OPINIÓN

HISTORIA

jueves, 21 de enero de 2021

APENAS DESCUBIERTOS LOS TERRITORIOS AMERICANOS, LOS ESPAÑOLES YA FUNDABAN UNIVERSIDADES

 


Sala del convento del Rosario, donde se impartieron las primeras clases de la Univrsidad de San Marcos, Lima, en enero de 1553

A lo largo del presente 2021 se conmemora el bicentenario de la independencia de casi todo lo que formó parte del Imperio Español en América, situación que, a ambos lados del océano, será aprovechada para renegar de la actuación de España, para hablar sólo de lo malo y callar lo bueno. Es inútil repetir que lo que allí hicieron los españoles no se diferencia de lo que se hacía en todo el mundo entonces, incluyendo América. Pero la realidad dice que unos pocos años después de la llegada de los primeros barcos, Hispanoamérica ya tenía las primeras universidades del continente. En otros lugares esperaron siglos     

No pocos historiadores especialistas en la América Hispánica coinciden en afirmar que la conquista la consiguieron los indios, mientras que la independencia fue cosa de españoles; la cosa se explica porque eran muchísimos más los indios aliados de los españoles que éstos (en la toma de la capital azteca combatieron unos 800 españoles y más de 150.000 indios aliados), de modo que en la conquista tomaron parte más amerindios que hispanos; en cuanto a la independencia, la idearon, planearon y llevaron a cabo los criollos (no los indios), es decir, los españoles nacidos allí, que querían poder hacer y deshacer a su antojo sin tener que dar cuentas a la metrópoli… Hace dos siglos, ante la situación de debilidad de España, Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá se independizan con el nombre de la Gran Colombia, luego fue Perú, las Provincias Unidas de Centroamérica (Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica), México…

Todos los ‘libertadores’ prometieron la felicidad absoluta (como es normal en estos casos), aunque el tiempo ha demostrado otra cosa. Sin embargo, a pesar de la calamitosa gestión y gobierno de los dictadores, políticos y caudillos que han mandado allí desde entonces, siempre han culpado de los males de sus países a los españoles, ya fuera acusándolos de las muertes de los indios (las mayores matanzas fueron planeadas y ejecutadas por los nuevos gobiernos, que señalaban a los indígenas como un lastre para la modernización del nuevo país), el caos social, la corrupción, la ruinosa economía, la violencia... Además, los políticos hispanoamericanos jamás dieron (ni dan) ningún valor a lo que los españoles dejaron antes de irse, como universidades, colegios, hospitales, catedrales, organización, administración territorial, cuerpos legales, alfabetización, mestizaje… Cuando las otras potencias colonizadoras perdieron sus imperios, no dejaron nada, absolutamente nada en los territorios que abandonaban, lo que demuestra claramente sus intenciones.       

Imposible mencionar todo, así que baste detenerse en la fundación y construcción de universidades. La primera fue la Universidad Mayor Nacional de San Marcos de Perú, en Lima, por real cédula de mayo de 1551; ha desempeñado su labor ininterrumpidamente desde su fundación, y ni siquiera durante las guerras de independencia se detuvo su funcionamiento; además, tenía los mismos privilegios y libertades que la de Salamanca. Es conveniente recordar que sólo hacía 30 años de la toma de México-Tenochtitlán (otro aniversario) y ¡19 años! de la victoria de Pizarro sobre los incas. Es decir, muy poco después de llegar, ya estaban construyendo y proporcionando a cada nuevo territorio todo lo necesario para que América pasara del Neolítico al Renacimiento (unos 10.000 años) en unas décadas.

También en 1551 se funda la Real y Pontificia Universidad de México. La Universidad de Santo Tomás de Aquino de República Dominicana, en Santo Domingo, recibió bula papal en fecha tan temprana como 1538 (por eso allí presumen de ser la primera de América), aunque no obtuvo la real cédula hasta 1558. La Santo Tomás de Aquino de Bogotá nace en 1580; en 1603 se erige la Universidad de San Fulgencio de Quito, Ecuador, y en 1621 la Universidad de Córdoba, Argentina. Las universidades de Santiago de Chile, Sucre, La Habana, Caracas, Guadalajara… surgen a lo largo de los siglos XVII y XVIII, siempre por iniciativa de España, pues aquellos territorios era parte de ella. Esta empresa de construcción de centros del saber es una prueba de que la intención de la corona española era dar a los amerindios lo mismo que tenían el resto de los españoles, los de allí y los de aquí.

La primera aproximación a universidad que hubo al norte de México fue el ‘New College’ de Cambridge, Massachusetts, en 1636, aunque no tenía sede ni edificio, ni profesores y sólo un solo alumno (¿); no adquiere la denominación y estatus de verdadera universidad hasta 1780. Los antecedentes de las célebres universidades de Estados Unidos (Yale, Princeton, Columbia…) aparecen a lo largo del siglo XVIII, aunque todos eran ‘colleges’ y no son auténticas universidades (con facultades) hasta l siglo XIX, cuando el país ya no forma parte del Imperio Británico.

España construyó universidades y hospitales, organizó los territorios y, en fin, dotó a Hispanoamérica de todos los elementos necesarios para su modernización. Cierto que hubo excesos y violencias, como en cualquier lugar y en cualquier tiempo, pero siempre contra la ley (Testamento de Isabel de Castilla, Leyes de Burgos, Leyes Nuevas), por tanto no debe recordarse solo esto.        

CARLOS DEL RIEGO

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