OPINIÓN

HISTORIA

lunes, 31 de diciembre de 2018

CANCIONES DE GRANDES DEL ROCK QUE RECUERDAN SU INFANCIA La Navidad suele estar asociada a infinidad de recuerdos infantiles, pues casi todo el mundo tiene en su memoria los buenos y los no tan buenos momentos que pasó de niño cuando llegaba esa celebración. Los autores de rock suelen mirar mucho a su pasado cuando escriben sus canciones, de hecho, muchos han dedicado más de una a recordar años infantiles

John Fogerty escribió para los Creedence varias canciones en las que recordaba
su infancia.


Todo el mundo alguna vez (o muchas) ha empezado una frase con un ‘cuando era niño’, y mucho de lo que se cuenta de entonces se sitúa en época navideña, puesto que es a los niños a quienes más ilusión hace la llegada de estas fechas. Por eso se tienen tantos recuerdos de navidades infantiles aunque, en realidad, los buenos y malos recuerdos de la niñez suelen permanecer para siempre en la memoria de cada persona. Canciones de temática autobiográfica abundan en la selva del rock & roll, y dentro de las que cuentan la propia existencia no son raras las que se remontan a los primeros recuerdos, a aquellos años en que aun se creía en los Reyes Magos o Santa Claus.

John Fogerty, líder de los Creedence Clearwater Revival, escribió varios temas sobre sus recuerdos de infancia. Inolvidable es el evocador ‘Born on the bayou’ (‘Nacido en los pantanos’, 1969), que habla de cuando vivía en los pantanos (del sur de Usa) durante sus años de pantalón corto…, y eso que nunca había estado allí; él se imaginó al fantasma de aquellos cenagales que llaman ‘Hoodoo’ y a su padre avisándole: “Mi papá me dijo, no dejes que el hombre te atrape, y haga lo que me hizo a mí. Porque él te atrapará (…). Y aun puedo recordar mi viejo perro ladrando, persiguiendo una aparición por ahí (…) Deseo estar de vuelta en el pantano”. Es, en realidad, un recuerdo inventado, imaginado, falso. También evocó Fogerty vivencias infantiles auténticas en otro de sus grandes títulos, ‘Green River’ (1969), que alude directamente a su infancia; por un lado ese era su sabor favorito de refresco, ‘green river’; por otro, todo el tema es una añoranza del chaval que va de vacaciones: “Muchos recuerdos felices allí. Aprendí a nadar. Había una cuerda colgando del árbol, libélulas, ranas, y la pequeña cabaña en la que nos quedábamos era propiedad de un descendiente de Buffalo Bill”, contó él mismo. Y es que ¿quién no recuerda con felicidad cuando no había cole?

De la niñez se suelen conservar recuerdos, imágenes y momentos relacionados con la escuela. Los siempre gratificantes Supertramp tocaron el asunto más de una vez. Su exitoso ‘Logical song’ (1980) reflexiona sobre cómo la inocencia va dando paso a las preocupaciones y la responsabilidad, de cómo el colegio enseña cosas necesarias, pero nada de cómo es cada uno por dentro; o sea, “nos enseñan cómo hay que funcionar de cara al exterior pero no cómo funciona el interior; recuerdo que al terminar la escuela estaba muy confuso, perdido, no sabía quién era; de todo eso va la canción”, dijo Roger Hodgson. El tema tiene conexión con otra de Supertramp, ‘School (1987), que es un continuo ‘haz esto y no aquello’: “vete a la escuela y aprende las reglas de oro, haz caso al profe cuando te dice que dejes de jugar y te pongas a estudiar. Sé bueno y después del cole jugarás en el parque, pero no te quedes hasta tarde, no seas vago, haz como el empollón”. Sí, la escuela es una de las principales fuentes de recuerdos, por aburrida que fuera y por lejana que esté.

Neil Young también ha tirado de biografía para escribir letras, como en la cadenciosa y nostálgica ‘Helpless’ (abandonado, desamparado, 1970). Ésta toca los primeros recuerdos del canadiense que, como casi todos, son agridulces: el agradable pueblo al que se mudaron, sus problemas de salud, la separación de sus padres…, con versos como “ventanas azules, azules detrás de las estrellas. Luna creciente amarilla. Grandes pájaros volando que arrojan sombra sobre nuestros ojos. Las cadenas están cerradas y atadas a la puerta. Abandonado, abandonado”. La atmósfera, el ritmo, la armónica, la entonación, el texto… todo destila melancolía y sensaciones contradictorias.

Los británicos Inspiral Carpets publicaron en 1990 un tema que trata del recuerdo traumático, de eso que se desearía borrar de la memoria. ‘This is how it feels’ (1990), que tiene una evidente influencia de The Doors, cuenta cómo veía de niño los problemas de sus padres y cómo se sentía: “Esto es lo que se siente estando solo, siendo pequeño y sin que tus palabras valgan nada”. Claro, no todo va a ser dicha y maravilla.  

La incombustible cantante, guitarrista y compositora country estadounidense Loretta Lynn publicó en 1966 el tema ‘Country Christmas’. Aunque lejos de su país no es tan conocida, ha editado más de sesenta elepés y compuesto infinidad de canciones desde 1963. Cuando le encargaron escribir para un álbum de Navidad ella recordó: “Cuando era niña no teníamos dinero, así que papá nos cortaba un arbolito, luego mamá y los niños cogíamos palomitas y las ensartábamos en un hilo, y así decorábamos el árbol; lo mejor era cuando nos reuníamos todos alrededor y cantábamos juntos. Cuando recordé aquellas navidades infantiles supe que no me costaría nada escribir una canción sobre ello; la terminé esa noche y al día siguiente la grabamos”. El trepidante ritmo da un toque alegre y vivaracho a los recuerdos de navidades infantiles: “mamá y los adornos de palomitas, manzanas, nueces y dulces, papá tocando y todos reunidos alrededor del árbol cantando el ‘Noche de paz’. Tendremos una feliz Navidad”. Imágenes nunca olvidadas, como las de todo individuo.
¿Quién no se acuerda de sí mismo disfrutando emocionado aquellas celebraciones infantiles?

CARLOS DEL RIEGO

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