OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 15 de enero de 2017

MUERE EL HOMBRE QUE ESQUIVÓ AL ‘DÍA QUE MURIÓ LA MÚSICA’ Eran los inicios de 1959 cuando tres músicos que iban para estrellas del rock murieron en el accidente aéreo más famoso de este mundillo. Uno de los que en el último momento cedió su sitio en el avión, Tommy Allsup, acaba de morir, 58 años después

Waylon Jennings y Tommy Allsup, que esquivaron a la muerte aquel día, flanquean a Buddy Holly, que no tuvo tanta suerte.
Se ha recordado en todo el mundo el primer aniversario de la muerte de David Bowie, uno de los artistas más importantes e influyentes del siglo pasado. Por el contrario, ha pasado totalmente desapercibido el deceso a los 85 años del guitarrista estadounidense Tommy Allsup… ¿Quién? Pues era un músico que ya estaba dando guerra en los cincuenta y que compartió estudio y escenario con nombres de la talla de Buddy Holly, Roy Orbison, Merle Haggard o Willie Nelson. Pero a pesar de estar considerado como uno de los mejores guitarristas de rockabilly, western swing y estilos relacionados (Paul McCartney siempre se dijo fan suyo), apenas será recordado por su aportación artística y sí porque dio esquinazo a la muerte hace 58 años, cuando en el último momento se quedó sin plaza en aquel fatídico avión…

Cualquiera que tenga el mínimo interés por este negocio sabe de qué se habla cuando se menciona el ‘Día que murió la música’; era febrero de 1959, Buddy Holly, Ritchie Valens y Big Bopper se sentían contentos por haber conseguido plaza en una pequeña avioneta (tres pasajeros y piloto), mientras que el resto de los músicos que tomaban parte en aquella gira tenían que continuar en autobús (con la calefacción estropeada). Las malas condiciones y la bisoñez del piloto (que también pereció) condujeron a la catástrofe. Lo curioso es que ni Big Bopper Richarson ni Ritchie Valens deberían haber subido a aquella Beechcraft Bonanza. Es cosa conocida que JP Richarson estaba tan griposo que no le costó mucho convencer a Waylon Jennings para que le cediera su sitio en el avión (otra versión asegura que fue Jennings quien se lo ofreció); y también es sabido que cuando le comunicó el cambio a Holly, éste le dijo en tono jocoso “ojalá el autobús se congele”, a la lo que Jennings respondió “ojalá tu avión se estrelle”…, palabras que le atormentaron el resto de su vida, que se alargó hasta 2002.

El otro cambio de pasajero es menos conocido. Tommy Allsup acompañaba a Buddy Holly (los músicos tocaban con unos y otros según necesidad) y era uno de los que inicialmente tenían sitio en el aeroplano; sin embargo, el jovencísimo Ritchie Valens (17 años), a pesar de que tenía verdadero pánico a volar, estaba tan congestionado y febril que le rogó a Allsup. Éste contaba: “Valens me pidió cuatro o cinco veces que le cediera mi asiento, de modo que casi sin darme cuenta cogí una moneda de medio dólar y la lancé al aire; él dijo ¡cara! (‘heads’ en inglés) y salió cara; se lo dije a Buddy y él respondió vale”.

Los tres músicos y el piloto montaron en su ataúd volador y un rato después se difundía la noticia de la tragedia. En principio las agencias apuntaron a que uno de los muertos era Tommy Allsup, ya que Buddy Holly tenía su documentación; Tommy explicó que se la había dado para que recogiera su correo en una oficina de Minnesota.

Desde entonces, el músico recién fallecido (el 11-I-17) jamás dejó de pensar en todo aquello (algo así ocupa sitio permanente en la memoria), y manifestó muchas veces que perder aquel cara o cruz fue una enorme suerte, puesto que supuso dar esquinazo a la muerte, la cual tuvo que esperar nada menos que 58 añazos. Buddy tenía billete seguro para aquel viaje final, pero Big Bopper y Ritchie Valens lo compraron a última hora. El autor de ‘Peggy Sue’ ya había escrito auténticos clásicos y demostrado así su valía; sin embargo, Ricardo Valenzuela (Valens) sólo había tenido tiempo para poco más que un par de singles fantásticos, apenas un comienzo. Aquella moneda lanzada al aire decidió una gran pérdida para la causa del rock & roll, pero a cambio de esa desgracia, Tommy alargó su vida 58 años, en los que nunca dejó el escenario, y Waylon tuvo más de 40 para seguir tocando y para maldecir aquellas palabras que dirigió a su amigo Buddy.   

La hermana de Ritchie Valens habló con el hijo de Tommy Allsup tras el óbito de éste: ambos coincidieron en que sus respectivos hermano y padre podrán por fin terminar aquella gira que comenzaron hace 58 años. No hay que olvidar que las grandes estrellas siempre saben rodearse de músicos de excepción que se vuelven imprescindibles. Y Tommy lo era. Sin embargo, si los anales del rock le dedican un par de líneas será para señalarlo como el hombre que esquivó el ‘Día que murió la música’.         


CARLOS DEL RIEGO

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