OPINIÓN

HISTORIA

lunes, 18 de julio de 2016

CANCIONES DE Y SOBRE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA La Guerra Civil Española (de cuyo pistoletazo de salida se cumplen 80 años) también tuvo su banda sonora que, en la mayoría de los casos, compartían ambos bandos. Por otro lado, es un tema del que la música rock también se ha ocupado…

El excelente grupo Fundición Odessa cantó con convicción y carácter
'España en guerra'.
Ochenta años hace (VII-16) que se desató la Guerra Civil Española. Demasiado tiempo como para sentirse involucrado. De aquella catástrofe casi nada puede rememorarse sin torcer el gesto; de hecho, bien podría decirse que casi exclusivamente las canciones que sonaban entonces siguen cantándose, en mayor o menor medida, tanto tiempo después y sin que nadie tenga por qué sentirse  molesto. Señalan algunas crónicas que del 36 al 39, cuando estaban en el frente, aparte de comer y dormir, los soldados sólo hacían dos cosas: escribir cartas (a la novia, a la familia) y cantar; lo curioso es que la mayoría de aquellas tonadas populares eran cantadas tanto a un lado como al otro de la línea que separaba el país. Era el modo en que el joven español daba salida a su alegría y su tristeza, a su melancolía y su esperanza.




Dejando aparte versos, estrofas y estribillos cargados de intención ideológica (como ‘barricadas’ o ‘caralsoles’), tanto en retaguardia como donde había intercambio de tiros todo el mundo cantaba títulos que aun hoy pueden escucharse sin que nadie se extrañe. Así, unos y otros entonaban el ‘Asturias patria querida’ como si todos fueran de Mieres o Gijón; e igualmente cualquiera se arrancaba con ‘El vino que tiene Asunción’ sin que se notara de qué bando estaba; lo mismo que nadie sabría hacia dónde disparaban los que coreaban emocionados ‘Adiós con el corazón’; y todo el mundo berrearía divertido el ‘Carrasclás’, el ‘No hay quien pueda’, ‘Apaga luz, Mariluz’, ‘Una mañana de mayo’ y unas cuantas más. Sí, parecen títulos hoy reservados para escenas de amistad etílica, pero el caso es que quien tenga cierta edad, antes o después habrá cantado una y todas. También se cantaban otras que, con ligeras variaciones, servían para reafirmarse en cada postura, pues eran letras inevitablemente asimiladas por la propia contienda, como ‘Ay Carmela!’, ‘Mamita mía’ o la siempre emotiva ‘Si me quieres escribir’ que, se asegura, recorría una y otra vez todas las trincheras de todos los frentes. No faltaron canciones en inglés, ‘Jarama Valley’ o ‘The Young man from Alcalá’, en alemán, ‘Legion Condor Fliegermarsch o ‘Ich hatt´ einen Kameraden’ (que también se canturreaba en español como ‘Yo tenía un camarada’) o en italiano, ‘Facceta nera’ (‘Carita morena’). Había más, muchas más, pero el mérito de todas estas (excepto las de títulos extranjeros) es que se han mantenido en la memoria popular y se siguen coreando.  



Pasado el tiempo irrumpió eso del rock. Y evolucionado y desarrollado el nuevo estilo, algunos grupos (no muchos) volvieron la mirada a aquel conflicto y escribieron canciones con la Guerra Civil Española como escenario. Como no podía ser de otro modo, todas muestran su simpatía por el bando perdedor y evidencian su desprecio hacia los amotinados; asimismo, todas tienen un inevitable tinte maniqueo con buenos y malos perfectamente diferenciados, como si todo se hubiera reducido a demonios que matan y ángeles que no…

Ningún aficionado a esto dejará de recordar el ‘Spanish bombs’ de The Clash; esta canción (que en vivo hacían a enorme velocidad) contiene varias referencias a la guerra, como Fredrico Lorca, los días del 39, los muros del cementerio, los coches negros de la Guardia Civil…, pero el caso es que Joe Strummer la escribió tras la explosión de una bomba etarra, y también con intención de dejar constancia de la cantidad de turistas que ‘caen’ de los aviones…

Evidente es el ‘If you tolerate this your children will be next’ de los británicos Manic Street Preachers, un título tomado de un cartel republicano con esa leyenda: ‘Si toleras esto tus hijos serán los siguientes’; es una excelente y contagiosa canción con aires de himno que curiosamente, al ser tan maniquea y simplificar tanto la realidad, fue utilizada por un partido ultraderechista británico, pues apenas cambiando un par de términos puede interpretarse en uno u otro sentido. También incluye versos como ‘Si puedo disparar a conejos, puedo disparar a fascistas’, tomados de una obra del político laborista galés Hywell Francis.     

El malogrado Phil Ochs fue el prototipo de cantante protesta, pues escribió cientos de canciones en su corta carrera, la mayoría de las cuales tenían intención política y social: cantaba por los derechos civiles, por el antimilitarismo y contra las guerras, sobre todo la de Vietnam, aunque también se acordó de la ‘Spanish Civil War’; en ésta, con acompañamiento y ambientación característicos habla de Franco, de la descuartizada democracia, de medio millón de muertos… Por su parte, los rocosos Metallica echaron un vistazo a ‘For whom the bells tolls’, o sea, ‘Por quién doblan las campanas’ de Hemingway, lo que quiere decir que construyeron el tema con algunas frases e ideas tomadas de la novela, sin más.

En España se ha tratado el tema en pocas ocasiones; alguna vez algún grupo le dedicó hasta un disco, ya fuera con temas propios o traídos de aquellos años, pero ciertamente con poco ingenio. Sin embargo, el excelente grupo leonés Fundición Odessa (que publicó tres elepés de 1988 al 93) grabó su ‘España en guerra’ en dos ocasiones con arreglo muy diferente; con potencia y convicción, contiene versos tan acertados como “Vivos los muertos descansan en el cementerio” o “Es tu guerra, no la ves?”


Imposible olvidarse de la emocionada ‘Viva la Quinta Brigada’ del irlandés Christy Moore. Habla de un pequeño grupo de irlandeses que vinieron a España a luchar contra Franco y fueron integrados en la XV Brigada Internacional, aunque sus integrantes no habían sido reclutados y organizados por el Komintern (es decir, en puridad, no eran brigadas internacionales). Es una conmovedora y pegadiza canción que incluso enumera nombres de algunos caídos, y posee ese aire de idealismo romántico tan común en los autores irlandeses. Es evidente que su título está tomado del inicio de una célebre canción española de aquella época…
Ochenta años después, la música no cambia: sigue siendo lenguaje universal, pero sí que ha habido modificación tanto en la forma (más) como en el fondo (menos).


CARLOS DEL RIEGO

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