OPINIÓN

HISTORIA

viernes, 20 de junio de 2025

LAS CIFRAS DEMUESTRAN QUE LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA FUE LA MÁS GARANTISTA Y BENÉVOLA DE TODA EUROPA

 


Ninguno de los instrumentos de tortura que se exponen en los museos es auténtico ni hubo nunca nada parecido. Todos se construyeron en el siglo XIX y fueron pensados para atraer visitantes

 

A pesar de que periódicamente aparecen estudios que desmontan las mentiras acerca de la Inquisición Española, aun hay novelas, películas, series televisivas en las que se sigue dando validez histórica a los tópicos extendidos por los tradicionales enemigos-envidiosos de España. Sin embargo, la realidad desmiente totalmente esa leyenda que señala al Tribunal del Santo Oficio como autor de las más terribles torturas y ejecuciones. Los números son claros

 

La Inquisición fue un invento francés. Y a diferencia de la del resto de Europa, la española fue un tribunal garantista, un tribunal que podía tardar años en completar el proceso legal, puesto que exigía pruebas sólidas, testigos, documentos, contaba con abogados, métodos legales de apelación…, y como se anotaba todo y de todo quedaba constancia documental y, además, había que enviar informes completos a la ‘sede central’, hoy se saben los nombres de los reos, sus acusaciones, las pruebas, sus culpas, su lugar de origen, las sentencias… Prueba irrefutable de que la Inquisición daba todas las garantías legales a los acusados es que los presos comunes (ladrones, asesinos, secuestradores…) pedían y exigían ser juzgados por el Santo Oficio.

 

Los autores y especialistas que, sin prejuicios ni ideologías, se han dedicado a estudiar este asunto concluyen que la Inquisición Española llevó a cabo 49.092 procesos judiciales entre los años 1550 y 1700, de los que salieron un total de 1.695 sentencias de muerte; sin embargo, fueron ejecutadas 863 personas, mientras que el resto de los sentenciados eran ajusticiados ‘en efigie’ (es decir, se ejecutaba un muñeco). Y si se conocen las cifras con tal exactitud es precisamente por los métodos cien por cien garantistas que se seguían.   

 

Por comparar cifras. En el año 1572, siguiendo las órdenes de la corona francesa con el apoyo de la iglesia católica francesa, fueron ejecutados en París entre 2.000 y 3.000 mil protestantes en apenas unas cuantas horas en un episodio conocido como la Noche de San Bartolomé. El frenesí anti-protestante se extendió por el resto de Francia, por lo que se calculan entre 10.000 y 30.000 los ‘herejes’ que fueron asesinados en el país vecino, que siempre pasó por tolerante y miró con desprecio al sur…

 

Es necesario insistir en que las cifras son concretas y exactas en el caso español, mientras que en el francés son aproximadas y estimativas. Ello es así porque los procesos inquisitoriales españoles eran anotados y registrados en todos sus términos, y comunicados a las autoridades superiores, pero las cifras de las ejecuciones en Francia no se pueden determinar con exactitud porque no había procesos, ni abogados, ni apelaciones. 

 

El Tribunal del Santo Oficio español perseguía sobre todo a herejes, protestantes y falsos conversos, aunque también a sodomitas, piratas, asaltadores de caminos, corsarios berberiscos e incluso espías. En cuanto a brujas y brujos, España fue el país más lógico y escéptico ante acusaciones de este tipo. De hecho, el inquisidor Alonso de Salazar y Frías (1564-1636) dejó escrito: “No hubo brujas ni embrujados en ningún sitio hasta que se comenzó a tratar y a hablar sobre ellos”. La mayoría de los inquisidores españoles eran hombres de leyes y no solían caer en supercherías ni acusaciones infundadas, Y muchos de los inquisidores señalaron que los acusados de brujería eran dignos de lástima, no de castigo. Por otro lado, estos licenciados en leyes no solían dar crédito a las confesiones bajo tortura; además, en caso de recurrirse a ella, ésta no podía durar más de 15 minutos y debía estar presente un médico que velara por la vida del reo.

 

En el resto de Europa las cosas fueron muy distintas, pues todo el continente cayó en aquellos años en un frenesí de búsqueda de brujas y hechiceros. Incluso bastaba con una acusación anónima para que las gentes se echaran a la calle para buscar a los ‘amigos del maligno’ y acabar con todos…, sin procesos ni jueces ni leyes. Así, el cálculo de quemados y quemadas, decapitados, torturados hasta la muerte o asesinados por las turbas en Alemania bajo acusación de brujería se estiman entre las 20.000 y 30.000 personas. En Suiza mataron bajo esta acusación a no menos de 10.000 personas. En Francia fueron alrededor de 4.000, en los países escandinavos 2.000 y otros tantos en Inglaterra. Todos ellos señalados y quemados por hechicería. Los números no pueden ser exactos porque, a diferencia de España, no había procesos ni garantías, ni quedaban anotados los nombres y acusaciones, sino que se mataba al sospechoso sin más. La Inquisición Española ejecutó bajo acusación de brujería a un total de 49 personas. La última ‘bruja’ quemada en Europa fue en el año 1782 en Suiza.

 

En España, el Tribunal del Santo Oficio llevó a cabo procesos muy garantistas, que duraban el tiempo que fuera necesario y de los que quedaba documentación escrita con todos los detalles del proceso y del acusado, de los jueces, abogados, acusaciones, testigos, pruebas… Por eso se conocen los números con tanta precisión. Y evidentemente, no son los peores de Europa.

 

Pero los enemigos de España (extranjeros y españoles) siempre preferirán creer a su ideología y prejuicio antes que a la verdad demostrada. 

 

CARLOS DEL RIEGO

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