OPINIÓN

HISTORIA

miércoles, 20 de julio de 2022

LAS PROFECÍAS CLIMÁTICAS DE CIENTÍFCOS Y EXPERTOS JAMÁS SE CUMPLEN

 


Los adivinos climáticos predicen algo parecido a esto desde que empezó a hablarse de medio ambiente, pero nunca se ha cumplido ni una de sus profecías

Casi cada día aparece en los medios y redes sociales algún científico, un experto climatólogo o un especialista medioambiental anunciando graves catástrofes a unos pocos años vista. Como hacían hace siglos los profetas del apocalipsis, los estudiosos que se creen futurólogos predicen y auguran calamidades sin fin en todo el planeta, y ello a pesar de que todos los vaticinios hechos hasta la fecha se han revelado falsos, fraudes, mentiras

Nadie niega la contaminación del aire, tierras y aguas y, sin embargo, resulta difícil creerse todo lo que dicen las ‘voces autorizadas’ cuando tratan de predecir lo que ocurrirá dentro de unos años, muchos o pocos. La experiencia dice que no dan una, que cada vaticinio se convierte en una paparrucha, en una mentira, cuando se llega a la fecha indicada. La lista de embustes de científicos y expertos es casi ilimitada, por lo que resulta incomprensible que, a pesar de sus falsas predicciones, nadie les pida explicaciones; igualmente, la prensa que divulga las apocalípticas profecías con grandes titulares nunca dedica el mismo espacio a desdecirse.    

En fecha tan temprana como el 17 de noviembre de 1967, el diario Salt Lake Tribune tituló ‘Hambruna terrible en 1975’. En el texto explican que “según afirman biólogos de la Stanford University ya es demasiado tarde para el mundo para evitar un largo período de hambre, con su punto más destructivo y catastrófico en 1975”. De tal estupidez nadie dijo nada en 1975.

Un par de años después, el 10 de agosto del 69, el New York Times amenazó: ‘Todos desapareceremos en una nube de vapor azul en 1989’. La noticia se basaba en la afirmación del doctor Paul Ehrlig: “Todos desapareceremos en una gran nube de vapor azul en 20 años”. Buen arranque para una de serie Z.

También hubo quien pronosticó hambrunas letales. El Redlands Daily Facts publicó el 6 de octubre de 1970: ‘Estados Unidos padecerá racionamiento de agua en 1974, y racionamiento de alimentos en 1980'. Así lo anunció un reputado ecologista, el mencionado Ehrlig, quien avanzó que “La vida en el mar desaparecerá en menos de una década”. ¿Qué pensará cuando llega la fecha indicada y no se cumple su augurio?

 

A día de hoy el calentamiento global es una de las grandes preocupaciones, pero hace unas décadas era lo contrario: una próxima edad de hielo.

El Boston Globe proclamó el 16 de abril de 1970: ‘Los científicos predicen una edad de hielo a comienzos del siglo XXI’. El ‘experto James P. Lodge vaticinaba: “La polución del aire bloqueará el sol y se producirá una edad de hielo en el primer tercio del siglo XXI”, y también adivinó que “La demanda de agua secará los ríos y las aguas continentales”.

‘Se nos viene una edad de hielo’, tituló Washington Post el 9 de julio de 1971. El doctor S. I. Rassol, de la Columbia University, daba más datos: “En los próximos 50 años las partículas que dejan en la atmósfera los combustibles fósiles harán de pantalla que no dejará pasar los rayos del sol, con lo que la temperatura caerá hasta que nos veamos inmersos en una edad de hielo”.

El inglés The Guardian, en enero de 1974, insistía en la temida y próxima edad de hielo basándose en los informes e indicios que enviaban “Los satélites espaciales, que advierten del cambio del clima hacia una edad de hielo en el hemisferio norte”.

La Brown University pronosticó en 1971 una edad de hielo para 2070. El climatólogo Stehpen Sneider dijo en New York Times Book Review, el 18 de julio de 1976, que “el enfriamiento es ya inevitable”. El mismo diario neoyorquino amenazaba el 5 de enero de 1978: “Sin final a la vista la tendencia hacia el enfriamiento, que llegará en 30 años”.

Otros oráculos pronosticaban diversos tipos de calamidades para el futuro del planeta y sus habitantes. La NASA publicó en 1974: “El agotamiento del ozono ya es una serio peligro para la vida” (dice agotamiento, no agujero en la capa de ozono).

Según presagiaba France Press el 26 de septiembre de 1988, “Las Islas Maldivas estarán completamente bajo el agua en 30 años”; algo parecido se dijo de grandes áreas de ciudades como Barcelona o Benidorm… La agencia Associated Press amenazó el 30 de junio de 1989 con “Mares crecientes que 'borrarán' naciones en el año 2000”. Según The Independent, el 20 de marzo de 2000, “Los niños no sabrán qué es la nieve”. Y The Guardian decía el 21 de febrero de 2004: “Hambruna global en 10 años”.

Las profecías y adivinaciones, los augures y futurólogos vienen manipulando, engañando y burlándose del personal desde hace milenios, a pesar de lo cual siempre hay quien esté dispuesto a predecir el futuro, y cuando comprueba lo equivocado de su profecía, ya lo ha olvidado.

Personajes de gran fama también se han lanzado al mundo de la adivinación aprovechando la repercusión que tienen sus declaraciones. En 2008 el mamotreto de Al Gore advierte de que el Ártico se quedará sin hielo en 2013; después dijo que sería en 2014, luego la Nasa que en 2015, y la US Navy que para 2016. El príncipe Carlos de Inglaterra, en 2009: “solo quedan 8 años para salvar el planeta”. Otro que tal, Gordon Brown, primer ministro de Inglaterra en 2009, previó que quedaban “50 días para salvar al planeta de la catástrofe”.

Tonto sería ignorar o menospreciar los problemas de contaminación que sufre la Tierra, pero mucho más tonto es tragarse las trolas y presagios de los ‘científicos y expertos medioambientales’ convertidos en futurólogos. A los gobiernos y organismos poderosos les viene muy bien eso de amenazar y meter el miedo en el cuerpo a la población, puesto que son pretextos para arrebatar libertades, para controlar, para tener a todo el mundo bajo su yugo.

Hay que desconfiar de los que se creen adivinos aunque sean científicos.

 

CARLOS DEL RIEGO

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