OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 9 de abril de 2017

ESTRELLAS DEL ROCK ABIERTAMENTE CRISTIANAS. Alrededor de un tercio de la población mundial se dice cristiana, por lo que se puede suponer que algo parecido ocurrirá en el mundo del rock. Semana Santa parece el momento oportuno para recordar a viejos rockeros que también son creyentes.

Little Richard, estrepitoso cristiano adventista e incendiario fundador de la religión del rock & roll 
Es el Cristianismo (en todas sus variantes) la creencia más extendida, y es Semana Santa una de sus principales celebraciones. Como puede suponerse, entre quienes se dedican a eso del rock & roll habrá una proporción similar de cristianos y, como en cualquier población, hay quien deja tales sentimientos para la intimidad y quien no tiene reparo en manifestarlos; incluso alguno tiene el asunto como su tema principal. De todos modos, la religión, en tanto que institución asentada en la sociedad, suele ser objetivo de los autores de canciones que, rebeldes e irreverentes, tienden a criticarla con palabras gruesas.

Dejando a un lado los músicos que profesan en el género conocido como rock cristiano (Kerry Livgren, de Kansas, o Rick Derringer), hay más estrellas abiertamente religiosas de las que parece. Conocidos son los vaivenes de Bob Dylan, cuya fe ha experimentado vertiginosas idas y venidas desde el judaísmo al cristianismo y vuelta; también se sabe del credo de Bob Marley, quien se bautizó ya mayorcito en una rama ortodoxa; igualmente es de dominio público el catolicismo del cantante de U2 Bono, quien suele incluir referencias en sus canciones; y en no pocas ocasiones Alice Cooper ha hecho manifestación pública de su cristianismo: “es que no quiero ir al infierno”, dijo; menos conocido es el caso de Mark Farner, de Gran Funk, quien cayó del caballo una vez deshecho el grupo y ha dedicado a la doctrina gran parte de su carrera en solitario.

El gran Little Richard también vio la luz un día de 1957, y desde entonces ha tenido momentos más o menos espirituales. Siempre alocado, el entrañable Ricardito llegó a decir algo así como que el rock es perverso porque le llevó a las drogas y éstas a la homosexualidad, de donde afirma haber regresado gracias a la fe… Fiel de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el explosivo artista es, eso sí, uno de los fundadores de esa religión que se llama rock & roll. 

Ringo Starr declaraba no hace mucho que después de un ‘largo y tortuoso camino’ había “encontrado a Dios”, quien ahora es “muy importante en mi vida”. De los otros Beatles, George parece que logró combinar catolicismo e hinduismo, John estaría cerca del agnosticismo y Paul, discreto, es más vegetariano que otra cosa. No fue, en todo caso, un tema principal en su producción artística.

Rick Wakeman, auténtico virtuoso del teclado que formó en bandas históricas, contaba que, en los años ochenta del siglo pasado, estaba prácticamente en el arroyo cuando lo recogió la que luego sería su mujer, pero que entonces, cuando volvía a tener una vida ordenada, le pareció que a pesar de todo le faltaba algo; un día, reflexionando sobre ello, “encontré lo que buscaba en Jesús”, y “desde que recobré mi fe (baptista) todo me ha ido bien”.

El inabarcable Johnny Cash, el hombre (de negro) fuerte y convencido, afirmaba con su profunda voz: “Yo, como creyente en que Jesús es el ungido por Dios, pertenezco a la vid verdadera. Soy cristiano”. Poco dado a la sonrisa, este devoto baptista dijo en más de una ocasión: “Yo no soy un artista cristiano, sino un cristiano que es artista”. Debía impresionar una personalidad tan imponente.

El batería de Iron Maiden, Nicko Mcbrain, todo un clásico del heavy, ha hablado muchísimas veces de cómo se encontró con su fe, de cómo acudió a la iglesia ante la insistencia de su mujer, de cómo se quedó pensando, sintió la “llamada” y tuvo “un romance con Jesús en mi corazón”. Desde entonces (hace casi veinte años) es un cristiano practicante que exhibe su condición con una enorme sonrisa. Y suele decir que “Dios no tiene ningún problema con que toque con Iron Maiden”…   

Como puede verse, no son pocos los que se reencuentran con sus creencias siendo ya talluditos y lo proclaman en cuanto se habla del tema, sin ningún reparo; esto es algo que raramente sucede en años mozos, cuando tanto preocupa lo que los demás ven y piensan. Asimismo, el cristianismo (la religión en general) choca frontalmente con la postura arrogante y desafiante del joven rockero, por lo que resulta difícil encontrar a alguno que se proclame abiertamente cristiano. Por otro lado, ni que decir tiene que hay muchas otras estrellas del rock que echan pestes de las religiones.


CARLOS DEL RIEGO

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