OPINIÓN

HISTORIA

viernes, 12 de julio de 2013

POLÍTICOS Y PARTIDOS REPITEN ACTUACIONES, SE IMITAN ANTE LAS ADVERSIDADES Y RECURREN A IDÉNTICAS ESTRATEGIAS DEFENSIVAS Cuando se vive el tiempo suficiente en el tren de la política todos los viajeros terminan por recurrir inevitablemente a los mismos modos y maniobras, y esto se demuestra casi a diario

Son los mismos perros con los mismos collares.
Se está produciendo actualmente en la arena política española una prueba irrefutable de que nada hay más parecido a un político que otro, sin que en ello importe pertenecer a esta o aquella formación; y de igual modo que todos los políticos terminan por funcionar del mismo modo, que todos utilizan los mismos recursos y estrategias, y que todos los partidos reaccionan de modo idéntico ante las mismas contingencias y sucesos.

El PP ha hecho uso de su mayoría en el congreso para impedir que el presidente ofrezca explicaciones en torno al caso Bárcenas (un tipo tan de fiar como Lance Armstrong, por ,para que los principales implicados en el caso de los Ere no se vean en la tesitura de tener que contestar preguntas embarazosas. Actuaciones idénticas, como dos gotas de agua, por más que los sectarios de uno y otro lado traten de establecer diferencias.

Asimismo, también es característico de los partidos políticos, cuando se ven ante sospechas fundadas y acusaciones documentadas, recurrir a la táctica del embarullamiento y el enredo, o sea, mezclar mentiras con medias verdades, contraatacar a diestro y siniestro, recordar lo de “y vosotros más”…, en fin, buscar el totum revolutum para despistar (igual que las cebras corren en manada imposibilitando al carnívoro fijarse en un único individuo).

Y si se recurre al pasado reciente sólo se encuentran argumentos que cimentan más sólidamente la afirmación de que todos los políticos profesionales y todos los grupos políticos se conducen de idéntica manera ante situaciones similares. Quienes tengan cierta edad recordarán cuando, al final del felipismo, saltó el escándalo de la financiación ilegal del Psoe, el caso Filesa, Malesa y Time Export, y también les será fácil acordarse de cómo el partido se valió de su mayoría para impedir que el presidente compareciera y se sometiera a incómodas preguntas. Pues bien, el presidente Rajoy y su partido han calcado hoy (2013) la estrategia, el modus operandi que utilizaron González y el suyo hace unos 18 años. Cambiando siglas y nombres lo escrito en la prensa de 1995 coincidiría punto por punto con la del momento presente.  

Sí, todos tienden a echar mano a las mismas herramientas de un modo que casi puede calificarse de lógico, pues si se está mucho tiempo en la misma actividad se termina por coger el tranquillo a la cosa, sobre todo si, como en el caso político, todos tienen el mismo objetivo: permanecer, quedarse, mantener el poder o tratar de conquistarlo y, en todo caso, no volver a trabajar pie a tierra bajo ningún concepto.   
       
Solución: acabar con la figura del político y sustituirla por la del ciudadano metido ocasionalmente, temporalmente, a las faenas políticas; con ello se acabará con ese vicio exclusivo de la actividad política que es la experiencia, pues ésta hace que se convierta la política en un fin en sí misma, en el único objetivo.


CARLOS DEL RIEGO   

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