OPINIÓN

HISTORIA

viernes, 16 de octubre de 2020

EXPULSIONES Y PERSECUCIONES DE JUDÍOS EN EUROPA ANTES DE 1492

 


La expulsión de los judíos fue común en toda Europa, aunque sólo se conoce y se denuncia la de un país.

El de 1492 es un año que tiene mucho que contar si se habla de Historia de España. Como casi todos saben, además del Descubrimiento se produjeron hechos tan trascendentes como el final de la Reconquista y la expulsión o conversión de los judíos. A menudo se usa como combustible de la leyenda negra antiespañola este último suceso, como si hubiera sido algo único en Europa, sin embargo, apenas se habla de las infinitas persecuciones, cacerías, asesinatos en masa que antes habían padecido los hebreos en toda Europa

Aquel año se promulga el Edicto de Granada, que obliga a los judíos a convertirse o marcharse de España. Raro será el europeo que no conozca esta expulsión, pero muchísimos menos serán los franceses, ingleses, alemanes o españoles que tengan idea de las diversas persecuciones y masacres que padecieron en toda Europa los israelitas antes de aquel año. Por otra parte, es estúpido y estéril juzgar aquellos hechos desde la mentalidad actual; hay que tener en cuenta que el pensar de hoy se construye tras la Ilustración, con la asimilación de la democracia, la declaración de Derechos Humanos…y también con otros factores como medios de comunicación o ideas como la igualdad, conceptos inexistentes entonces y que, por tanto, no se pueden exigir (es como si a uno lo multan por aparcar hace una semana en un sitio hoy prohibido pero permitido hace una semana). Es difícil, pero hay que tratar de ponerse en la época y no juzgar con ideas de hoy.

Desde hace muchos siglos los judíos que vivían en Europa fueron perseguidos y masacrados, en toda Europa, no sólo en España. Así, en Francia se sabe de acosos y asesinatos desde el siglo XII. A finales de ese siglo están agobiados por infinitos impuestos; en Blois en 1171 fueron acusados de rituales criminales, de envenenar pozos y fuentes, con lo que se echó al fuego más de treinta judíos. Antes de que acabara ese siglo se decreta el encarcelamiento de todos los hebreos varones, exigiéndose un rescate para su liberación; luego se anulan los préstamos otorgados por judíos, pero no se libera a los deudores, sino que la corona francesa se convierte en acreedor de todo lo que se debiera a los semitas; finalmente se les confiscan todas sus propiedades y se les expulsa para, unos meses después, permitírseles volver previo pago de jugosas cantidades. En el siglo XIII, cuando los cruzados pasan por ciudades francesas se aprovecha para forzar conversiones y liquidar a no menos de tres mil. Aún en ese siglo se repite la vieja fórmula: se les requisa todo lo que tengan y se les expulsa, dejando que vuelvan más tarde tras haber pagado buenas cantidades. En el siglo XIV expulsan de Francia a más de cien mil judíos confiscándoseles todos sus bienes, dejándoles llevarse lo puesto (literalmente). A finales del XV y principios del XVI se produce otra expulsión, aunque muchos (se calcula que unas cien mil familias) fingieron convertirse se quedaron en Francia como criptojudíos. Cuando llegan los expulsados por los Reyes Católicos (a finales del XV) se les permite vivir en Francia siempre que se conviertan (lo mismo que se les exigía en España), aunque no se les permite integrarse en la sociedad y se les obliga a vivir en auténticos guetos.

Hay que mencionar que la Ilustración fue, en realidad, perfectamente racista y antisemita, como demuestra el propio Voltaire en su ‘Diccionario filosófico’, en el que se lee: “Por qué no habrán sido antropófagos los judíos. Habría sido lo único que les habría faltado para ser el pueblo más abominable de la tierra. Vemos a los judíos con la misma mirada con la que miramos a los negros, o sea, como razas inferiores”. Curiosamente, nadie en Francia ha acusado a Voltaire de racista, ni derribado sus estatuas, ni quitado su nombre a las calles. La Revolución Francesa continuó la costumbre de quemar sinagogas y perseguir judíos. Durante todo el XIX las publicaciones antisemitas se venden por miles; el llamado ‘Caso Dreyfus fue una perfecta muestra. Luego, ya en la II Guerra Mundial las autoridades francesas entregaron a las cámaras de gas alemanas a cientos de miles de judíos.

En Inglaterra, durante el siglo XII, se persiguió y cazó a judíos sin contemplaciones. En la ciudad de Norwich se les acusa de haber raptado a un niño y haberlo crucificado y bebido su sangre (‘blood libel’, le llaman, con lo que todos los de esa ciudad fueron ejecutados.Durante ese siglo y el siguiente se produce una minuciosa búsqueda, cacería y persecución de judíos en muchas ciudades, siempre acusados de envenenar el agua de pozos y fuentes, producir plagas como la peste o incluso de prestar dinero con intereses. Tanto fue que varios reyes sanearon sus manirrotas finanzas a base de requisar y confiscar propiedades judías. A finales del XIII fueron encerrados en la torre de Londres quinietos judíos, que fueron ahorcados en masa.; antes de acabar esa centuria se promulga una ley por la que todo judío que esté en Inglaterra después del 1 de noviembre de 1290 será ejecutado sin demora; se les permite marcharse con lo puesto y todas sus pertenencias pasan a la corona.

En lo que hoy es Alemania (el Sacro Imperio Germánico) fue tal la cacería que hubo suicidios masivos durante la primera y segunda cruzadas. A lo largo del siglo XIII se produjeron periódicas masacres de judíos en varios territorios. Al igual que en Francia o Inglaterra, la Iglesia Católica local e incluso el Vaticano prohibió y condenó con excomunión tales prácticas, pero sin que nadie les hiciera caso. En el XIV se instituyó la figura del ‘Judenschläger’, asesino de judíos, que anticiparon el furor antijudío unos seiscientos años. La llegada del protestantismo (luteranismo) intensificó la caza, ya que, según Lutero, la persecución de judíos aparece en las Sagradas Escrituras como obligación. En el XVI y XVII hubo abundantes episodios de violencia y asesinato de miles y miles de semitas, incluyendo los askenazís (descendientes de los judíos que en época medieval se asentaron en Europa Central y Oriental), tres mil de los cuales fueron ejecutados en 1612. Del antisemitismo en Alemania a partir de 1933 no es preciso hablar…

Sin embargo, a pesar de todo, nadie conoce, nadie juzga la persecución y expulsión de judíos en Francia, Inglaterra o Alemania, ni acusa a esos países de intolerancia y violencia antisemita. Muchos creen que la expulsión de los judíos fue perpetrada exclusivamente por España (como la Inquisición, que fue invento francés y hubo, tanto católica como protestante, en toda Europa). Nunca se verá a autores, políticos o ciudadanos franceses, ingleses o alemanes despotricando contra su país a causa de sucesos del pasado.

CARLOS DEL RIEGO

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