OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 1 de septiembre de 2019

CANCIONES QUE SÓLO ALCANZARON EL ÉXITO CUANDO OTRO LAS CANTÓ

Ella lo lanzó antes con escasa repercusión
Janis condujo el tema al éxito



Se ha dado muchas veces el hecho de que un artista publica una canción y no pasa nada, pero meses o años más tarde otro toma esa pieza, le coloca un arreglo diferente y ¡zas!, éxito rotundo. ¿Por qué esta sí y aquella no si son la misma cosa? El refrán español ‘vale más llegar a tiempo que rondar un año’ se ha cumplido infinidad de veces en este negocio del rock & roll


Es evidente que hay que estar en el lugar correcto en el momento oportuno en cualquier caso, pero muy especialmente en el mundo del rock, ya que adelantarse demasiado o mirar hacia atrás en exceso pueden convertir en fracaso una buena idea. Esta circunstancia se ha dado muchas veces en las seis o siete décadas de vida que tiene este invento: decenas de canciones cuya primera versión pasó totalmente desapercibida alcanzaron el éxito internacional cuando, un tiempo después, alguien las cogió, les proporcionó una decoración distinta y las colocó en los puestos altos de las listas.

Cuando se menciona el tema ‘Peace of my heart’ automáticamente se piensa en Janis Joplin. Pero otra la cantó antes. Precisamente fue Erma Franklin, la hermana de Aretha, quien la publicó en 1967. Tuvo repercusión en las listas de r & b, pero ni siquiera entró en el top 60 de las generales.  Apenas un año después Janis y su Big Brother y The Holding Company lo lanzaron en 'Cheap Thrills', llegó al puesto 12 y vendió cientos de miles de discos. Eso sí, la versión de Janis tiene tal carga de emoción que parece escrita para ella.

El ‘Time is son my side’ se tiene como una de los Rolling Stones, pero nada de eso. Un trombonista de jazz, Kai Winding, la grabó y editó en 1963, pero casi nadie se enteró; Irma Thomas la lanzó el año siguiente y tampoco pasó gran cosa, pero también en 1964 Rolling Stones la publicaron aprovechando arreglos de la versión de Irma y ¡su primer número uno en Usa’! Como casi todos los grupos que empiezan, los Stones tiraban mucho de temas blues para sus discos; en aquel 1964 (cuando ellos estaban en Usa) un desconocido grupo llamado Valentinos (liderado por Bobby Womack) publicó el tema ‘It´s all over now’, pero antes incluso de que tuviera oportunidad de ‘cotizar’ en las listas, Jagger y sus secuaces la pusieron en el mercado, entraron en el top 25 Usa y alcanzar el número 1 en Inglaterra, eclipsando de paso a los Valentinos.

Universalmente conocida y apreciada es el ‘House of the rising Sun’, una pieza tradicional cuyo origen se desconoce y que hablaba de una mujer ‘de la vida’ en Nueva Orleans. Dylan escuchó la versión de un tal Dave Van Ronk e inmediatamente la grabó, antes que Ronk, quien entonces desistió de grabarla. Pero no supuso un éxito hasta que The Animals le adaptaron su propio arreglo y cambiaron el sexo del protagonista, que ahora es un chico que se pierde por frecuentar aquella casa de perdición. Total, The Animals se convirtieron, con esta Casa, en el primer grupo inglés que no fuera Beatles en llegar al 1 en Usa.

Los Creedence Clearwater Revival debutaron en 1968 con ‘Susie Q’, con la que ya entraron entre los diez más vendidos (es el único gran éxito de los Creedence no escrito por John Fogerty), pero no era un tema original. La estrenó el cantante rockabilly Dale Hawkins en 1957 con cierta repercusión, sin embargo, la versión (de 8 minutos divididos entre la cara A y la B del single) de los Creedence vendió millones (mucho más que la que hicieron los Stones).

El caso más extremo, el que más distancia la original de la versión exitosa es el del tema ‘Jet ariliner’, que Steve Miller Band convirtió en superventas en 1977. Un injustamente desconocido guitarrista, cantante y compositor, Paul Pena, la escribió y grabó en 1973, pero desgraciadamente su disco no se editó hasta el siglo XXI. El teclista de Steve Miller era el productor de Paul Pena y quien se la mostró a Miller, el cual le dio su toque, la rehízo a su estilo, le añadió los ‘riffs’ oportunos y la condujo al éxito mundial. Pena recibió los derechos hasta su muerte, en 2005, pero casi nadie sabe de él.

Otro caso de original intrascendente y versión millonaria es el ‘Some kind of wonderful’. Soul Brothers Six la pusieron en el mercado en 1967 y apenas entraron en el top cien. En 1974 el poderoso trío Grand Funk la colocó en el número tres y vendió millones de discos.
El gran clásico ‘I love rock & roll’ se asocia automáticamente a Joan Jett, pero ella no la estrenó. El grupo inglés Arrows la presentó en 1975 y pasó totalmente desapercibida. A finales de esa década Joan Jett estaba de gira por Inglaterra con su primer grupo, The Runaways, y vio al grupo cantar ese tema en la tele. Le gustó y allí mismo, acompañada por Steve Jones y Paul Cook que ya eran ex de los Sex Pistols, la grabó. Y tampoco pasó nada. Pero cuando formó su propio grupo, Joan Jett & The Blackhearts en 1981, volvió a grabarla y ¡magia!, enorme número uno en medio mundo, ventas millonarias, clásico imprescindible del r & r…

El último número uno que consiguió George Harrison fue ‘Got my mind set on you’ en 1987. Pero, aun siendo un compositor excelso, George no escribió aquella canción. Su autor es Rudy Clark (brillante autor de otros grandes éxitos) y quien la estrenó fue James Ray en 1962 sin mayores consecuencias. Harrison, que había comprado el disco en un viaje (no profesional) a Usa en 1963, decidió rehacer la canción en 1987 para su undécimo álbum ‘Cloud nine’; cuando salió en single fue un bombazo en casi todo el mundo con ventas multimillonarias. 

UB 40 ya tenían mucho nombre en Inglaterra a mediados de los ochenta del siglo pasado, pero en Usa eran unos perfectos desconocidos. Todo cambió cuando en 1988 decidieron hacer una versión del tema ‘Red red wine’. La cosa tiene su historia; el tema lo hizo y editó Nei Diamond en 1967 y sólo llegó al puesto 62 de las listas; cuando lo escucharon los UB 40 creían que era del jamaicano Tony Tribe, de modo que al ver que el autor firmaba como N. Diamond pensaron que se trataba del jamaicano Negus Diamond. En 1983 incluyeron su versión en el super-exitoso Lp ‘Labour of love’, alcanzado el número 1 en Inglaterra pero muy lejos de eso en Usa; sin embargo, en 1988 la interpretaron durante un concierto de homenaje a Nelson Mandel y ¡zas!, tope de las listas de una docena de países, Usa incluida.

Blondie fueron uno de los iconos de la nueva ola estadounidense, pero aun en 1980 giraron hacia el reggae y tomaron el ‘The tide is high’ que los jamaicanos The Parangons habían publicado en 1966 y cuya repercusión apenas había sobrepasado su barrio. Blondie lo llevó al número uno en muchos países.

El don de la oportunidad es clave para alcanzar el éxito, en cualquier entorno.
CARLOS DEL RIEGO

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