Bill Wyman, que ya tiene 88 primaveras, confiesa que siempre vivió justo de pasta, a diferencia de Mick y Keith
Formar parte de un grupo de rock con
éxito es (o ha sido) el sueño de muchos desde que el rock & roll se
convirtió en fenómeno global. Sin embargo, no todo el mundo sabe que muchos de
los que tocan junto a las grandes estrellas ganan mucho menos de lo que se
supone. De hecho, quienes ganan pasta gansa son los autores de las canciones,
mientras que el resto de los integrantes de la banda jamás ven grandes cifras
en su cuenta. Un ejemplo es el que fuera bajista de los Rolling Stones, Bill
Wyman, quien asegura que él, el batería Charlie Watts y Ron Wood siempre
estaban muy justos de dinero
Recientemente el que fuera bajista de
los Rolling Stones desde el primer momento, Bill Wyman, contó en una revista
especializada (Classic Rock) que debería haber dejado la banda mucho antes de 1993,
cuando cesó toda relación profesional con Jagger y Richards. Y la causa es que
tanto él como el guitarrista Ronnie Wood y el baterista Charlie Watts casi siempre
tenían apuros económicos, deudas y descubiertos bancarios mientras los otros
dos nadaban en la abundancia.
Wyman habló del asunto con
contundencia: “Sin duda debería haberme largado mucho antes…, ya en la década
de los ochenta. Recuerdo que hicimos la gira ‘Steel Wheels/Urban Jungle’
durante 1989-90 después de siete años de no hacer nada…, bueno pues aunque
resulte difícil de creer terminé aquel año con un descubierto bancario de
200.000 libras. Ni Charlie, ni Ron ni yo estábamos ganando nada, apenas un
sueldo mísero”.
Todo lo contrario que los que siempre
firmaron las canciones propias de los Stones. Wyman habla con algo de
resquemor: “Mick y Keith eran muy ricos, ganaban muchísimo, de modo que lo que
ganáramos los otros no les importaba nada. Pero Charlie, Ronnie y yo apenas
ingresábamos lo justo para sobrevivir. Mucha gente no sabe que Ronnie empezó a
hacer y vender arte para alimentar a su familia, porque con lo de la banda no
le llegaba”. El emblemático bajista recuerda con cierta amargura: “Por eso,
cuando empezamos la gira ‘Steel Wheels/Urban Jungle’ de 1989 (tras siete años
de no salir de casa) pensé que sólo serían un par de años, porque para entonces
yo estaba ya haciendo muchas cosas al margen del grupo”.
Parece que el asunto del parné llegó a
ser tan importante como la música (o casi). Wyman recuerda que a mediados de
1971 los miembros de Rolling Stones decidieron huir de la presión fiscal
británica, fijando su residencia en paraísos fiscales. “No teníamos dinero”, explica
el músico. "Allen Klein (turbio personaje que fue mánager de los Stones de
1968 a 1970) tenía y disponía de todo el dinero, y cuando lo necesitabas tenías
que rogarle que te enviara algo de pasta”. Es más, según confiesa: “Yo tenía
casi siempre números rojos en la cuenta bancaria; quiero decir que no estaba de
fiesta y excesos todo el tiempo, sino que estaba preocupado por cómo hacer
frente a gastos y facturas. Realmente fue una pesadilla”.
Los problemas económicos habían
llegado antes. “A finales de los sesenta el primer ministro Harold Wilson (1964-1970 y
1974-76) aumentó los impuestos a porcentajes abusivos, hasta el noventa y tres
por ciento. Fue algo absurdo, de modo que decidimos irnos de Inglaterra. Nos
fuimos porque debíamos tanto dinero a Hacienda que jamás llegaríamos a ganar lo
suficiente para pagar. La marcha fue inevitable…, pero luego nos acusaron de
ser unos multimillonarios caprichosos e insolidarios y que nos íbamos porque no
queríamos pagar nuestras deudas; la realidad era muy distinta”.
Y aun va más atrás: “Cuando murió
(1969), el pobre Brian Jones debía al banco más de treinta mil libras. Y cuando
yo compré una casa en Suffolk apenas tenía mil libras en el banco, por lo que
hice lo que cualquiera, recurrir a una hipoteca con la esperanza de seguir ingresando
lo suficiente para pagar”.
Sorprende que, aun siendo
‘secundarios’ en The Rolling Stones, siempre estuvieran a dos velas: “Las cosas
siempre estuvieron así de mal para nosotros tres. Mick y Keith eran ricos
porque tenían los derechos de autor y los de publicación de canciones, pero Brian,
Charlie y yo, y posteriormente Ronnie, no ganábamos ni la décima parte de lo
que ellos recibían. Lo justo para ir tirando”.
En pocas palabras y como dice el
refrán “no es oro todo lo que reluce” en el mundillo del rock & roll.
CARLOS DEL RIEGO
No hay comentarios:
Publicar un comentario