OPINIÓN

HISTORIA

domingo, 20 de noviembre de 2016

EL ROCK CLAMA CONTRA EL CIUDADANO TRUMP. ¡Cuánto está dando de sí el ciudadano Trump! Y la cosa seguirá mientras el tipo mantenga esa postura disparatada, por más que renombradas estrellas del rock lideren el pataleo de parte de la población mundial contra este espécimen

Clinton reforzó el discurso de su rival al rodearse de estrellas del rock como
 Bon Jovi.

Muchos grandes de la escena estadounidense del rock, del cine y de otros sectores han dejado ver su frustración tras la victoria del pabloiglesias de allí, que será un presidente digno de Los Simpson o de Mortadelo. Lo curioso es que, seguramente, el entusiasmo con que estrellas como Springsteeen o Bon Jovi apoyaron a la candidata reforzó al homónimo del Pato Donald; así es, ya que gran parte del corto discurso del rubiales ‘denunciaba’ que su rival está con las élites, con los privilegiados (¡como si él no lo fuera!), de modo que el hecho de presentarse ella acompañada de grandes astros de la farándula venía a demostrar, a ojos de quien quisiera verlo así, que efectivamente la aspirante representa a la flor y nata.
El caso es que tanto El Jefe como el señor Bongiovi, al igual que la mitad de sus compatriotas, deben estar sufriendo una pesadísima digestión…, cosa fácil de entender, pues debe resultar dificilísimo tragar un heliogábalo semejante. Sea como sea, tanto ellos como otras celebridades han comprobado lo frustrante que es mojarse tanto, poner la mano en el fuego por un político (en este caso, además, tampoco ella era ejemplo de virtud), para caer derrotado en el último metro. Asimismo, si no lo estaban ya, quedarán para siempre asociados a una opción política, ya sea para bien o para mal.
En general, casi toda la comunidad rockera internacional tomó postura a favor del caballo perdedor, especialmente en EEUU. Algunos no se han cortado a la hora de expresar su rabia por el resultado de la elección; así, Corey Taylor, de Slipknot, millonario que se cree comunista, explicaba con desprecio: “Trump me hace comerme mis jod… pantalones”, y remata con “no puedo creer que mi país sea tan estúpido”. B. J. Armstrong, líder de Green Day, explicaba que el éxito de esta “marioneta” se debe al apoyo incondicional de “los blancos sin educación”, lo que equivale a decir que todos los que votaron a la marioneta son unos paletos ignorantes y blancos. El británico Thom Yorke, de Radiohead, gritaba sentirse “furioso, rabioso”, por la victoria del acaudalado bocazas. El ex Pink Floyd Roger Waters dijo en su momento que ese tipo “es un cerdo ignorante, siempre lo ha sido y siempre lo será”.
Claro que en la sección del pop comercial ha habido poses y declaraciones de auténtica vergüenza ajena; por ejemplo la gansa de Miley Cirus, la cual ha mostrado otras veces hasta dónde está dispuesta a rebajarse, a perder su dignidad para aparecer, para conseguir difusión, para ser protagonista; la señorita aparece en un vídeo llorando amargamente por la desilusión sufrida, lo que significa que se preparó, se colocó ante la cámara y montó su numerito…, aunque también pudo ser al revés, o sea, aprovechó la llantina que le entró  para grabarse y luego subir el vídeo a la red; sea como sea, ella sabe perfectamente que las poses sentimentaloides acompañadas de lagrimones, sollozos e hipidos, venden. A ella se suman Madonna, que también apareció jubilosa junto a la capitana del barco justo antes del estrepitoso naufragio, o Lady Gagá, que ya ha cogido la pancarta para acaudillar a los que inútilmente siguen pataleando.
Es curioso, Trump había gritado que no aceptaría una derrota, algo en lo que coincide con los que ahora se echan a la calle y, rasgándose las vestiduras, se niegan a asumir la realidad. Y también es sorprendente, casi ridículo, que algunos de ellos hubieran ‘amenazado’ a los votantes con abandonar el país si ganaba quien ganó…, cosa que, con total seguridad, ninguno cumplirá. 
¿Y del otro lado? El más exaltado, como casi siempre, es Phil Anselmo, de Pantera, que también vociferó, desafiante, su intención de largarse de USA si no vencía el republicano. Y junto a él los esperados Ted Nugent y Kid Rock. Menos esperada, pero tampoco sorprendente, es la postura del genial Clint Eastwood (que también es músico), favorable al ciudadano Trump.
Los más viejos, astutos, saben que es imposible ganar las guerras ya perdidas, así que optan por la discreción, como Mick Jagger, que sólo manifestó sorpresa, o Paul McCartney, que a pesar de ser conocidas sus ideas y preferencias, ha preferido, pragmático y elegante, callar y aceptar. Hasta el Premio Nobel, en otro tiempo siempre dispuesto a poner el grito en el cielo, guarda silencio.
Tal vez el más acertado fuera Alice Cooper, quien señaló poco antes de las elecciones que las estrellas del rock deben alejarse de los políticos, de cualquier político, y que sumergirse en ese mundo es una mala idea; en realidad lo que sus palabras vienen a decir es que un político terminará por decepcionarte. Seguro.

CARLOS DEL RIEGO

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