La obra de de las Casas es uno de los argumentos en que se apoya la leyenda negra.. |
Un hispanista extranjero señalaba no hace mucho que
la única razón de la existencia de la leyenda negra española es que en España
sigue habiendo muchos dispuestos a creérsela; en este sentido, explicaba, hubo
leyenda negra contra Napoleón en toda Europa, pero como los franceses no le
hicieron el menor caso la cosa se disolvió, desapareció. De hecho, sólo en
España sigue vigente el término y su significado.
Los excesos de los Tercios españoles en Flandes también dieron base a la leyenda, aunque usaron igual crueldad que otros ejércitos europeos. |
La leyenda negra antiespañola surge (aseguran la
mayoría de autores) en el siglo XVI, difundida por los enemigos comerciales e
imperiales de España, sobre todo Inglaterra y Holanda, pero también por
españoles, como el secretario traidor de Felipe II, Antonio Pérez, o el exagerado
fray Bartolomé de las Casas. La base de la leyenda hay que buscarla en la Inquisición,
las actuaciones de los Tercios de Flandes y la conquista de América; asimismo
la expulsión de musulmanes y judíos o el poder de la Iglesia. Sin embargo, la
Inquisición fue un invento francés y existió en muchos lugares de Europa
(Portugal, Alemania, Italia, Polonia, amplias zonas de los Balcanes…), como
también existieron organismos similares en países protestantes, es decir, no
sólo España puede ser acusada de ello. Por otro lado, la crueldad de los
tercios de Flandes hay que colocarla en su tiempo, o sea, en una época
permanentemente en guerra, de forma que sólo un ingenuo puede llegar a creerse
que en el campo de batalla hay unos que se comportan como caballeros y otros
como salvajes; sólo hay que echar un vistazo a todos los conflictos armados que
asolaron Europa en ese siglo y en los siguientes y en los que no participó
España, y luego comparar actuaciones.
Y por último, lo de la conquista y la ‘Brevísima
relación de la destrucción de las Indias’ de Bartolomé de las Casas; hay que
decir que las exageraciones del fraile son colosales, empezando por cifras,
tiempos y distancias imposibles, y continuando al decir que los indios eran
mansos, buenos, sin maldades, fieles, pacíficos, humildes, carentes de odio y
deseo de venganza…, cuando lo cierto es que la América precolombina era
tremendamente violenta, cruel y sanguinaria, abundaban los sacrificios humanos,
las guerras interminables por el poder, los secuestros de jóvenes para el
sacrificio, de mujeres para entregar, de hombres para la esclavitud…; Bernal
Díaz del Castillo achaca (con respeto reverencial) a de las Casas el hecho de
que hable “sin haber estado allí”, mientras que él fue “testigo de vista” al ir
junto a Cortés en aquella primera expedición de 1919, y por cierto, en esta
obra describe cómo cuando entraban en los adoratorios (los cúes) estaba todo
manchado de sangre y de costras de sangre ennegrecidas, y olía “peor que en los
mataderos de Castilla”, pues allí destripaban, decapitaban y mutilaban a los
indios señalados para el sacrificio (y a algunos españoles que capturaron, a
los que “aserraban el pecho con unos navajones de pedernal y sacaban el corazón
bullendo”); además, también explica cómo los caciques de los pueblos sometidos
por Moctezuma iban llorando a Cortés para que los defendiera contra los
mexicanos, que periódicamente aparecían para llevarse niños y jóvenes, para
forzar mujeres y dar muerte a quien osara sublevarse. Es decir, los indios no
vivían en un paraíso antes de la llegada de los españoles, sino que era un
mundo extremadamente violento y cruento en el que los fuertes aplastaban a los
débiles…, como en todas partes. Y en todo caso, compárese la actuación española
con la de otros países colonizadores.
