José Constantino Nalda fue presidente de la Junta de Castilla y León durante ocho meses entre 1986 y 1987, por lo que cobra desde entonces unos 75.000 al año. |
Anuncia la prensa que el gobierno ha encargado al Centro de
Estudios Políticos y Constitucionales un plan, una estrategia, treta, argucia o
maña con la que lavar la imagen pública que de la casta política tiene el
ciudadano. Es decir, lo único que les preocupa es la opinión que se tiene de
ellos, no lo bien o mal que lo estén haciendo; lo que pretenden es que la gente
los mire con más simpatía utilizando recursos de manipulación de masas y, de
este modo, en lugar de gastar el dinero público en mejoras para el sufrido
contribuyente, se lo gastan en adivinar cómo hacer para que se piense que son
unos hachas. En fin, no les preocupa llegar a ser honrados y eficaces
trabajadores públicos, sino que sólo quieren parecerlo. Es otra muestra más de
lo alejados que están de la realidad.
El caso es que también se publica estos días en los medios (enero
2013) que la mayoría de los expresidentes de comunidades autónomas (engañifa que
se inventaron los políticos para tener más sillones que trincar) salen por un
pico, algunos por más de dos millones de euros al año; se les paga sueldo
opíparo y se les coloca en algún organismo inútil y oneroso (como el Consejo
Consultivo, el Consejo del Reino o el Consejo de la Parte Contratante de la
Primera Parte), se les proporciona despacho, chófer y coches oficiales,
secretarias, ayudantes, escoltas… todo lo cual cuesta miles de horas de trabajo
a los trabajadores de a pie. Bien podrían los políticos tratar de acabar con
privilegios tan insultantes en lugar de recurrir al marketing y manipulación de
masas para intentar modificar la opinión que de ellos tiene el público.
Asimismo también es noticia de primera página la denuncia
contra los Pujol (pronto irán apareciendo en los juzgados más y más), que han
amasado una enorme fortuna familiar iniciada desde la nada, pues cuando Jordi
llegó al cargo público carecía de cualquier patrimonio. Aun se recuerda cómo
hace alrededor de tres lustros un conocido periodista catalán adelantó que,
tarde o temprano, se iban a conocer todos las maniobras de la saga, siempre
conducentes al provecho económico más que a cualquier otra cosa. Pero lo que
causa risa o enojo es que el vástago del honorable declare, tras reconocer dos
milloncejos de nada en bancos extranjeros, que si aparece más dinero o cuentas
a su nombre en paraísos fiscales será porque el titular se llama igual que él…;
ridícula disculpa (habrá quien haga el esfuerzo de creérsela) que recuerda a
otras muchas mentiras disparatadas declaradas ante el juez, como aquella que
dieron los policías que custodiaban a un delincuente apodado El Nani que
desapareció sin dejar rastro, de modo que cuando en el juicio se les preguntó a
los agentes qué había pasado contestaron que lo llevaron a un lugar donde el
ladronzuelo les dijo que tenía el botín, pero como él iba en chándal y ellos
con traje se les escapó corriendo…
Si a estas minucias (que diría el orondo Posada) se le unen
las cantidades que cobran sus señorías por no vivir en Madrid a pesar de que
tienen vivienda (s) y residen casi todo el año en el foro, y si se le suma todo
lo que han escatimado al mileurista y la rebaja de servicios sin merma de
impuestos, el resultado lógico es que el personal se convence de que el
político lo es para vivir en el privilegio.
Y lo que corrobora tal convencimiento es precisamente esa
idea del gobierno (da igual su signo, pues todos utilizan los mismos recursos
independientemente de ideologías), esa genialidad de gastar dinero de todos en
lavar la sucia cara que la ciudadanía ve cada vez que mira a un abnegado
servidor público. Pero parece que los trucos de marketing ya no van a
funcionar, puesto que las manchas que les han salido a estos seres-pegados-a-
poltrona no se quitan ni con lija y escofina.
CARLOS DEL RIEGO
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