OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 23 de mayo de 2021

CUANDO LA GUITARRA O EL MICRO SE DEFIENDEN E INCLUSO MATAN

 

Bil Wyman inconsciente tras recibir una descarga eléctrica en Dinamarca en 1965

Seguramente todo el que lleve tiempo tocando la guitarra eléctrica o cantando en un grupo de rock ha sufrido alguna que otra descarga eléctrica. Normalmente la cosa no produce mayores daños, pero hay casos extremos en los que el músico recibe el paso de unos cuantos voltios por su cuerpo, con resultados graves e incluso, en algunos casos, mortales.  

Es como si el instrumento tratara de ‘defenderse’ o protestar por el ‘mal trato’ recibido. El caso es que quien se mueve por un escenario con una guitarra eléctrica (o similar), o el que canta pegando sus labios al micro, corre un pequeño riesgo que, en algunas ocasiones, pocas, es un auténtico ataque. Como si la Gibson o la Fender se volvieran rabiosas y se rebelaran contra los que las manipulan. En la historia del rock se han dado unos cuantos casos, casi siempre con escasas consecuencias, aunque hay veces que da la impresión de que las guitarras la carga el demonio…

Uno de los sucesos más desgraciados con guitarra y guitarrista implicados tuvo como víctima mortal a Leslie Harvey, guitarrista de diversas bandas escocesas de rock, Stone the Crows la más célebre. En los sesenta el propio Alan Price le propuso incorporarse a sus Animals, pero rechazó la oferta porque prefería unirse a la banda de su hermano, Alex Harvey Band; a mediados de la década se unió a un grupo llamado Blues Council, pero en el 65 tuvieron un accidente de coche en el que murieron bajista y cantante, por lo que se separaron. A finales de la década Les Harvey formó Stone The Crows, banda de blues rock cuyo manager fue Peter Grant, el de Led Zepellin. En un día lluvioso de mayo de 1972 el grupo tocaba en Swansea, Gales; el escenario estaba encharcado, Les tenía las manos mojadas, había algún cable en malas condiciones y el micro no tenía toma de tierra. A mitad de canción Harvey pegó los labios al micro mientras sus manos húmedas manejaban las cuerdas…; recibió una potente descarga eléctrica ante el público; sus compañeros declararon que, literalmente, saltó por los aires y al caer la guitarra quedó pegada al micro mientras el pobre músico recibía y recibía; uno de los asistentes, después de la confusión y el susto, le pegó una patada a la guitarra. Leslie Harvey fue declarado muerto a su llegada al hospital. Tenía 27 años.

Keith Relf era el cantante y armónica de uno de los grupos seminales de los sesenta, The Yardbirds, de modo que tuvo como compañeros a Eric Clapton, Jeff Beck o Jimmy Page; en el 68 éste refundó el grupo como New Yardbirds, que se convirtió en Led Zepellin. Al parecer, Keith no tenía una salud de hierro, pues padecía asma y enfisema pulmonar. En mayo de 1976 conectó su guitarra en el sótano de su casa (también se dijo, sin el menor indicio, que fue en la bañera); según el informe, las conexiones no estaban en perfectas condiciones y, probablemente, debió ponerse sobre una tubería de gas mientras tocaba, produciéndose entonces una descarga que lo electrocutó. Lo encontró su hijo de ocho años. En el hospital sólo pudieron certificar su muerte; seguro que sus problemas respiratorios tuvieron que ver. Tenía 33. 

La electrocución que sufrió Gary Thain, bajista de Uriah Heep, no lo mató…, de momento. En septiembre de 1974 tocaban en Dallas cuando, en pleno concierton, Thain recibió una potente descarga que le causó graves heridas. El grupo ya pensaba en prescindir de sus servicios, ya que el bajista tenía una fortísima adición a la heroína que afectaba a su forma de tocar. A principios del 75 lo despidieron, y a finales de ese año Gary Thain moría por una insuficiencia cardíaca provocada por una sobredosis y las secuelas debilitantes de la electrocución que había sufrido un año antes. Tenía 27 años.

Cuando se habla de accidentes y trompazos en el mundillo del rock es inevitable la presencia de uno de los grandes crápulas, Keith Richards. En un concierto en1965 en EE UU, su guitarra tocó un soporte de micro sin toma de tierra; según testigos, Richards “voló por los aires envuelto en luz azul"; pero como tantas otras veces en su vida, no le pasó nada, se levantó, se sacudió la ropa y a tocar. Sus compañeros también probaron la electricidad; durante una gira por Escandinavia aquel mismo año, actuaban en Dinamarca cuando un Jagger sudoroso tocó dos micros a la vez, uno de los cuales estaba mal conectado; el cantante se revolvió descontrolado y chocó con Bill Wyman, quien se llevó una descarga que lo dejó inconsciente unos minutos. Tampoco les pasó nada.

El productor, cantante, guitarrista y gran impulsor de la ‘new wave’ Nick Lowe salió vivo de una de esas de milagro. Tocaba con una de sus bandas, Brinsley Schwarz, a principios de los 80 en Londres; otra vez un micro sin toma de tierra y la corriente empezó a atravesar su cuerpo; todo el mundo se quedó horrorizado y paralizado mientras el pobre Nick soportaba voltios y más voltios. Entonces, el teclista del grupo, Bob Andrews, se acercó y trató de dar una patada al micro, pero como Nick se agitaba incontroladamente falló y golpeó al desdichado cantante, que por fin se ‘desconectó’ del micro. Los médicos dijeron que esa patada le salvó la vida, pues puso de nuevo en marcha el corazón de Lowe, que ya estaba en parada.

También George Harrison se llevó una descarga mientras grababa ‘Let it be’. Y Ace Freehly (Kiss), durante un concierto en 1976, tocó una barandilla de metal mientras tocaba, se cerró el circuito y se llevó una sacudida que lo dejó inconsciente media hora; el asunto le inspiró el tema ‘Shock me’.

Estos son solamente los famosos, pues en realidad son más, muchos más y con mucho menos nombre, los músicos de pop y rock que han sufrido las iras eléctricas de sus herramientas de trabajo. Son accidentes laborales.

CARLOS DEL RIEGO

 

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