Esa leyenda negra tiene vestigios y pervivencias en
la actualidad y se aprecia en todos los ámbitos de la sociedad; entre otros
muchos pueden destacarse estos. Exhibir u ondear una bandera española es tenido
por síntoma de fascismo por gran parte de la población (no así si es bandera de
nacionalistas o de otro país), hasta el punto de que la mayoría de partidos
políticos jamás la tienen presidiendo sus actos (y no digamos el himno),
algunos a pesar de llevar el gentilicio en su propio nombre; en todos los
países del entorno cualquiera puede lucir una camisa con su bandera impresa,
mientras que hacer eso aquí sería correr un riesgo cierto y tener el seguro del
insulto y el desprecio. No pocos sectores de la sociedad (desde los
nacionalistas hasta los grupos de rock) tienen verdadera alergia a pronunciar
la palabra España, que ha sido sustituida por Estado Español; por ello, bandera,
himno y término España se han convertido para amplios sectores en algo
indeseable per se. Asimismo, los grandes españoles de la historia son vistos con
desprecio, se destacan sus errores y crueldades (sacándolos totalmente de
contexto) y se niegan sus logros. Las hazañas conseguidas por cualquier Pérez o
García se consideran producto de la suerte o son ignoradas e incluso negadas. Y
cuando existen testimonios contradictorios acerca de un hecho o persona, los
españoles que odian a su país darán crédito sólo al que se posiciona en contra,
por sistema, sin siquiera pararse a leer o escuchar la otra versión; y en este
sentido, es habitual aquí menospreciar lo propio y ensalzar cualquier cosa que
venga de fuera. Además, si España entra en conflicto con otros países (Marruecos,
Francia, Inglaterra), los españoles ‘anti-España’ se pondrán indefectiblemente,
sistemáticamente, a favor del otro… Son sólo muestras de lo que la leyenda
negra (a la que se da credibilidad en contra de la evidencia) ha conseguido
mantener a lo largo de los siglos. Hay que añadir que a ello contribuyó el
franquismo, con el que incomprensiblemente se identifican los símbolos y la
Historia de España.
En ningún país del mundo hay tantos que desprecian
el lugar donde han nacido como en España, en ningún país se oculta la bandera,
se niegan hazañas ni se menosprecia a sus héroes tanto como en esta tierra que,
por otro lado, sea tal vez la más invadida de la historia: primero celtas,
luego fenicios y griegos, más tarde cartagineses y romanos, posteriormente
visigodos y suevos, vándalos y alanos, e inmediatamente los musulmanes…,
incluso los vikingos penetraron por los ríos atlánticos en el siglo IX y Napoleón
lo intentó en el XIX. Por eso, resulta estúpido achacar a España haber invadido
y conquistado, pues tal cosa ha hecho el que ha podido durante los últimos
cinco mil años, incluyendo los nativos americanos antes de 1492.
Eso sí, el grado de antiespañolismo de algunos
españoles es directamente proporcional a su ignorancia o adoctrinamiento
ideológico, el cual ocupa todo el pensamiento sin dejar espacio para cualquier otra
posibilidad.
CARLOS DEL RIEGO
"En ningún país del mundo hay tantos que desprecian el lugar donde han nacido como en España, en ningún país se oculta la bandera..."
ResponderEliminarEso es lo grande de España y lo que hace de España lo que es. Un pueblo que no acepta su propia crítica jamás podrá crecer moral y culturalmente.
Si aplicamos la misma fórmula: de la misma forma que el grado de españolismo de algunos españoles es directamente proporcional a su ignorancia o adoctrinamiento ideológico, el cual ocupa todo el pensamiento sin dejar espacio para cualquier otra posibilidad.
Nos encontramos que este caso también se cumple. Fascinante, verdad.
Gracias y un saludo.
Gracias por su comentario. ¿No se ha preguntado nunca por qué no hay leyenda negra inglesa a pesar de las barbaridades cometidas en América, Sudáfrica, India..., ni leyenda negra francesa a pesar de lo perpetrado en África, Caribe, Indochina..., ni leyenda negra belga a pesar de la barbarie del Congo, ni leyenda negra holandesa a pesar de lo sucedido en Sudáfrica, Indonesia...? La respuesta es porque nunca consintieron la autocrítica, nunca dieron credibilidad a los que denunciaban sus excesos, ya fueran extranjeros o autóctonos; es decir, ingleses, franceses, belgas u holandeses rechazaron y despreciaron lo que de malo se decía de sus países. mientras en España siempre hubo quien les dio altavoz. Por esto se mantiene la leyenda negra. Inglaterra intentó difundir una leyenda negra de Napoleón, pero como apenas hubo franceses que le hicieron caso, no prosperó. Inglaterra y Holanda fueron quienes más propagaron la leyenda negra contra España, que tuvo éxito porque muchos españoles la apoyaron, y la apoyan.
EliminarSalud, gracias