OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 29 de mayo de 2016

CANCIONES CINCUENTONAS Y TAN FRESCAS COMO ADOLESCENTES Es verdaderamente excitante echar un vistazo a las canciones que eran número uno hace más de medio siglo, puesto que hay muchas, muchísimas, que todo interesado reconoce y casi cualquiera puede tararear. La comparación con lo que hay hoy es odiosa.

Muchas de las canciones de aquellos días 'beatlelianos' mantienen su encanto aunque ya sean cincuentonas.
No se trata tanto de comparar como de contrastar, de comprobar cómo las canciones que tuvieron repercusión hacia 1966 mantienen su chispa a pesar del tiempo transcurrido, mientras que las de la era informática parecen destinadas a un pronto olvido. El caso es que todas aquellas muestran esos rasgos propios de los sesenta del XX, pero contienen tanto talento, tanto atractivo, que jamás han dejado de sonar y jamás han dejado de gustar; en definitiva, se han convertido en clásicos, en obras que no pierden su encanto ni su capacidad de seducción por más años que pasen. Por tanto, algo deben tener. Se puede hacer un paralelismo con lo que es número uno hoy (V-2016) y tratar de adivinar si alguno de los superventas que circulan por los canales físicos o virtuales seguirá ‘vivo’ dentro de cinco décadas, o sea, si alguno de los hits de los años diez del XXI será considerado todo un clásico hacia 2066. ¿A alguien se le ocurre alguna pieza de los corrientes que pueda lograr tal cosa?

Lógicamente, cada época es diferente y tiene sus circunstancias específicas; por ejemplo, en los sesenta la reproducción de música era aún algo bastante novedoso y en casa apenas tenía otra competencia que la radio; por ello se le prestaba mucha atención a los nuevos ritmos. A día de hoy las posibilidades son tantas que lo de escuchar canciones es sólo otra opción más, con lo que queda muy en segundo plano. Asimismo, entonces había que ir inventando sobre la marcha y tirar de ingenio e imaginación, mientras que en la actualidad casi todo está planificado, estudiado, canalizado, quedando menos espacio para la inspiración; tal vez a causa de ello, los títulos que logran gran difusión son más vulgares, de modo que el número uno apenas tiene recorrido. Por eso, las listas están plagadas de música de usar y tirar, títulos de consumo tan fácil como fáciles de olvidar y sustituir, como si fueran pañuelos de papel o chicles…, en fin, se diría que son canciones con obsolescencia programada.

Cincuenta años atrás (por más que suene a nostalgia) las que llegaban a la cima de las listas tenían tanta chicha que podían perdurar (un poco como los automóviles, que estaban fabricados para resistir), como así ha sido. Todas estas mantienen el lustre y una preciosa pátina que atrapa generación tras generación. Eran los tiempos dorados de los Beatles, que se sucedían a sí mismos en el número uno; así, aunque es innecesario volver a enumerar todas aquellas melodías ya convertidas en emblemas de la cultura de la segunda mitad del XX, se pueden señalar como representativas ‘Help, ‘Yesterday’ o ‘A hard day´s night’, exitazos en su momento que, ya cincuentonas, suenan a diario y las tararean desde adolescentes a setentones; ¿puede señalarse alguna del presente siglo con hechizo parecido?... Los máximos competidores de los de Liverpool, los Stones (que iban un poco a rebufo), también dieron entonces lo mejor de sí mismos, con una espléndida colección de discos entre los que hay poderosos riffs que causan ‘Satisfaction’, o inspiradas creaciones como ‘Paint it black’; ¿qué superventas de la última década tiene tanto carácter como para compararse a esas?         

Pero hay muchas más en torno a aquel lejano 66 que no sólo no se ven viejas o antiguas, sino que todavía tienen más enjundia que cualquier cosa que se produzca ahora. Así, resulta imposible no sumarse a voz en grito al estribillo del ‘California dreamin´’ de The Mamas & the Papas, ya se tengan 16 ó 61. Algo parecido sucede cuando empieza a sonar otro hit de entonces: la preciosa melodía del ‘Sounds of silence’ de Simon & Garfunkel, cuya capacidad evocadora capta totalmente la atención de quien la escucha. Otro título que no pierde vigor aunque ya ha superado la cincuentena es el ‘The loco-motion’, que ha sido enorme éxito en tres décadas sucesivas con tres arreglos diferentes. Con más de medio siglo de vida pueden recordarse muchos otros títulos que no sólo no pierden carisma, sino que parecen crecer con los años: el ‘Reach out’ de Four Tops, las ‘Buenas vibraciones’ de los Beach Boys, la poderosa actualización que los Animals hicieron de ‘La casa del sol naciente’, el comercial pero eficaz ‘I´m a beliver’ de The Monkees (escrito por Neil Diamond), el enamoradizo ‘When a man loves a woman’ de Percy Sledge…,hasta el seminal ‘Wild thing’ de The Troggs se presenta oportuno en cualquier lugar y momento.

Todos esos son títulos (y son sólo una muestra) alcanzaron la cumbre de las listas hace ya más de cinco décadas, sin embargo, son temas tan lúcidos, tan lógicos, tan bien concebidos y ejecutados que no pierden un ápice de vigencia, de modo que se incrustan una y otra vez en el gusto de cada momento por más tiempo que pase. De todas las que han sido éxito en los últimos cuatro o cinco lustros, ¿cuántas están destinadas a perdurar?, ¿cuántas tendrán dentro de medio siglo el estatus de clásicos?  
Decididamente, esta comparación es odiosa.


CARLOS DEL RIEGO

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