo inevitable. Hombre de una honestidad a toda prueba, redactó dos propuestas de paz y varios informes describiendo la situación, todos ellos de una ecuanimidad difícil (imposible) de encontrar en ambientes políticos y diplomáticos. Pero los grupos terroristas judíos no estaban dispuestos a negociar nada, de modo que en septiembre de ese año miembros de la organización Stern (o Lehi, o Irgún, la que voló el hotel Rey David con 91 muertos) detuvieron el convoy de Berdadotte, que atravesaba el sector judío de Jerusalén y ametrallaron su coche acribillando al diplomático sueco y a otro enviado de la ONU, el francés André Serot. La corrupta Organización de las Naciones Unidas condenó el acto, pero con la boca pequeña y en susurro. Lo que sorprende es que el conde Berdadotte había arriesgado su vida varias veces durante la Segunda Guerra Mundial; primero intercambiando prisioneros de guerra con Alemania (se calcula que libró de los campos de concentración a más de 10.000 personas), y luego, al final del conflicto, cuando los nazis aceleraban ‘la solución final’, rescatando a no menos de 15.000 personas en autobuses de la Cruz Roja Sueca, entre ellos miles, de judíos destinados a las cámaras de gas. Entre quienes conocían y apoyaron el atentado contra el diplomático sueco estaban personalidades tan relevantes como Isaac Shamir. Asimismo, tras ser procesados los asesinos, Ben Gurión los indultó de inmediato y se ocupó de que entraran en el ejército sin más. Se trata de un caso evidente de ingratitud, tan propia del político, de todo político.

 

Estados Unidos incluyó en su selección para los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 a 18 atletas negros (incluyendo dos chicas). Todos ellos habían sufrido, en mayor o menor medida, discriminación racial en su país. Una vez en Alemania todos los atletas, incluyendo los negros, fueron tratados con suma cortesía, incluso la gente les pedía autógrafos y les daba la mano sin tener en cuenta las leyes racistas de Nurenberg, dictadas meses atrás; la propaganda nazi ordenó ser cordiales con los deportistas de todo el mundo, sin embargo, las imágenes de aquellos momentos dejan claro que el pueblo alemán estaba sinceramente encantado con los visitantes. Algunos de aquellos atletas pasaron a la posteridad y a la gloria olímpica, como Jesse Owens, como el también esprínter Ralf Metcalfe o el saltador de altura Cornelius Jhonson. Pero, las dos primeras mujeres negras que USA llevó a unos juegos, Louise Stokes y Tidye Pickett, fueron reemplazadas por atletas blancas en la final del 4x100 cuando ya estaban casi en su calle; el racismo estadounidense no respetaba ni la pista. Al regresar a su país, aquellos héroes del estadio volvieron a sufrir racismo gubernamental: el presidente Roosevelt sólo recibió en la Casa Blanca a los atletas blancos, negándose tal honor a los negros (que ganaron 14 de las 56 medallas que se llevó el equipo USA). En este sentido, Jesse Owens, cuádruple oro en aquella cita olímpica, repitió hasta la saciedad que no fue Hitler quien lo despreció (a pesar de las mentiras de los periodistas estadounidenses), sino el Presidente de Estados Unidos, que no le envió ni un telegrama de felicitación. La Casa Blanca y parte de la población fueron desagradecidos, ruines, racistas hasta el extremo, tanto como los nazis a los que poco después combatirían.

 

Mucho más reconocimiento que el que se le tiene merece la polaca Irena Sendler. Cuando los nazis entraron en Polonia (1939), la enfermera católica Irena Sendler ya velaba por todos los necesitados sin atender a creencias o etnias. Luego, cuando los judíos fueron hacinados en el gueto de Varsovia, se las arregló para sacar de aquel infierno nada menos que a 2.500 niños, utilizando mil y una estratagemas para burlar a los soldados alemanes. Aemás, tomó nota de nombres y direcciones con el fin de intentar reintegrarlos a sus familias al terminar la guerra, aunque la mayoría de los padres no sobrevivieron (la historia de ‘la niña de la cuchara de plata’ es muy emocionante). La valiente Irena corría un enorme riesgo, pues si la descubrían…, y la descubrieron en 1943, y la torturaron, pero ella soportó lo insoportable y no pronunció un solo nombre. Se libró del paredón porque un soldado se dejó sobornar… Su historia volvió a la actualidad cuando en 2007 el gobierno de Polonia la propuso para el Premio Nobel de la Paz; pero el dudoso comité noruego optó por el oportunismo y la propaganda y se lo dio al mamotreto de Al Gore por un sesgado y ridículo documental ya olvidado. Irena Sendler murió el año siguiente, con 98 años, tras recibir reconocimientos y agradecimientos procedentes de todo el mundo…, excepto de esa cofradía de ilustres tontos rendidos a la oportunismo que conforman el comité del Nobel de la Paz, los cuales dieron más mérito a un documental (a saber cuánto hizo Gore) que a quien consiguió cambiar el negro destino de tantas personas.  

 

Es justo recordar de vez en cuando los nombres de estos auténticos héroes que fueron pagados con ingratitud, racismo, desdén.

