OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 18 de junio de 2017

LA BANDA SONORA DE AQUELLAS ELECCIONES DE 1977 Un día de junio de hace cuarenta años España volvió a experimentar el regusto de unas elecciones generales. Pero, ¿qué música se escuchaba cuando callaba la propaganda, qué canciones sonaban a la hora de ir a votar?

De las canciones que más se escuchaban en aquel 1977 tal vez sea el 'Hotel California' de los Eagles la que, 40 años después, mejor mantiene su encanto.
A pesar de que aquello de las votaciones (además del antes y el después) era portada y comidilla general, la gente no dejaba de escuchar las canciones que sonaban en ocasión tan señalada. Eso sí, todo eran discos de vinilo y cintas de casete, es decir, el formato físico era obligado. Así, quienes tengan ciertas edades recordarán sin mayor esfuerzo algunos de los títulos que sonaron insistentemente y que fueron algo así como la banda sonora de unos momentos inolvidables. Por ejemplo, puede decirse que nadie que entonces tuviera uso de razón habrá olvidado aquel ‘Libertad sin ira’ de Jarcha, uno de los temas centrales de aquella aventura. Además, en aquel inolvidable 1977 hicieron fortuna cantantes patrios de música ligera y melodramática como Camilo Sesto, Miguel Gallardo, Perales, Ana y Jhonny, Pablo Abraira, Miguel Bosé o el entrañable Demis Roussos; ¡qué fuerte sería escuchar hoy todos aquellos éxitos!, casi siempre volcados hacia aquel fenómeno típico del primer post-franquismo llamado ‘destape’, y cuyos títulos lo dicen todo: ‘Otro ocupa mi lugar’, ‘Y te amaré’, ‘Gavilán o paloma’, ‘Mi buen amor’, ‘Desnúdate’, ‘Morir al lado de mi amor’. También tenían público otro tipo de grupos, como los de temática humorística, los rumberos y los del incipiente rock andaluz con Triana al frente.  Asimismo, triunfaron aquel año superventas mundiales como Supertramp con su aún fresco ‘Give a little bit’, Chicago y la todavía sugerente ‘If you leave me now’, o el refrito titulado ‘Rockollection’ que se inventó el francés Laurent Voulzy.   

Afortunadamente había mucho rock entonces, de modo que los que ya estaban en el ‘rollo’ tenían no poco que oponer a toda aquella amalgama de cantantes de lágrima fácil, de lamento amoroso e insinuaciones libidinosas. La música punk ya había estallado, lo que significaba que el rock estaba rompiendo con su pasado, pero por aquí casi nadie se enteró, al revés, los más iniciados seguían dejándose la melena larga y desaliñada y ‘alucinando’ con el rock sinfónico, el hard-rock más académico, el rock progresivo… Claro que casi siempre los discos de estos géneros se editaban con retraso, de manera que cada elepé tenía una vigencia bastante larga y se seguía escuchando después de que el grupo en cuestión hubiera editado el siguiente.

Incluso en aquella España del 77 se escuchaban, aunque no fueran superventas, grandes éxitos mundiales como el imperecedero ‘Hotel California’ de los Eagles, el delicioso ‘Living next door to Alice’ de Smokie, el irresistible ‘Go your own way’ de Fleetwood Mac, el siempre bienvenido ‘More tan a feeling’ de Boston …, canciones que sonaban no tanto en la radio como en los coches de choque, billares (salas de juego con billar, ping pong, máquinas pinball) y en los bares que tenían aquellas ‘jukebox’ o sinfonolas que, a cambio de una moneda, te permitían escuchar un par de temas; claro que tenían que competir con Abba, Donna Summer, Umberto Tozzi, Bonney M…

Tal vez no muchos, pero ya había jóvenes españoles (con o sin derecho a voto) que ya habían descubierto a Queen y que, dos años después, seguían fascinados con las milagrosas canciones de ‘Una noche en la ópera’ e incluso del siguiente ‘Un día en las carreras’. En este sentido también se recordará que los que ya vivían en el universo del rock seguían escuchando los elepés históricos de bandas históricas, como Status Quo, Jethro Tull, Pink Floyd, los Purple, los Zepellin o los Acédecé, y nadie con tocadiscos carecía de Beatles, Stones, Who, Creedence y otros que ya estaban ahí en los sesenta…Se sabía del cadencioso reggae de Bob Marley y de la elegancia de Bowie, los virtuosos Yes o Emerson, Lake & Palmer empezaban a ser vistos como el pasado aunque aún había muchos que levitaban con sus extensos pasajes instrumentales; sólo unos pocos iniciados habían escuchado a Patti Smith y casi nadie sabía de la existencia de Elvis Costello o Ramones.

Y una difícil para quienes hace cuatro décadas ya tenían un conocimiento profundo de la cosa y una gran curiosidad por el rock español, el cual buscaba su sitio y su estilo: ¿Alguien recuerda al grupo Azahar y su primer disco, ‘Elixir’, editado ese año y cuyos primeros ejemplares tenían la portada impregnada en aroma de azahar?

Era una España abierta a novedades en todos los campos, también en el de la música, puesto que empezaban a escucharse todas las canciones, todos los grupos que triunfaban en el resto del mundo, y no sólo los superventas de la canción melódica. De aquella histórica ocasión se recuerda, sobre todo, la atmósfera campechana y el buen rollo que se respiraba, tanto en las calles como en los barrios del rock. Y un último detalle, los grupos de entonces huían de la política como de la peste…


CARLOS DEL RIEGO

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