OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 17 de mayo de 2020

LO QUE LAS GRANDES ESTRELLAS DEL ROCK COPIARON A LITTLE RICHARD

Dibujo original del artista catalán Pol Borrás que muestra el espíritu de Little Richard


Otro gigante del rock & roll, otro superviviente de las primeras horas ha abandonado el escenario definitivamente, el gran Little Richard. El señor Tiempo no distingue entre grandes estrellas y ciudadanos de a pie, de modo que tarde o temprano envía a la Parca a recoger a todo el personal. La diferencia es el legado que dejan unos y otros, la influencia y la huella que cada uno entrega a los que quedan y a los que vendrán después. Y ahí es donde está el verdadero valor de Richard Penniman, cuya herencia pervive en grandes estrellas del rock. Y pervivirá  
Sin la menor duda, Little Richard ha sido uno de los auténticos constructores del rock & roll. A él se deben infinidad de modos de expresar lo que esa música quiere transmitir. De hecho, algunas de las máximas estrellas del género confiesan abiertamente que sí, que trataron de imitar al incontenible Ricardito. Sobre su vida y obra hay infinidad de información disponible (puede revisarse en este mismo blog el texto titulado ‘Los 86 añazos del arquitecto del rock & roll, Little Richard’), de modo que parece más conveniente recordar lo que otros grandes del rock han tomado de él.
Conocida es la devoción de Paul McCartney por el exuberante artista de Georgia, al que conoció, junto a sus tres compañeros, cuando tocaban en Hamburgo. Desde el principio el beatle comprendió que estaba ante alguien único, y muy pronto trató de copiarle tanto inflexiones y recursos vocales como su pasión desbordante. Macca recordaba en 2001: “Él me dijo varias veces ‘no olvides que yo ten enseñé todo lo que sabes’, y yo le contestaba, cierto Richard, cierto”. Incluso reconoció haberle copiado los rituales previos a un concierto: “Cuando éramos unos chavales, en Hamburgo, un día entramos en su camerino antes de un concierto y allí estaba, la cabeza inclinada sobre una tetera con agua  hirviendo y tapada con una toalla. Él inhalaba profundamente. Desde entonces repito aquello antes de cantar”.
Mick Jagger debió quedar absorto al descubrir los movimientos y presencia escénica de Richard, y no dudó en tratar de reproducir esos movimientos, esa forma de mostrarse ante el público. Además, los morritos del cantante de los Stones son un remedo de los pucheros que Ricardito ofrecía al espectador. También se reconocen posturas y gestos sexualmente ambiguos en Jagger desde los años sesenta, cosa que ya hacía Little Richard en los cincuenta, demostrando que el mejor rock no exige exhibirse como un machote… “Cuando estábamos de gira con él me fijaba en sus movimientos todas las noches, aprendiendo también cómo entretener e involucrar al público; siempre fue muy generoso con sus consejos. Hizo una gran aportación a la música popular”, explicaba Mick Jagger, quien tras conocer la muerte de uno de sus maestros no dudaba en reconocer: “Fue la mayor inspiración de mis primeros años, y su música todavía tiene la misma energía salvaje cuando la tocas ahora que cuando se infiltró por primera vez en la escena musical, a mediados de los cincuenta. Te echaré de menos, Richard, que Dios te bendiga”.
¡Y qué se puede decir de su forma de atacar el piano! Entre otros pianistas, Elton John cogió del señor Penniman esa forma de arremeter contra las teclas, siempre poderosa, como queda patente en temas tan contundentes como ‘Crocodile rock’ o en el toque de ‘Honky cat’. Igualmente en lo estrafalario e inconfundible del vestuario de escena, el inglés imitó al estadounidense. “Sin duda, tanto musical y vocal como visualmente, él fue mi mayor influencia. Y sus canciones todavía suenan frescas…, los primeros segundos del ‘Tutti frutti, siguen siendo los más explosivos de la historia del rock”. 
También hay bastante Little Richard en el piano de Stevie Wonder, quien desde niño se fijaba en él. Así, en su temprano éxito ‘Uptight (Everything’s allright)’ de 1965, cuando Wonder apenas tenía 15 años, ya aparece una vistosa y jovial combinación de blues, soul y góspel en el teclado, un auténtico ‘tutti grutti’ bullicioso y vital que tenía su origen en Ricardito. 
¿De dónde procederían los grititos picanes de Prince? Sí, de los excesos vocales de Richard, que a veces daba la sensación de estar poseído por algún espíritu burlón y descarado. Y pasa lo mismo con el aspecto, con la presencia en escena, ya que Prince Roger Nelson le copió tanto el modo de vestir (ropa exagerada y provocadora) como el gusto por el contorno de ojos, ya que uno y otro jamás se dejaban ver sin retocarse convenientemente. Ah!, y también se percibe gran similitud en el peinado, abultado pero controlado, tendencia que Richard inició.
Y muchos otros grandes de este negocio imitaron al enorme Ricardito ese toque teatral, la chulería y descaro con que se enfrentaba al público. Y si las grandes estrellas lo han copiado sin disimulo, habrán sido miles los que hicieron, hacen y harán rock & roll con algo de Ricardito siempre presente.
Keith Richards sentenció: “Él es el auténtico espíritu del rock & roll”. Amén.
CARLOS DEL RIEGO

 FOTO  polborras.com  

No hay comentarios:

Publicar un comentario