 

CARLOS DEL RIEGO

 

lunes, 4 de septiembre de 2023

CLÁSICOS DEL ROCK CUYOS AUTORES NO SE ATREVERÍAN A ESCRIBIR HOY

 


 Rolling Stones, y otros, han tenido que cerrar la boca ante la la inquisición de la cultura de la cancelación

Actualmente las sociedades occidentales están poco menos que tiranizadas por las diversas inquisiciones que imponen la moral obligatoria. Y quien ose salirse de las líneas es reo de cancelación, acoso y derribo. Dicen que se trata de una “mayor conciencia y sensibilidad social”, pero realmente es una especie de censura que obliga a artistas, escritores, periodistas…, a autocensurarse, a medir muy mucho sus palabras, versos o frases. De este modo, puede asegurarse que muchos autores de grandes clásicos del rock jamás se hubieran atrevido a escribir hoy lo que escribieron ayer

Sin la menor duda, hay un gran número de grandes clásicos del rock que, si fueran publicados hoy, causarían rechazo, escándalo, indignación y, seguro, cancelación. Pero cuando fueron escritas no se pensaba como se piensa en la actualidad, ni se podía suponer que lo que entonces apenas llamaba la atención (ni siquiera entre los biempensantes y políticamente correctos de su tiempo) iba a ofender tantísimo pasados los años. Y eso que una de las señas de identidad de rock es el desafío a la autoridad, la rebelión contra el pensamiento establecido, la subversión de lo correcto.

Era el año 1965 cuando los Beatles publicaron el fantástico Lp ‘Rubber soul’, que incluía el ‘Run for your life’. Hasta ese momento la mayor parte de sus canciones tenían un aire juvenil y despreocupado, pero esta presenta una cara amenazadora, pues el narrador aconseja a su pareja que corra para salvar la vida, porque “preferiría verte muerta antes que con otro hombre, chica”. La letra puede parecer inquietante pero en realidad eso no deja de ser una forma de hablar, de expresarse, no una verdadera amenaza. Se interprete como se interprete, Lennon y McCartney no se hubieran permitido escribir esto hoy.

Caso paradigmático de este asunto es el clásico ‘Brown sugar’ (1971) de los Rolling Stones; de hecho, hace unos años decidieron retirar esa canción de su repertorio. El texto habla de sexo duro, de violencia, de drogas, de maltrato, de esclavitud… El propio autor de la letra, Mick Jagger, declaró a finales del siglo pasado: “Nunca se me hubiera ocurrido escribir esta canción hoy, seguro que me la hubieran censurado, aunque en realidad yo mismo me hubiera censurado. Hoy día me sería imposible escribir algo parecido”. Los versos hablan de un blanco que tiene relaciones con una mujer negra (tal vez menor), pero puede interpretarse que el hombre es el amo y la chica la esclava, y que por ello la relación es violación. Sin embargo, muchos entienden que no es más que una metáfora del dominio que ejerce la droga sobre el adicto. Es un ejemplo evidente del cambio de mentalidad, de lo que cambia el pensamiento con el cambio de época histórica; lo que ayer era ‘pecata minuta’ hoy es sacrilegio.

En 1973 el siempre polémico y provocador Alice Cooper publicó ‘I love the dead’, una canción que se interna en el feo y turbador asunto de la necrofilia, metiéndose en temas morbosos que desafían e irritan las normas sociales. Puede ser un asunto incómodo de encarar, pero en realidad no es más que teatralidad, la típica propuesta truculenta de un experto como Alice Cooper. Hoy causaría incendios en las redes sociales.

Kiss, icono del rock llevado a la exageración editó en 1974 ‘Goin' blind’, una pieza que habla de la relación de un anciano con una menor, algo que siempre provoca rechazo y discusión. Pero es que, además, el coautor de la canción era Stephen Coronel, que está en la cárcel desde 2016 por posesión de pornografía infantil. Aquí también aparece el dilema de la música (el arte en general) creada por indeseables, ¿hay que olvidar la perversión de su autor y centrarse en su obra o desechar su trabajo por ser un perverso?

 Elton John también tiene cadáveres de este tipo en el armario, En 1975 lanzó ‘Island girl’, en la que realiza unas descripciones insensibles, casi racistas, señalando a los protagonistas por el color de su piel y por la sumisión a la que están condenados por ello. Habla de una prostituta jamaicana en Nueva York a la que otro jamaicano quiere llevarse: “El chico negro te quiere en su mundo isleño (…) es negra como el carbón (…) y se envuelve alrededor de ti como un neumático gastado (…) qué vas a hacer en un mundo de blancos”. Si la hubiera escrito hoy hubiera cuidado mucho más el lenguaje.

Hay muchos, muchísimos más temas que hoy resultarían inaceptables para inquisidores a la búsqueda de ‘herejes’. El problema es que los censores del pasado no tienen cerebro suficiente para entender que lo que ayer era pecado mortal hoy pasa desapercibido, y lo que ayer era una nimiedad se ha convertido hoy en una monstruosidad. La prueba evidente es que entonces nadie dijo nada, a nadie llamó la atención y nadie se escandalizó, como no se hubieran escandalizado los censores de hoy si hubieran vivido entonces.

 

CARLOS DEL RIEGO