OPINIÓN

HISTORIA

miércoles, 23 de mayo de 2018

COMUNISTAS DE BOQUILLA, CAPITALISTAS DE HECHO Da y dará aún mucho que hablar el asunto de los comunistas anticapitalistas y anti-sistema (la parejita podemita), que se han comprado una vivienda siguiendo todos los pasos, símbolos y mecanismos que caracterizan el capitalismo

No es coherente ni creíble decirse anticapitalista y exhibir todos los símbolos capitalistas (en la foto, la propiedad de los dirigentes podemitas anticapitalistas).


Dejando a un lado el asunto de la discrepancia entre lo dicho antes y lo que hacen ahora, pueden comprobarse otros tremendos antagonismos entre ciertos dirigentes políticos que se proclaman comunistas, socialistas, rojos o izquierdistas y que, sin embargo, continuamente recurren a todos los factores que definen al burgués capitalista.

El ejemplo de la parejita que manda en Podemos es perfectamente descriptivo. En primer lugar, al comprarse una vivienda mucho mejor que la que tenían están mostrando el deseo de progresar, de mejorar su modo de vida, y ¿qué hay más básico en el capitalismo que tratar de prosperar, de esforzarse para acceder a propiedades más deseables, más cotizadas? En segundo lugar, hacer negocios con los bancos es esencia del capitalismo y frontalmente contrario al comunismo, el cual abomina de los beneficios de la banca, de la bolsa, de los que se dedican a las finanzas.

Por otro lado, con total seguridad, los aludidos serán posesores de muchos otros haberes y elementos simbólicos del capitalismo. Puede darse por cierto que los dos tendrán rollizas cuentas corrientes, puede que también planes de pensiones e incluso inversiones; y de igual modo no se privarán de los bienes de consumo que casi todo el mundo disfruta en las sociedades occidentales, como electrodomésticos, automóviles, ordenadores o teléfonos. Nadie puede reprocharles nada por ello, pues en el mundo del capitalismo el personal aspira a eso; pero sí parece oportuno recordarles (a ellos y a otros que van presumiendo de izquierdistas) que poseer propiedades inmobiliarias, acumular efectivo y negociar con las entidades bancarias (lo que significa aumentar sus beneficios) y adquirir los bienes de consumo según mandan los mercados son elementos simbólicos que caracterizan el capitalismo y absolutamente opuestos a las teorías de economía planificada, o sea, al comunismo. En pocas palabras, no se les puede señalar por tener el deseo de progreso material y económico, pero deben comprender que eso se llama capitalismo.

En fin, si la pareja en cuestión viviera en uno de esos países tendría una casa como la que ha comprado, pero nadie ajeno a los cargos del partido podría ni siquiera soñar con tal posesión; sin embargo, aquí hay millones de propietarios. Nadie les reprocha que se aprovechen de las ventajas del capitalismo, pero sí que es conveniente recordarles que antes de maldecirlo tengan en cuenta que ellos recurren a todos los símbolos capitalistas, por lo que también podría exigírseles que dejaran de proclamarse lo que no son. Tampoco hay que olvidar que la base del comunismo, su abc, su esencia, es la renuncia a toda propiedad privada… O sea, que si posees (casas, cuentas corrientes, bienes de consumo que se renuevan rápidamente) y acumulas posesiones no eres comunista, y hay que tener la valentía de asumirlo. Y decirlo.

En definitiva, ¿qué es lo que diferencia el cotidiano vivir de la parejita del de otros ciudadanos que no se dicen comunistas y/o anticapitalistas?

No se puede decir que se es del Barça e ir continuamente con la bufanda y la camiseta del Madrid, y peor aún, tratar de justificarlo.

CARLOS DEL RIEGO

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